Los jubilados nunca son incluidos en los informes de pobreza. La gran mayoría de ellos lo son. Junto a los 170 medicamentos que serán gratuitos por el PAMI deben obtener la tarjeta alimentaria.
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Luciano Fryszberg
Problemas a la hora de comunicar y frentes abiertos en casi todos los ministerios.
La mayoría de los jubilados quedan por debajo de la línea de pobreza.
Estas empresas ya no pueden estar más en el país. Ya ganaron fortunas sin control. El Estado debe ponerse al frente de este reclamo y estatizar el servicio.
El verdadero problema del programa no es encontrarlos en las góndolas como plantean algunos dirigentes que se sacan selfies en supermercados.
Los jubilados siempre pierden, la clase baja es fulminada por la inflación que ningún gobierno sabe cómo bajar y los únicos que siempre ganan son los banqueros y las grandes corporaciones.
Ginés González García, ministro de Salud, y Paula Español, Secretaria de Comercio, deben juntarse y ponerle fin a la batalla con la industria farmaceutica.
Sin pruebas no hay culpables. Sin pruebas, los 85 muertos de la AMIA no tendrán paz jamás.
Es una buena medida pero no alcanza. Al igual que el bono de los jubilados. El Estado debe encontrar la vuelta para los casi 5 millones de trabajadores precarizados.
Faltan horas para que se descongelen los créditos. Hay muchas familias desesperadas por el otro de los fracasos que dejó Mauricio Macri. El silencio de María Eugenia Bielsa, ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat.