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La serie de Nisman y la causa AMIA: el fiscal y sus pruebas fantasmas

Sin pruebas no hay culpables. Sin pruebas, los 85 muertos  de la AMIA no tendrán paz jamás.

La serie “Nisman: el fiscal, la presidenta y el espía” reabrió la polémica por la muerte del fiscal y trajo nuevamente a boca de todos la causa AMIA. Como familiar de un sobreviviente del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina es importante dejar en claro algunos puntos.

Lo primero que hay que decir es que Nisman no fue un héroe: le mintió a los familiares y sobrevivientes del atentado y a toda la sociedad Argentina. El fiscal “armó” toda la causa AMIA junto al ex jefe de Operaciones de la SIDE, Horacio Antonio Stiuso. El ex jefe de la UFI-AMIA jamás presentó una sola prueba de todo lo que denunciaba en los medios de comunicación. Varios familiares de las víctimas murieron esperando esas pruebas.

La causa AMIA es un desastre. No hay pruebas contra el Hezbollah. No hay pruebas de que el ADN hallado por Israel en el motor de la camioneta y peritado por el FBI sea de Berro, el hombre que según informes de la CIA y el Mossad manejaba el coche-bomba. No hay pruebas de las declaraciones del ex embajador de Israel, Isaac Avirán, quien dijo en 2014 que su país había pasado "al otro mundo" a los autores del atentado a la AMIA. De hecho nunca las ratificó ante la Justicia. Nunca se investigó la pista local: sin una logística desde la Argentina jamás podría haber ocurrido el atentado. Nisman nunca pudo hacer demostrar todo lo que denunciaba.

La serie del inglés Justin Webster muestra una trama clara de engaños contra Nisman. Su denuncia por el Memorándum en base a una enorme cantidad de escuchas que le fueron proporcionadas por Horacio Antonio Stiuso no tenía sustento. Así como en la causa AMIA nunca pudo presentar una sola prueba, Nisman iba a quedar desnudo ante el Congreso con su presentación por el Pacto Irán-Argentina.

Si tienen la oportunidad de escuchar con atención a los distintos personajes que están involucrados en la causa AMIA (jueces, fiscales, ex agentes de la SIDE, periodistas, etc) nunca hablan con una prueba en la mano. De hecho, muchos de ellos, se incomodan cuando se les habla de pruebas concretas.

Sin pruebas no hay culpables. Sin pruebas no hay justicia. Sin pruebas, los familiares y sobrevivientes del atentado a la AMIA no podremos cerrar las secuelas que nos dejó este trágico hecho. Sin pruebas, los 85 muertos  de la AMIA no tendrán paz jamás.

Lamentablemente nunca tendremos pruebas de quienes fueron los autores materiales e ideológicos del atentado a la AMIA y esto es por culpa de un nefasto y corrupto sistema judicial, político, mediático y de los servicios de inteligencia al que se sometió el fiscal Alberto Nisman.

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