Pasaron los alegatos, largos, trabados y tediosos por parte de los acusadores, fiscalía y abogados de la familia de la víctima, y con abuso de la emocionalidad. Mientras tanto, la gran sorpresa fue el letrado de los acusados, el impenetrable Hugo Tomei.
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José Luis Ferrari
La dinámica y el interés general de la información no me permitieron abordar la absurda y evitable muerte de Lucio, el chiquito de 5 años que murió a manos de muchos y que sólo llevo a juicio a la madre y su pareja. Los primeros días de febrero tendremos la sentencia.
Como no podía ser de otra forma y a medida que se acerca el final del juicio, con la consecuente e inexorable condena a los homicidas, aparecen voces anónimas que claman por clemencia para el grupo de jóvenes asesinos que mataron a Fernando Báez Sosa.
Les queda poco tiempo para intentar escapar a morir en prisión. En estos momentos se vuelve evidente la ausencia de la familia que no decide cuanto menos nombrarles otro abogado y así intentar despegarse de lo que será la segura condena de todos.
Pasaron casi tres años desde la fatídica noche en la que ocurrió un trágico episodio de violencia, de esos que vemos todos los días. A la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell, un grupo de rugbiers golpeó salvajemente en el piso al joven Fernando Báez Sosa y sus amigos. La peor parte fue para Fernando, que murió en la puerta del local después de la inexplicable golpiza.
Pasan los días y Lucas Escalante no aparece. Las sospechas son varias ¿Certezas? Hay una banda muy poderosa y policías implicados. Hay dos detenidos acusados de ser los autores de la muerte de Lautaro Morello, quien fue salvajemente torturado antes de ser ultimado.
Lucas Escalante, 26 años y Lautaro Morello, de 18, desaparecieron sin dejar rastros cuando salieron a festejar el triunfo de la selección Argentina contra Países Bajos. Días después, el BMW de Escalante apareció quemado. El jueves hallaron un cadáver calcinado: era Lautaro. A partir de ahí, surge una trama escalofriante.
La resolución tan esperada por muchos no dice mucho más de lo que ya habíamos adelantado: no hay banda, ni jefatura. Solo se defraudó al Estado con algunas obras que se investigaron muy por arriba.
Se hizo justicia. El acusado es inocente del homicidio y esto le pone fin a la historia de un crimen que aun hoy conmueve al público.
El viernes por la madrugada se reportó una pelea entre un abogado “gay” y su ocasional novio, que terminó con ambos sujetos mal heridos. Se informó que había habido una disputa. Sin embargo, nada de esto pasó.