Brian Verna, de 27 años, fue asesinado por su abuelo de cinco disparos.

Tal cual vengo tratando el caso de Sebastián Villa en mis anteriores columnas, sobrevino una resolución que, con prudencia y un razonamiento empapado de sentido común, trae un poco de luz a los que pregonaban la inminente detención del futbolista. Una vez más, se equivocaron. 

Pese a la furia y congoja de sus seguidores por la noticia, que confirmó lo que ya se sabía hace tiempo, el ídolo barrial había muerto producto de un severo traumatismo de cráneo, casi desde el mismo día del accidente. ¿Culpables? La imprudencia y temeridad del propio artista que, en una moto de competición, “salió a ventilarse”, y no encontró mejor manera que haciendo Willy por las calles de su barrio, Florencio Varela.

Tal cual les conté la semana pasada sobre la denuncia contra Sebastián Villa, sucedió.  

Otra denuncia que reacae contra el delantero de Boca Juniors lo pone en una situación muy comprometida. Sin dudas, el jugador tiene serios problemas en sus relaciones de pareja que evidencian otros graves problemas: los psicológicos. Esos le traerán muchos pesares. Su entorno, en vez de ayudarlo, trata de cubrir los desastres de este violento personaje. 

La semana pasada les hablé de una muerte extraña en la zona del Country Club Los Cardales. La fiscalía tardó poco en dar con el homicida, un importante empresario, de buen vivir y fanático de las armas que decidió concluir una discusión de tránsito a los tiros. Su nombre Gustavo Fabián D'Aversa, de 51 años.

La víctima se llamaba Patricio Glave, tenía 44 años y era padre de dos hijas. Era uno de los dueños de una fábrica de aberturas. Fue ejecutado cuando pasaba por la puerta del Country Los Cardales. Se investiga un ajuste de cuentas o una pelea de tránsito. 

Prófugo desde el 19 de noviembre del año pasado, se entregó el menor de 17 años que golpeó traicioneramente al playero en una discusión en un garaje ubicado en Perón 2048 de la Ciudad de Buenos Aires. El trabajador padece graves secuelas hasta el día de hoy.

Una argentina de 48 años, y con 20 de residencia en Búzios, apareció apuñalada en su casa de Joao Fernández, uno de los más exclusivos reductos para vacacionar y que es elegido por argentinos y brasileros que aman la tranquilidad del lugar y sus mansas playas.

Esta semana, el jugador de Boca Eduardo “Toto” Salvio protagonizó un episodio que, de seguro, le costará la renovación del contrato con Boca y una suculenta suma de dinero que deberá entregarle a la madre de sus hijos para que su situación no se agrave.