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María Eugenia Vidal, íntima: "Los hombres me respetan mucho y no se me animan"

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires habló de todo en una entrevista.

En un mano a mano con Viviana Canosa, María Eugenia Vidal se confesó y se refirió a su intimidad como mujer. Desde que se quita el "traje de Gobernadora", la cotidianeidad de su familia y la relación con los hombres, la funcionaria se sinceró y habló de todo.

"Estar con mis hijos me quita la contractura que tengo desde hace un año y medio porque con ellos vuelvo a ser yo y dejo de ser la gobernadora", contó Vidal sobre Camila, de 16 años ("tiene mucho carácter y es muy compañera"), María José, de 14 ("muy inteligente y solidaria") y Pedrito, de 9 ("el mimado, el varón entre todas mujeres").

"Yo soy muy madraza y todo el tiempo que no estoy dedicada a la Provincia es de mis hijos. Ahora, trato de involucrarlos en la campaña, en mis actividades. Anoche, por ejemplo, tenía una cena en una ONG, en Conciencia, y le dije a mi hija mayor: 'Acompañame, no voy sola, es una manera de que también vos veas mi trabajo'", contó.

"Quiero que mis hijos sepan que esta tarea tiene todo: esa cena y al día siguiente las botas embarradas en una obra hidráulica, el 25 de mayo en un comedor con los chicos para compartir el churro y el chocolate, y un rato después el Tedeum en La Plata. Todo", agregó.

"Nunca mezclamos temas de trabajo y como papás", confesó Vidal sobre su ex marido. "Yo me reúno con él cuando tenemos temas del partido y después hablamos, obviamente, de los chicos. Pero Morón no tiene ningún privilegio en relación al resto: con Ramiro trabajo igual que con los otros intendentes. Y además Morón es donde vivo, quiero que esté bien, más allá de que él es el intendente", indicó.

"Como mamá soy bastante densa, porque así fueron mis padres conmigo. Soy mucho del sacrificio, del esfuerzo, de la responsabilidad. Yo voy paso a paso. Soy más transpiración que inspiración. Y a mis hijos les transmito eso", señaló.

Por otro lado, Canosa, para Infobae, le consultó por dónde comienza a la mañana con tantas cosas por resolver como el tema de seguridad, hospitales, educación, cloacas, rutas: "Lo primero es entender que en un año y medio no voy a poder... Me costó aceptar que no iba a poder cambiar ni en un año y medio ni en cuatro todo lo que había estado mal durante 25 años".

"Tuve que aceptar que mi aporte era empezar a dejar una huella, iniciar un camino que iba a llevar mucho tiempo pero que en el proceso íbamos a ver los primeros resultados. Y que el camino ya era importante, no solamente la obra terminada. Mirá, ayer me pasó que fui a Pergamino y pude decirle a la gente mirándola a los ojos: 'Va a haber más inundaciones, pero las obras empezaron'".

"Hoy no gobierno pensando que voy a seguir gobernando yo, sino tratando de empezar un camino que pueda seguir cualquier persona que quiera hacer cosas buenas por la Provincia. Sea de mi espacio político o no. Y pienso en el largo plazo".

Cuando Vidal se acuesta, se lleva un problema a la cama: "La inseguridad no me deja dormir, como tampoco deja dormir a la gente. Es lo que más me preocupa. Las peleas con las mafias son duras, difíciles. Y las mafias no se dan por vencidas. Eso me quita el sueño".

"Yo vivía en una casa de barrio normal, con una reja adelante desde donde se veía directamente mi comedor y mi cocina. Y mi patio daba al fondo con un terreno vacío. Vinieron dos personas especialistas en seguridad y en dos minutos me dijeron "acá no podés estar". Y era difícil encontrar un lugar que cumpliera los requisitos. Bueno, la Base resultó una solución transitoria, porque no me voy a quedar ahí".

María Eugenia Vidal está separada y "que fascina a los hombres" ante lo que la periodista consultó: ¿cómo hacés para llevar un novio a tu casa si vivís en una base militar? ¿Cómo te saca el teléfono?

"Bueno, a la Base todavía no vino nadie. La verdad que vivir en una Base es un cambio importante en mi vida y en la de mis hijos. Pero bueno, fue una medida de seguridad. Cuando asumí la gobernación sabía dónde me estaba metiendo y sabía que iba a dar peleas muy difíciles contra las mafias. Quería estar segura de que podía preservar a mis hijos, de que cuando yo me fuera a trabajar y ellos se quedaran en casa, podía irme tranquila porque estaban en un lugar seguro", respondió la Gobernadora.

Sin embargo, Canosa, insistió e siguió indagando: "¿No tenés ganas de encontrar a alguien?. A lo que Vidal respondió: "Yo creo que eso sólo puede pasar, Viviana, si aparece alguien que se enamora y que puede ver a la mujer y no a la gobernadora".

"Todavía estoy como en un año de separada, de divorciada. Es como pronto. Todavía ni yo sé muy bien cómo manejar esto, y creo que tampoco los hombres saben. Es un proceso. Igual en mi corazón siento que cuando aparece la persona, aparece. Te sorprende y rompe con todas las barreras y uno también las rompe. Así que cuando tenga que ser, será".

De todas formas, la funcionaria asegura que los hombres "no se animan a decirme mucho". "Siempre tengo como esta cosa de '¿qué fantasía tendrán?'. Porque a lo mejor ven a la gobernadora y les cuesta ver a María Eugenia, a la persona. Contame vos qué te dicen, a mí no me dicen nada".

"Te movés en un mundo de hombres y estás soltera. ¿Quiénes son los más lanzados? ¿Docentes? ¿líderes sindicales? ¿políticos? ¿intendentes?", preguntó Viviana y la Gobernadora contestó sin tapujos: "No hay un rubro. Y los intendentes son todos muy respetuosos. Pero alguno seguro hay, estoy pensando.... A ver, cuando fue lo de la minifalda, me llamó un amigo: '¿Puedo darle tu teléfono a tal?'. Y no, no podés ¿me entendés? Eso pasa. Pero la verdad es que yo creo que los hombres me tienen mucho respeto y no se me animan".

María Eugenia contó que también se da su tiempo para desenchufarse: "A veces sí, los domingos. Ahora estoy viendo Sobreviviente designado, pero todavía no llegué a los capítulos nuevos".

Sin embargo, también habló de su relación con Mauricio Macri y aseguró que no es relajado: como presidente trabaja mucho. "Yo a veces lo critico porque hace almuerzos y cenas los fines de semana, y le digo: 'Descansá'. El otro día estaba con el tema de la gira, recién llegado de China y de Japón, y nos reunimos a la tarde. Todavía sufría el terrible cambio de horario y estaba a full. Vi salir ministros, entrar gente, cuando yo me iba entraba otro más. Le dije: 'Pero pará, llegaste hace un día y ya estás como...'. Me dijo: 'Sí, todavía tengo el efecto del cambio de horario'. Mauricio, trabaja un montón. Es imposible no hacerlo en estas tareas. Vos tenés el teléfono 24 horas prendido".

Luego de un extenso día de trabajo, hay cosas que la liberan y existe un momento del día en que deja de ser Gobernadora: "Cuando llego a mi casa tengo un espacio con mis hijos que es irrenunciable: la cena con la tele apagada y nosotros hablando, y después vienen a mi cama. Ese espacio me desintoxica mucho. Y más tarde llega el ratito de ver tele, pero no miro programas políticos, veo algo de cable que no tenga nada que ver con la política. Necesito hacerlo antes de irme a dormir, o leer un libro".

"Cuando llego a mi casa siento que me saco el traje de gobernadora. Cuando estoy rodeada de mi equipo, de mis amigos, de mis hijos, eso a mí me desintoxica. Porque puedo concentrarme en ellos y ahí aparece María Eugenia. Ni para ellos, ni para mis amigos, ni para mis padres, ni para mi hermano yo soy la gobernadora. Ahí estoy yo. Y sólo en esos momentos cede un poco la contractura".

(Fuente Infobae)