Hoy arriba al país el mayor cargamento hecho en un solo viaje y en lo que va de la semana llegaron casi 3 millones de aplicaciones.

Con esto se espera avanzar en la vacunación de quienes no tengan factores de riesgo.

Se trata de una cláusula donde la ley argentina habla de “negligencia” y no cuadra con la regla general que propone el laboratorio estadounidense.

Santiago Cornejo había declarado ayer que la Argentina no aceptó el arribo de dosis del laboratorio americano. Este miércoles especificó el sentido de sus palabras.

El Instituto Gamaleya verificó la calidad de tres lotes producidos por el laboratorio Richmond y habilitó la fabricación en escala. La próxima semana llegarían los componentes activos para la elaboración de las primeras dosis en el país.

“Antes de hacer cada acuerdo le preguntamos a los países si quieren acceder a esa vacuna y en el caso de Pfizer nos han dicho que no”, reveló el titular para América Latina del mecanismo impulsado por la OMS.

El stock de vacunas y la etapa de la campaña de inmunización alcanzará a personas sin antecedentes médicos.

La ministra de Salud insistió con que no se alcanzó un acuerdo porque el marco legal de la Argentina no se correlaciona con los requerimientos de la farmacéutica norteamericana.

Este miércoles partirá un nuevo vuelo a Moscú en busca de unas 900 mil dosis de Sputnik V, mientras que en los próximos días llegarán otras 900 mil de AstraZeneca, provenientes de Estados Unidos.

La medida incluirá también al personal estratégico comprendido en esa franja etaria.