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Persecución mortal en Panamericana: la joven intentó bajarse del auto y no la dejaron

Malena Chiocconi, de 21 años, viajaba en el asiento del acompañante. Se quiso bajar para intentar escapar de la situación antes del fatal desenlace. 


Tenía 21 años y se llamaba Malena Antonella Chiocconi. Ella fue la primera víctima identificada en el choque fatal ocurrido el viernes durante la madrugada en la Autopista Panamericana, el cual dejó un saldo de tres muertos y un herido.

Las otras víctimas fatales eran delincuentes pero ella no lo sabía. 

Daniela, madre de la joven, se presentó en el lugar apenas vio la noticia en la televisión. Ante los medios expresó que su hija le venía avisando de la persecución policial y hasta incluso especificó que llegó a mandarle la ubicación exacta para que supiera por dónde iba.

Con el correr de las horas se pudo saber que la joven de 21 años viajaba en el asiento del acompañante y que había intentado bajarse del vehículo minutos antes de que se iniciara la persecución.

La secuencia quedó registrada en un video de una cámara de seguridad del municipio de Tigre. Allí se distingue al Volkswagen Vento detenido y cómo la puerta del asiento en el que viajaba Chiocconi se abre y se cierra varias veces.

“Quiso bajarse del auto y no se lo permitieron. Se ve en las cámaras que ella quiso bajarse y no la dejaron”, manifestó su madre en el lugar. Cuando un vecino vio el auto detenido, llamó al 911 y se presentó un móvil policial. Ahí comenzó la persecución.

“Era la primera vez que veía a ese chico. Aceptó la invitación, me dijo que fueron a tomar algo a San Miguel. Que estaba bien”, agregó en relación a Joel Galván, el conductor fallecido que contaba con antecedentes penales.

“Mi hija me mandó un mensaje a las 4.30 de la mañana”, relató Daniela, que angustiada y sin saber qué había pasado con su hija, acudió a la zona del peaje, en donde debió identificar el cuerpo.

La mujer detalló que cuando comenzó la persecución, que se extendió a lo largo de cinco kilómetros, su hija le envió la ubicación con un dramático pedido de ayuda: “Nos está siguiendo la poli. Dios mío, ma. Estoy llorando”.

El conductor del vehículo robado tenía causas por el delito de robo calificado y tenencia de armas. Según fuentes policiales, Galván “andaba delinquiendo en la zona norte”.

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