Patricia Bullrich arremetió contra Chiqui Tapia y denunció una “mafia” en el fútbol argentino
La ministra de Seguridad volvió a encender la polémica al acusar al presidente de la AFA de liderar una estructura “mafiosa” y elogió a Juan Sebastián Verón como la figura que representa “al hincha de verdad”, en medio de un clima de tensión creciente entre la política y el deporte.
Patricia Bullrich lanzó una crítica contundente contra Claudio “Chiqui” Tapia y apuntó a lo que definió como una estructura “mafiosa” que domina el fútbol argentino. La ministra de Seguridad sostuvo que Juan Sebastián Verón representa “al hincha de verdad” y que, en contraste, el titular de la AFA encarna “la casta y los negocios”. Las declaraciones se dieron en un contexto de creciente tensión institucional y mediática, y fueron difundidas a través de sus canales oficiales, generando un amplio impacto en el ámbito deportivo y político.
Desde el inicio de su mensaje, Bullrich buscó marcar una línea divisoria. Señaló que en Argentina “hay que elegir de qué lado estar” y mencionó que el fútbol quedó atrapado entre intereses económicos y una dirigencia que, según ella, opera de espaldas al hincha. En ese sentido, advirtió que “la pelota no se mancha”, aunque afirmó que hoy “ya está bastante sucia”. De esa manera instaló un debate que involucra a hinchas, dirigentes y autoridades.
La ministra también criticó el rechazo a las sociedades anónimas deportivas. Indicó que muchos dirigentes se oponen en público, pero buscan recursos de forma constante, y aseguró que esta contradicción deja en evidencia un sistema agotado. Agregó que el fútbol argentino es un producto reconocido a nivel mundial, con tres campeonatos del mundo y clubes de renombre internacional, y advirtió que el deterioro institucional afecta la imagen del país en el exterior.
Bullrich fue más allá. Denunció un “incumplimiento total de la ley” y afirmó que muchos actores del fútbol prefieren callar por “miedo” a Tapia. Para fundamentar esa idea, citó el conflicto con Estudiantes de La Plata. Según sus palabras, el club recibió una sanción desmedida “como si hubieran asesinado a alguien”. También cuestionó el poder disciplinario de la AFA y señaló que es “increíble” que una entidad que, según sus dichos, viola normas tenga capacidad para castigar a otros.
Las declaraciones de Bullrich reabren un debate profundo sobre la conducción del fútbol nacional. Para la ministra, el problema no es solo regulatorio, sino estructural. Sostuvo que la AFA funciona como una institución “retrógrada”, donde algunos dirigentes se enriquecen mientras los clubes deben “mendigar” para sostener sus actividades básicas. En ese sentido, remarcó que esta situación perjudica el desarrollo de inferiores y limita el crecimiento integral del deporte.
La ministra comparó el potencial económico del fútbol con el de la minería. Aseguró que el deporte mueve recursos enormes, pero que esos fondos se diluyen en un sistema poco transparente. De esa manera reclamó una transformación institucional de fondo. Insistió en que este modelo se mantiene sin cambios desde hace años y que su persistencia demuestra la necesidad de revisar la conducción y el marco legal vigente.
Bullrich explicó que su equipo estudia opciones para impulsar reformas. Aunque no adelantó medidas concretas, dejó entrever que podrían buscar cambios estatutarios o intervenciones judiciales. Bajo ese marco, afirmó que es necesario “romper con la lógica de negocios” que, según ella, domina a la dirigencia actual. También señaló que el debate debe involucrar a los hinchas, a quienes definió como los principales afectados por el estado del fútbol argentino.
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