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Maquiavelos de salón

Aventureros de la opinión arriesgan conclusiones sobre el futuro del Macrismo y el Peronismo.

AVENTUREROS DE LA OPINIÓN ARRIESGAN CONCLUSIONES SOBRE EL FUTURO DEL MACRISMO Y EL PERONISMO. • PASADO MAÑANA, PRIMER ENTENDIMIENTO ENTRE PEJOTISTAS Y EL CRISTINISMO RESIDUAL EN EL CHACO. • COMO ISHII SACÓ DE LA SALA A ZANNINI EN LA CUMBRE DEL PJ. • CAPITANICH A SOLAS CON PICHETTO: USTEDES NO ME REPRESENTAN. • PICHETTO LE COBRA FACTURAS ATRASADAS AL PERONISMO K. • EL GOBIERNO PAGA ACUERDOS A LA CORTE CON AMPLIACION A SIETE MIEMBROS. • PARA QUÉ UNA CORTE MÁS AMIGA: PARA REVISAR LA ESTABILIDAD DE LOS ESTATALES SIN CONCURSO. • EL CISMA DEL PJ EN DIPUTADOS LE BAJA EL PRECIO AL MASSISMO. • CUMPLEAÑOS ACUARIANOS EN PURMAMARCA: MACRI Y NEGRI. • QUINCHO EN ALMAGRO, NUEVA SEDE DE CONSPIRACIONES. • Y UN SOBREVUELO POR LAS PLAYAS PARA QUIENES EXTRAÑAN LA VIDRIERA FRÍVOLA. • Y TODO LO QUE CREÍAS QUE NUNCA TE IBA AVOLVER A CONTAR. • PORQUE ZULETASINTECHO NO PARA NI EN VERANO NI EN FERIADO. • NI SE DISFRAZA PARA EL CARNAVAL.

EL MIÉRCOLES, PRIMER ENTENDIMIENTO EN EL CHACO ENTRE PEJOTISTAS Y CRISTINISMO RESIDUAL

La balcanización del espacio opositor, a menos de dos meses de haber asumido el nuevo gobierno, aceleró la aparición de un nuevo oficio, el de maquiavelo de salón. Cada gesto y cada palabra de los dirigentes cae bajo el microscopio de estos maquiavelos y son interpretados en función de escenarios imaginarios que vaticinan la fortuna o la desgracia del peronismo. Esta semana corta y carnavalesca va a dar materia para estos analistas aventurados que imaginan trayectorias luminosas y ocasos dirigenciales para un lado y para el otro. El miércoles, pasado mañana, Jorge Capitanich junta a más de cien intendentes de su partido en Resistencia, para lanzar una liga de intendentes como la regeneradora de la red que ocupó desde los años '80 la liga de gobernadores, como eje vertebrador del PJ nacional, hoy baleada por la derrota masiva del año pasado.

Logró ese compromiso después de algún chisporroteo con el jefe de la FAM (Federación Argentina de Municipios), el alcalde de Florencio Varela Julio Pereyra, que no tiene hoy nada de cristinista, algo que se le atribuye mucho al ex gobernador del Chaco. Lo superaron en encuentros discretos de la semana pasada - uno de ellos después de la reunión de la mesa del peronismo en la calle Matheu - y el resultado de la cita que se viene, puede ser el primer entendimiento entre la ortodoxia pejotista bonaerense, que representa Pereyra, y el cristinismo residual de Capitanich. Los fuerza la necesidad de mostrar algo que el público - y los maquiavelos de salón - le reclaman al peronismo, que es algún freno a la dispersión de fuerzas.

Pereyra expresa un rechazo al formato cristinista, en nombre de la necesidad que tienen los dirigentes territoriales de convivir con la agenda del gobierno macrista. Capitanich está lejos de reivindicar hoy la conducción de Cristina de Kirchner, pero se aparta de lo que cree es un peronismo exageradamente negociador con el nuevo Estado.

CÓMO ISHII LOGRÓ SACAR A ZANNINI DE LA SALA EN LA CUMBRE DEL PJ

Los movimientos de uno y otro le dieron color a la reunión de Matheu, que fue la oportunidad del enfrentamiento de Capitanich con Miguel Pichetto sobre cómo ejercer la oposición al gobierno.

También de la invectiva del intendente Mario Ishii contra los mariscales de la derrota. "Perdimos las elecciones por hacer seguidismo de mano alzada. ¿Vamos a seguir como pelotudos con ese modo de conducción, que nos llevó a perder? Y acá hay responsables de eso", gritó el intendente de José C. Paz. No conmovió a Aníbal Fernández, que resiste detrás de una barba-trinchera, pero sí a Carlos Zannini, quien abandonó en silencio la sala. A esos chispazos siguió el jueves una reunión a solas entre Capitanich y Pichetto en un salón del Senado, en el cual el rionegrino sostuvo casi a los gritos su rechazo a lo que llama el "bloqueo institucional" que promueve el cristinismo residual. Todo comenzó con la orden - no acatada por todos - de no asistir a la asunción de Mauricio Macri y la expresa la actitud de Héctor Recalde como jefe del bloque de los diputados, que insiste en reclamar el liderazgo de Cristina y amenaza con no dar quórum a las sesiones del Congreso.

"Tenés que sacarte el chip de jefe del bloque oficialista - bromeó Capitanich en esa reunión - porque ahora somos la oposición. La gobernabilidad es un problema del oficialismo, y ellos la tienen que asegurar para todos". El diálogo escaló hasta el punto en que Capitanich le dijo "Ustedes no me representan, no negocien más por mí, porque acá acuerdan cosas, y la oposición que tengo en la intendencia de Resistencia, a mí me rechaza todo".

Algo de este clima ilustró ayer José Luis Gioja cuando dijo: "Cuando éramos gobierno había una forma de gobernar, y ahora hay que adaptarse a la realidad, como lo es el hecho de que perdimos y eso es algo que no podemos subestimar". En una charla radial con el multifacético Eduardo Valdés, agregó Gioja: "Esto de la fractura hace que nuestros adversarios se froten las manos. En el bloque que yo integro hay un gran debate y hay que seguir dándolo, entendiendo que el aparatito para medir quién es más peronista todavía no se inventó".

CAPITANICH A SOLAS CON PICHETTO: USTEDES A MÍ NO ME REPRESENTAN

Pichetto no cedió ningún argumento, pero prometió: "No vamos a acordar nada sin consultar con todos". ¿Quiénes son todos? Queda en el misterio de las palabras. Se entiende la firmeza de Capitanich, porque ganó las elecciones en su provincia en todos los niveles, pero dejó de ser gobernador para ser intendente, con lo cual pierde el rol en una mesa de gobernadores, cuyas funciones de conducción del PJ quiere ahora que compartan los intendentes. Se entiende más la posición de Pichetto, que está cobrándose facturas pendientes del kirchnerismo que no han prescripto, como las tres elecciones a gobernador en las que lo dejaron solo y perdió (2007, 2011, 2015). Abulta mucho esa deuda, y la hace valer ahora para convertirse en delegado de los gobernadores peronistas en el Senado, donde mantiene la luz encendida para atender reclamos y asegurarles la gobernabilidad.

Con eso le hace, objetivamente, un favor formidable al nuevo gobierno porque el Senado, que iba a ser la cámara más complicada para Mauricio Macri, por la mayoría abrumadora del peronismo, ha pasado a ser la más manejable. Ese rol de Pichetto es eficiente para los peronistas que manejan distritos, y también para el gobierno de Macri, que ha logrado ya el acuerdo para que sesione el Senado en extraordinarias y le aprueben pliegos de embajadores, algo central para el gobierno, que compromete a estos en la fragilidad de los decretos - habrá militares y jueces, pero sale con fritas.

En este llamado a extraordinarias, funcionó mucho una sugerencia sobre Macri del ex senador Ernesto Sanz, que navega en estas horas sin luces, en gestiones discretísimas que se debaten en la mesa de coordinación de la Alianza Pro-UCR, que funciona todos los martes a las 15 y que integran Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Mario Negri, Ángel Rozas y José Corral (sucesor de Sanz en esa mesa y en la conducción de la UCR). De paso, a esa mesa siguen llegando los reclamos de los radicales que ven que pasa el tiempo, hay muchos cargos vacantes y muchos aspirantes radicales. Pero las cosas de palacio... van despacio, como versa el refrán borbónico.

LA CAÍDA DE LA CASA KICHNER

La balcanización entre los diputados peronistas corre el camino hacia la libanización después del cisma que precipitaron, hasta donde se sabe, Juan Manuel Urtubey y Diego Bossio. Nadie cree en serio que dos pesos livianos del peronismo hayan hecho tanto daño a la integridad de esa formación, que descolocó a quienes trabajan por ese prejuicio que es la necesidad de la unidad, como Daniel Scioli (quien reapareció anoche con familia en el recital de los Stones en el Estadio Único de Tolosa) y José Luis Gioja. Éstos han dejado sus gobernaciones y eso explica mucho, pero es menos explicable que la unidad sea posible, ni que sea imprescindible. Que haga falta un liderazgo fuerte en un partido parece otro prejuicio, porque después de todo el peronismo no lo tiene desde que se evaporó Carlos Menem.

El ciclo Kirchner tuvo algo parecido a un liderazgo, pero fue apenas un ejercicio de mando desde la Casa Rosada. Que no hubo liderazgo lo prueba el desacato de Florencio Randazzo en las entrañas de Olivos, cuando rechazó ser candidato a gobernador y dinamitó la única posibilidad de acercar al peronismo a un triunfo en primera vuelta, precipitando la derrota del 22 de noviembre. El peronismo, que tiene siempre la evocación del miembro ausente que es un líder, se amarga en estas horas cuando ve que se fragmenta en tribus el bloque del Frente para la Victoria, y que el macrismo va operando sobre los retazos que quedan sueltos: ya arreglaron con Urtubey el aporte al quórum de los disidentes de la banda Bossio, y también de los santiagueños de radical K Gerardo Zamora (lo cerraron el lunes Monzó y Frigerio en visita a Santiago del Estero), que se suman a las promesas de inversiones en Córdoba, equivalentes a la mitad de lo que cobrarían por la sentencia de la Corte sobre coparticipación, los aportes a la gestión tucumana de Juan Manzur, y el derrame en favor de Gerardo Morales en Jujuy.

La pregunta que se hacen los maquiavelos de salón es si estas capturas preparan un secuestro de conjunto del peronismo, para que trabaje en favor del nuevo gobierno. Los consuela que el nuevo bloque Bossio en realidad le va a bajar el precio al sector de Sergio Massa, que le hace el abrazo del oso al macrismo, pero que nunca deja de aclarar que en cualquier momento le va a disputar el poder a Cambiemos. Hacia adelante, además, se viene una elección legislativa que se tienen que resolver los dirigentes territoriales en sus provincias, y que todo lo que pueden acumular para sí, refuerza sus chances de tener buenas elecciones el año que viene en la renovación de bancas locales y nacionales.

En esas elecciones no va a haber ticket nacional, no va a haber un Macri haciendo campaña para aspirar votos no peronistas, y eso potencia a los territoriales del peronismo, que gobiernan en más de una decena de distritos y quieren seguir haciéndolo. Estas percepciones mitigan la angustia de los peronistas que esperan, como el gobierno, que en las próximas semanas se acentúen las divisiones, particularmente en el Congreso y en Buenos Aires, los dos espacios que mira todo el país.

Lo que está digiriendo el peronismo, después de todo, es la caída de un formato que dependía de Olivos, y Olivos no existe más. Mucho de lo que se ve ahora es el derrumbe de decisiones que impuso Cristina de Kirchner antes de irse, como las designaciones en la Auditoría (Ricardo Echegaray) y el bloque de diputados (Héctor Recalde) que desairaron a Eduardo Fellner y a Gioja, que manejan hoy los destinos del partido hasta que se elijan nuevas autoridades. En ese formato en crisis, el peronismo que mira hacia adelante se enoja cuando ve que lo que queda del FpV los arrastra en defensa de Víctor Hugo, de Milagro Sala, de Sabatella, como si fueran cuestiones de Estado, cuando son restos del pasado. En suma, una dispersión comprensible en un peronismo que no tiene conducción, y que beneficia al macrismo, que tampoco puede ilusionarse mucho con el producto, porque ese peronismo fragmentado no va a trabajar para Cambiemos en el futuro. Para simplificar, en el Senado el macrismo espera ahora que algunos gobernadores peronistas que vienen cobrando desde el 10 de diciembre, paguen algo de la factura que les adelantaron. ¿Y en Diputados?

La situación la ilustró en Purmamarca uno de los dirigentes que acompañó a Macri en la carnavalada del fin de semana: "En Diputados hemos armado un barco pirata que va a hacer de las suyas en cada puerto, como hacen los barcos piratas. Tendremos quórum, Massa vale menos, pero vamos a tener que charlar cada proyecto por separado con los peronistas". Lo más parecido a la política.

DOS CUMPLEAÑOS ACUARIANOS EN LAS ALTURAS DE PURMAMARCA. MACRI Y NEGRI

Purmamarca, dijimos, y alguna pincelada merecen ciertos detalles no reseñados de ese retablo tan extraño para un gobierno tan urbano como el macrismo. Primero, la algarabía de los dos acuarianos por cuyos cumpleaños se acumularon los brindis. El más notable, por adelantado, el de Macri, que festejó en la noche del viernes en la Posada del Silencio donde juntó a Urtubey, Morales y cerca de la medianoche, a Massa, con tanta dispersión de temas, que, de política, nada. Salvo que alguien le encuentre el sentido oculto a la afición de Massa por decir bromas y ensayar diversas formas de la carcajada. El segundo festejo fue a mediodía del sábado en el recinto de la troupe carnavalesca Chaca-Chaca, adonde almorzaron los mismos de la noche anterior salvo Urtubey - que se fue de regreso a Salta -, con agregados, como otro festejado, Mario Negri, que cumplía ese día y que arribó con su familia.

Los dos acuarianos fueron jaleados desde todas las mesas en almuerzo que terminó cuando Macri partió hacia Ascochinga, Estancia La Paz, adonde pasó parte del domingo y en donde hoy festejará en familia su cumpleaños. En la noche del sábado los radicales llevaron a Negri a otro recinto fiestero, Terrazas de Purmamarca, en donde cenó con sus correligionarios más conspicuos como Morales, el "Chato"Alejandro Nieva, el intendente de San Salvador, el "Chuli" Raúl Jorge, José Cano, la vicegobernadora de Mendoza Laura Montero, y sapos de otro pozo como los Massa, el intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, y los ex diputados Mario Fiad (hoy ministro de Salud de Morales en Jujuy) y Miguel Giubergia, que renunció a la banca para ir a un cargo en la flamante Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y la Comunicación (AFTIC), que se encargará de aplicar la Ley Argentina Digital. De paso, el nuevo embajador en los EE.UU. Martín Lousteau, es uno de los diputados que no ha renunciado a ese cargo -está de licencia- y eso bloquea el irresistible ascenso a la banca de quien le sigue en la lista de candidatos de 2013, el abogado Julio Raffo, hoy integrante del ente de control de los servicios de la CABA.

EL GOBIERNO PAGA ACUERDOS POR DOS JUECES CON AMPLIACIÓN A SIETE

En esa algarada nos enteramos de un proyecto hoy in pectore: el gobierno habilitará el debate para la ampliación de la Suprema Corte a siete miembros, una vez que haya asegurado el ingreso de sus candidatos Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, cuyos acuerdos ha negociado con el peronismo del Senado. Que esto ocurra es la prueba de amor que se le exige al peronismo, para que avance esa ampliación que quieren muchos, entre ellos Pichetto, quien sigue anidando en su pecho la aspiración a ser juez del tribunal. Con el trajín que distrae tanto al gobierno sobre la integración de la Corte, cabe preguntarse cuál es su interés, además de marcar espacios de poder - como lo hizo Macri con los audaces decretos de designación en comisión - ante los peronistas y también ante Ricardo Lorenzetti.

Para los abogados del Presidente, que los tiene trabajando día y noche en iniciativas que nadie conoce en detalle, la Corte será clave en lo que el nuevo gobierno quiere para la reforma del Estado, que lleva adelante el ministro Andrés Ibarra. Según la nueva administración, no hay manera de reducir el sobre empleo estatal si no hay una reforma que revise el criterio de la estabilidad de los estatales. Por ejemplo, consagrando el criterio de que sin concurso no hay estabilidad. Una audacia que requiere una sentencia de la Corte que la sostenga.

UN QUINCHO PRIVADO DE ALMAGRO, NUEVA SEDE DE CONSPIRACIONES

En la dispersión de fuerzas que signa este verano caliente hay novedades, como la exaltación de un nuevo recinto para reuniones políticas, el quincho que tiene el diputado comunitario Eduardo Valdés en su casa de Almagro, que fue esta semana sede de dos reuniones importantes. La primera, el miércoles, una despedida al nuevo embajador en El Vaticano, cargo que ocupó Valdés hasta el 10 de diciembre, Rogelio Pfirter, al que invitó a un seleccionado de anteriores representantes, como Santiago De Estrada (hoy secretario de Culto), Vicente Espeche Gil, Carlos Custer y Juan Pablo Cafiero.

Fue un ejercicio de la "cultura del encuentro" que publicita el papa Francisco, al cual le dieron formalidad institucional el vicepresidente del Senado Federico Pinedo y el jefe del sindicato de embajadores, Eduardo Mallea, sobrino del escritor, que salieron encantados por las pizzas y el lomo a sal que preparó el anfitrión en el horno de barro que tiene allí. Honrar honra, dijo José Martí, y esta despedida replica la que tuvo el propio Valdés cuando se fue al Vaticano, un recordado almuerzo en el comedor de Gendarmería de la calle Paraguay, al que concurrió una verdadera multipartidaria que incluyó desde Enrique Nosiglia a Wado de Pedro, pasando por el siempre presente Pinedo, que festejó este almuerzo en Almagro como un ejercicio in facto de la cultura del encuentro francisquista.

Valdés, que tiene en ese recinto una nutrida memorabilia literaria, recordó al novelista Mallea, injustamente olvidado, de quien el sobrino guarda testimonios inéditos en una fundación que lleva su nombre. En los brindis se habló del último emisario macrista que estuvo con el Papa, el ministro Esteban Bullrich, que visitó la Santa Sede en la semana para un congreso de las Scholas Occurrentes. En ese encuentro Bullrich compartió cartel con, entre otros, Ronaldinho, y escucharon sobre otros "encuentros" que promociona el Papa, como una poco edificante pelea de box entre un católico y un musulmán en Las Vegas, Estados Unidos, y el segundo "Partido por la Paz", que tendrá lugar el próximo 29 de mayo en el Estadio Olímpico de Roma. Esta fecha se suspendió el año pasado cuando estalló el escándalo de la FIFA, que aportaba dineros al proyecto de Scholas. Sobre fechas suspendidas, se especuló mucho sobre el viaje de Macri al Vaticano el próximo 27 y Valdés acuñó un nuevo lema: "Cuanto más Francisco y Macri, y Macri y Francisco haya, habrá más techo, tierra y trabajo para los argentinos". Una ocurrencia sincrética que alabaron todos.

VUELVE LA BATALLA DEL PARLASUR

En ese mismo lugar, al día siguiente, se agolpó todo el bloque del FpV de diputados al Parlasur, que a falta de una sede (y de sueldos) ha encontrado albergue transitorio en ese quincho. Estuvieron las estrellas de ese grupo, como Jorge Taiana, Valdés - por supuesto -, Daniel Filmus, Agustín Rossi, Víctor Santa María, Teresa Parodi, etc. y tomaron conocimiento de que el lunes que viene en Montevideo, ha sido citado el consejo de conducción del Parlasur, adonde Taiana ejerce una presidencia que le cuestionan sus colegas del bloque Cambiemos, y al que irán los vicepresidentes del cuerpo que representan a los países que integran el Mercosur. En esa sesión se elegirán comisiones con lo cual se espera que haya alguna trifulca con la bancada de Cambiemos, que impugna a Taiana como presunto usurpador de esa función que, entienden, no puede ejercer por delegación (es vicepresidente en representación de la Argentina), sino que tiene que ser elegido por la totalidad de los mercodiputados. Para esa sesión del 15 de febrero, se espera la presencia de representantes del nuevo congreso de Venezuela, que controla la oposición al gobierno chavista de Nicolás Maduro, algo que le agrega pimienta a este alicaído cuerpo. En la sesión informal de Almagro los parlasures peronistas se comprometieron a respaldar a Taiana en sus funciones y a apoyar la aplicación de fondos para combatir el dengue y el zika. Que se agarren los mosquitos.

VIDRIERAS EN LA COSTA

Para cerrar, una pincelada de vidriera frívola, para quienes pueden creer que la pólvora está mojada, con las evoluciones de políticos por las costas del verano: Ernesto Sanz peregrinó hacia Mar del Plata, adonde cumplió con militantes de esa ciudad, que esperan les termine sirviendo de algo tener un vicegobernador radical como Daniel Salvador. Elisa Carrió toma impulso para el comienzo de las sesiones en Diputados, en casa de amigos en Punta del Este. El ministro macrista Francisco Cabrera se vareó por la playa Brava de José Ignacio, Gabriela Michetti y su marido Juan Tonelli honraron el menú del restorán-parador Las Garzas en el emprendimiento de los Constantini, pasando la Laguna Garzón. ¿Querís más? En la mesa de al lado estaba Ricardo López Murphy. Esto fue la comidilla en La Huella, de José Ignacio, que es desde donde se balconea todo, como siempre