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Entre el Tercer Gobierno Radical y el Quinto Gobierno Peronista

La agenda de la transición la pone la Justicia. "Nadie pide por D'Elía, Jaime ni Esteche".

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital

 

1.- Odas elementales

“Por D’Elía, Jaime o Esteche no pide nadie”, confirma la Garganta.
Sólo se pide por “la familia”, aclara.

Sobre el resto de los kirchneristas con causa, o relativamente kirchneristas (como Esteche), nadie, desde “arriba”, levanta el celular.

Tampoco piden por los empresarios «encuadernados». Arrepentidos por haberse enchastrado los dedos con el membrillo. Algunos fueron puntualmente doblados por los “arrepentidores”.

Preocupaciones profesionales de abogados, minuciosamente conocidos en el templo stalinista de Comodoro Py.

O en el edificio poblado de fantasmas de Talcahuano. Evoca a la “pavorosa Casa de Usher”, de Edgar Allan Poe.

Despiertan reticencias e intrigas los abogados mediáticos. Los que se ponen malignos por televisión y se esmeran en la cordialidad de Tribunales.

Un informe confidencial indica que el 45% de los letrados que exhiben floripondios en los medios no son idóneos para presentar “un simple recurso de queja”. Texto de diez carillas que agigantan al creerse Emile Zola.

Otra vez, desde la Justicia, brotan los temas que marcan la agenda banal de la transición.
Se aguardan los fallos trascendentes de la Corte. La preside, con la parsimonia del aislamiento inadvertido, el doctor Carlos Rosenkrantz. Con un poder que está, de tan vacío, casi hueco.

Vísperas de la consagración del Caso Bosso. Por el emblemático Fabián Bosso. Es quien hizo la denuncia originaria. Equiparación de los ingresos “adicionales” a los sueldos brutos.

Manganeta que le va a costar, al exhausto Gorro Frigio, millares de billetes que deben imprimirse.
Por las Fuerzas de Seguridad. Basta con la Policía “recargada de adicionales”. La caja del Gorro tendrá que aportar.

Se complementa con el fallo que importa a la decena de gobernaciones que denunciaron los recortes impositivos. Los que no van a ser descontados de la billetera «co-participable» de las provincias.

Para que se pague, otra vez, con la caja sin fondos del Gorro Frigio.

Transición entre el fracaso del Tercer Gobierno Radical, que aún preside Mauricio Macri, El Ángel Exterminador (que exterminó hasta a su sombra, y pretende irse con algún sesgo de dignidad).
Y la asunción de la Banda Elemental del Quinto Gobierno Peronista, que encabeza Alberto Fernández, El Poeta Impopular.

Catapultado como Alberto El Estadista. Merced al dedo hegemónico de La Doctora, la que presidió el Cuarto Gobierno Peronista.

Ahora La Doctora se conforma con vice-presidir el Quinto. Alterna la módica originalidad de las presentaciones literarias, con los desplazamientos hacia La Habana. Por una de las escasas razones que le deparan sentido a la vida.

Aunque “los compañeros” elementales, junto a la legión de medialuneros, le pongan garra, el Quinto Gobierno Peronista que se viene se encuentra signado por el escepticismo ambiental.
Asoman los preparativos que entusiasman sólo a los sujetos. «Porque todo, en Argentina, termina invariablemente mal».

Se elabora otra utopía flamante de pacto social. Paliativo que ya estaba agotado en 1973, aunque fue promovido por próceres.

Como el extinto vendedor ambulante José Ber Gelbard, y el asesinado sindicalista José Ignacio Rucci.

Hoy Alberto El Estadista centraliza la campaña que no existe. Los gobernadores le aportan cierta robustez. Y Sergio Massa, El Desconcertante Conductor, le aporta algo de profesionalismo.
La campaña se limita a la versatilidad de ser lo que Alberto dice. Y dice de más. Demasiado.
O a lo que hace, como si fuera el laborioso Alberto de Kirchner, El Furia.

O a lo que viaja. Como el descolorido desplazamiento hacia la península ibérica, plagado de desaciertos. O cuando marcó fuerte presencia en Bolivia. Al boleo.

La base ideológica es apenas administrativa, bastante austera. Con la locuacidad de un panelista admirable, se extravía en interpretaciones innecesarias del Caso Santoro.

O en racionalizaciones contradictorias relativas al divisorio Venezuela.
Suele lucirse como un ostensible consumidor de amagues. Los devora.

Como escribió William Faulkner:
“Entre la Nada y la Pena me quedo con la Pena”.

Ante la Nada (Macri), brota la perspectiva ilusoria de la Pena (Alberto).
Cabeza de la Banda más Elemental que las Odas Elementales de Pablo Neruda.

 

2.- La braga en el paredón

Cae la Doctrina Irurzun. Como una braga, contra el paredón compulsivo de la década del 60.
Es la Justicia Por si Acaso. El dictado prodigioso de prisiones preventivas para los desdichados sin sentencia.

Porque pueden, en la ambulatoria libertad, rajarse. O influir sobre las «causas».
Con el mascarón teórico del doctor Irurzun se poblaron las cárceles de desdichados sin sentencia firme.

Al caerse las bragas de la Doctrina, el kirchnerismo inspirado desata cierta algarabía al liberarse los presos políticos (travesuras del lenguaje).

Pesar para los traficantes sagaces en la botonería de las denuncias. Consolidaron carreras legislativas, periodísticas, jurídicas.

Especialistas en el arte patriótico de botonear. Entrevistados con frecuencia por los comunicadores indignados que los llaman, en cambio, “políticos presos”. Por pegotearse con membrillos.

Pero no predomina la desesperación por obtener las libertades a canilla libre.
Crece el interés, en el elemental oficialismo que se viene, por precipitar la salida de Cristóbal López y Fabián de Souza.

En el entrevero ,a los empresarios les quisieron manotear las empresas. Ampliaremos.
En segundo lugar, la salida de Lázaro Báez. Años largos en que heroicos comunicadores aguardaban el arrepentimiento de Lázaro. Fue anunciado hasta el hartazgo.

Pero el duro correntino, crecido entre el viento de Puerto Santa Cruz, no se les arrepentía un c…
Nunca les iba a proporcionar el placer de quebrarse.

La vida de Lázaro, El Resucitado, es un ejemplo espiritual para promover el ahorro. A cien hectáreas por día pudo comprarse media provincia de Santa Cruz.

Aparte Lázaro se destacó como el más grande facilitador de majestuosos escenarios para la búsqueda de los euros crocantes de 500.

Con un fiscal maximalista, trepado en la magnífica excavadora que revolvía la tierra en los parajes de la Nada.

Mientras dos mil movileros se amontonaban detrás de los carromatos. Sin registrar siquiera un miserable billete.

Por De Vido tampoco se registra un gran clamor libertario. Suficiente con el cuadro blindado de su esposa. Y determinados «compañeros» que pronto lo visitaran en su domicilio.

Son presos que no van a salir en andas desde Ezeiza, o de Marcos Paz. Como aquellos presos de Villa Devoto.

Mayo de 1973. Algunos aguardan, de manera acaso póstuma, «la valoración positiva de la historia”.

3.- Final con preventivos

Brota otro punto incipiente de la agenda que atormenta a los sensibles defensores de los derechos humanos.

Al salir los presos preventivos sin sentencia, encanutados durante el Tercer Gobierno Radical, deben salir también los presos preventivos militares, encanutados durante el Tercer Gobierno Peronista del Furia.

Los presos políticos, o los «políticos presos» por el membrillo, van a resultar favorecidos con la misma aplicación justiciera que los presos LESA. Cuestiones de Lesa Humanidad.

Reconocidos abogados humanistas tratan de buscarle la vuelta. El propósito consiste en dejarlos adentro a los preventivos de LESA.

Pero no puede haber dos interpretaciones. La calle los espera.

Al cierre del despacho, se aguarda que, desde el intelecto del notable impulsor de la Doctrina, se esboce algún artículo.

«Un agregado o una adenda», confirma la Garganta del inicio.
Algún atajo, de los que disgusta al Ángel Exterminador.

Algún recodo que posibilite sólo la libertad de los preventivos espirituales.
Y dejar que se pudran, adentro, hasta que cesen, los preventivos de LESA.

Por quienes piden, en el fondo, además de sus familiares, sólo los románticos defensores de las causas perdidas.
Del Grupo Concordia.

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