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Atentado a Cristina Kirchner: Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte no apelaron el procesamiento como “coautores” y se encaminan al juicio

La estrategia de la defensa de la pareja detenida es apurar todo hacia un juicio oral. Ambos están imputados por el delito de tentativa de homicidio calificado.

Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte decidieron no apelar el procesamiento que los sindicó como coautores de la tentativa de homicidio calificada de la vicepresidenta Cristina Kirchner, revelaron a Infobae fuentes judiciales. Se trata de una estrategia de las defensas para no entrar a discutir en esta instancia las pruebas que ya los comprometen seriamente en la causa y que serán difíciles de revertir ante la Cámara Federal. Eso permitirá avanzar rápidamente rumbo al juicio oral.

Según pudo saber Infobae, la decisión fue tomada en las últimas horas en forma simultánea por la pareja detenida. Brenda se reunió el lunes pasado con el defensor oficial Gustavo Kollman, donde evaluaron los pasos a seguir. El martes, el defensor Juan Martin Hermida visitó a Fernando Sabag Montiel para explicarle el estado de la causa y las alternativas en juego.

La estrategia fue no apelar. “Están cocinados”, dicen en los pasillos de Tribunales para intentar entender qué hubieran ganado intentando impugnar las pruebas colectadas hasta ahora. El tiempo para apelar vencía este miércoles a las 9:30.

Con esta resolución queda firme la decisión tomada el jueves pasado por la jueza María Eugenia Capuchetti: allí Sabag Montiel y Brenda Uliarte fueron considerados coautores del delito de homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, en grado de tentativa. También su prisión preventiva y el embargo de 100 millones de pesos.

“Si bien fue Sabag Montiel quien utilizó el arma de fuego contra la víctima, lo cierto es que Uliarte también tuvo activa participación en la ejecución del hecho, en el cual estaba presente a escasos metros de lo ocurrido, brindando el apoyo logístico y moral para su realización”, dijo el fallo.

Se indicó, además, que fue por “razones ajenas a su voluntad” que Sabag Montiel y Uliarte no pudieron ejecutar el plan para matar a Cristina Kirchner. Un plan que, según la jueza, comenzó al menos el 22 de abril cuando Brenda le contó a una amiga que se había comprado un arma. Que sabía usarla. En agosto, en diálogo con Agustina Díaz - su amiga hoy también detenida -, Brenda afirmó: “Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina… me dan los ovarios para hacerlo … el tema es cómo porque la vieja tiene seguridad”.

En esa resolución también se repasa la decisión de Sabag Montiel y Uliarte de alquilar un departamento frente al edificio de la Vicepresidenta (”Cristina y la gente está reunida en Recoleta. Para pegarle un corchazo”.) Y el plan fallido para concretar el intento de homicidio el 27 de agosto, día en que la vicepresidenta habló frente a su militancia que se había movilizado hasta su casa para protestar y exigir que sacaran las vallas que la Policía de la Ciudad. Sabag Montiel dice: “Al pedo q vengas…No va a salir…Ya se metió adentro”. Y su novia responde: “Que hija de puta la Cristi…Se da cuenta”.

Todo esto es lo que queda firme para que, cuando llegue el momento, el fiscal Carlos Rívolo solicite la elevación a juicio oral. Pero esa hipótesis no sería inminente: habrá que ver si sobre ellos pueden aparecer nuevas pruebas que obliguen a llamarlos a indagatoria. No es algo a descartar teniendo en cuenta que se sigue procesando información de distintas diligencias que se hicieron sobre ellos para enmarcar su responsabilidad penal. Una de esas medidas apunta a saber si pudieron haber recibido fondos para llevar adelante el intento de asesinato.

En simultáneo, Capuchetti y Rívolo trabajan para definir qué rol le asignarán a Agustina Díaz, la amiga de Brenda que fue detenida la semana pasada y que este miércoles ampliará su declaración indagatoria con el objetivo de mejorar su situación procesal, y también a Nicolás Gabriel Carrizo, el denominado jefe de los copitos sobre el que ahora están puestas todas las miradas luego de que en el teléfono que entregó voluntariamente como testigo encontraran diálogos que lo convirtieron en uno de los principales sospechosos, diciendo que él le había dado otra arma que había que descartar, que el plan debía concretarse la semana siguiente, y que había que ir por “el líder de la Cámpora”.

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