Es el tercer rugbier que solicita hablar ante el tribunal, luego del escueto testimonio de Luciano Pertossi y la extensa declaración de Máximo Thomsen.

Ocurrió luego de que la madre del acusado declarara en el juicio que padece cáncer.

Tomás Colazo es el amigo de los acusados que nunca fue incriminado. También ubicó a Ciro Pertossi en el ataque final. Antes Juan Pedro Guarino contó que estaba "cansado" de que se pelearan.

El joven, que fue sobreseído, dijo que llegó dos días antes del ataque, que sólo era amigo de Ciro y Luciano Pertossi y que estaba cansado de verlos pelear. "Sentí vergüenza y mucho dolor", afirmó.

Es uno de los dos rugbiers sobreseídos, junto a Alejo Milanesi, que declara hoy. En la decimoprimera audiencia, también se presentan el "sospechoso número 11" y los padres de los acusados.

En diez audiencias de las 22 pactadas ya declararon más de 100 testigos. El proceso se lleva a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores. 

La madre de Máximo Thomsen está citada para mañana. Se espera también la palabra de María Paula Cinalli, madre de Blas. 

Como no podía ser de otra forma y a medida que se acerca el final del juicio, con la consecuente e inexorable condena a los homicidas, aparecen voces anónimas que claman por clemencia para el grupo de jóvenes asesinos que mataron a Fernando Báez Sosa.

Uno de los sectores de máxima seguridad de la Unidad 6 de Dolores fue acondicionado para que los acusados de matar al joven de 18 años sean alojados.

Luego de que ayer finalizara la segunda semana de audiencias por el crimen del joven de 18 años en Villa Gesell ocurrido en enero de 2020, uno de los acusados habría tomado la decisión de cambiar de representante legal. El material genético debajo de una de las uñas de Fernando habría complicado aún más al rugbier.