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Abogado

Víctimas de primera y de segunda

Mi indignación es con la clase política: al entierro de Umma fueron las autoridades nacionales; al de Jennifer, solamente su familia, y lo peor es que nada sabemos de los asesinos.

Umma Aguilera, hija de un custodio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue asesinada este lunes en un intento de robo en la localidad de Villa Centenario, puso en evidencia, una vez más, que hay víctimas de primera y de segunda categoría.

Eduardo Aguilera, es integrante de la Policía Federal,  y pertenece a la  custodia de la ministra de Seguridad,  cuando se subió a su modesto Ford Ka,  la mañana del lunes, su mujer y madre de sus tres hijas, María Eugenia Rodríguez Álvarez, fue la encargada de abrir y cerrar el portón de la casa de la localidad de Villa Centenario, en Lomas de Zamora. Umma, la nena del medio del matrimonio, de 9 años, iba en el asiento trasero del coche. Iban para hacer un trámite, cuando cuatro delincuentes intentaron robarles el coche, le dieron un tiro mortal en la nuca a la menor, y le arruinaron la vida a su familia.

El crimen, generó conmoción y repercusiones en el arco político. “Umma tenía 9 años y fue asesinada cobardemente. Envío mis más sinceras condolencias a sus papás, María Eugenia y Eduardo, ambos efectivos de nuestra Policía Federal. Cuentan con mi apoyo y el de todo el Gobierno Nacional. Los delincuentes creen que siguen viviendo en la Argentina de la impunidad, pero se equivocan. Los vamos a encontrar y vamos a hacer que paguen por la vida que se llevaron y por la familia que destruyeron”, escribió el presidente Javier Milei en la red social “X”, a poco de confirmarse la muerte de la niña.

Pasaron por el sepelio, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el jefe y subjefe de la Policía Federal, los comisarios generales Luis Alejandro Rollé y Mariano Giuffra. Los malvivientes, ya fueron detenidos.

El jueves de la semana pasada, una adolescente de 13 años fue asesinada de un disparo en el pecho en un  robo en la localidad de Virrey del Pino, en el partido de La Matanza, Franz Campos Rioja, padre de la nena, fue reducido por dos delincuentes que ingresaron armados a su domicilio por una puerta lateral, su pareja, Ruth Calle Lesños, que se encontraba en el baño, al ver la situación, intentó escapar forcejeando con uno de los ladrones, a quien le entregó dinero que tenía guardado en una caja de zapatos.  Mientras le exigían más plata, Jennifer Campos, la menor, se interpuso para defender al padre, el delincuente sacó un arma y empezó a disparar. Uno de los tiros dio en el pecho de la chica.

Esta es la realidad en la cual vivimos los argentinos, sometidos a la violencia urbana, de los malvivientes, que viven del robo y la violencia. Las autoridades nacionales, provinciales, municipales y judiciales, nos cuentan cómo actúan para detener y condenar a los delincuentes, siempre llegan después de la desgracia, que produce una muerte violenta, no hay prevención, ni presencia policial en las calles, con lo cual debemos cuidarnos entre nosotros y rezar que no nos toque una desgracia.

Mi indignación, es con la clase política, al entierro de Umma fueron las autoridades nacionales, al de Jennifer, solamente su familia, y lo peor nada sabemos de los asesinos. Para el Poder de turno, SIEMPRE hay víctimas de primera y segunda categoría, de acuerdo con los tiempos que corren, la dignidad humana es transversal, pero los funcionarios solo quieren salir en LA FOTO QUE MIRARAN TODOS…

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