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Señora Fiscal, a trabajar 

Tal cual vengo tratando el caso de Sebastián Villa en mis anteriores columnas, sobrevino una resolución que, con prudencia y un razonamiento empapado de sentido común, trae un poco de luz a los que pregonaban la inminente detención del futbolista. Una vez más, se equivocaron. 


Cuando se conoció el extenso pedido de detención realizado por la Fiscal interviniente dije: "Dice todo, pero estaba vacío de contenido". Para hacer dicha afirmación básicamente se apoyó en los dichos de la mujer y en una pericia psicológica, que es de rutina y que, sin temor a equivocarme, siempre dan lo mismo: quien denuncia presenta secuelas compatibles con abuso sexual, estos informes, son hechos casi de forma automática, a las apuradas.

El juez es quien debe ordenar un proceso y, palabras más, palabras menos, dijo que “los dichos de la víctima no pueden ser la única prueba para detener a una persona”, con lo cual la Fiscal podrá seguir tratando de conseguir pruebas o bien podrá convocar al jugador a declarar. 

En lenguaje jurídico, el Juez señala que los testigos se contradicen. Existen varias inconsistencias y, por el momento, con esas pruebas no alcanza. Y acá se abre una costumbre judicial, que tantas veces critiqué, la lógica indica investigar para detener y no lo que pasa en la mayoría de las causas, DETENER PARA INVESTIGAR. 

Preceptos constitucionales, señalan que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Aquí no se demostró. Ya he dicho lo que pienso del jugador, aún así, tal vez no todo fue como cuenta la mujer. Dijo que los médicos habían constatado lesiones compatibles con abuso o violencia sexual y eso no pasó. Las médicas no dejaron constancia de ello en la historia clínica. La víctima dice haberse escapado cuando la doctora iba a buscar a la policía, eso tampoco figura en el análisis médico. Usted bien puede pensar que las médicas son cómplices del jugador, eso no se comprobó.

Tal es la falta de pruebas, que el Juez le enseñó a la fiscalía que debía haber secuestrado los teléfonos de la víctima y el victimario y analizar el contenido, cosa que no se hizo hasta el momento. Pero el punto central es este, el Juez consagra otro principio fundamental, y espero este criterio se multiplique entre todos los jueces penales, “no basta afirmar dogmáticamente que el testimonio de la víctima es creíble”. Sin otras pruebas, esta causa está condenada desde el principio. Lo que denunciaron puede ser verdad en todo o en parte, si lo es en parte, no será condenado. Fin de la cuestión. 


Puede gustarnos o no, Villa es un enorme futbolista pero también es un arrogante y provocador personaje. Aún así, esas circunstancias no lo harán culpable. Con lo cual una resolución como esta no es habitual y cuando buena parte de la opinión pública reclamaba la detención del jugador, el Juez apago la pasión popular y dijo, SEÑORA FISCAL, A TRABAJAR…

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