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Mordidas en el cuello y una aguja oxidada: así fue el brutal crimen de un bebé de 18 meses en Berazategui

El resultado preliminar indica que León Aquino falleció a causa de una septicemia traumática. La madre y el padrastro, que habían mentido sobre la muerte del menor, continúan presos.

Un bebé de 18 meses fue asesinado en una vivienda del partido bonaerense de Berazategui, crimen por el que detuvieron a su madre y a su padrastro. Según las fuentes judiciales, el bebé identificado como León Aquino falleció a causa de una septicemia traumática, y en distintas partes del cuerpo presentaba pinchazos con agujas.

En un principio, los acusados habían declarado -extraoficialmente- que el menor había fallecido tras ahogarse con un vaso de leche, aunque su versión fue fácilmente derribada. Esta tarde se negaron a declarar ante la fiscal de la causa y seguirán presos hasta que se resuelva su situación procesal.

En las últimas horas, la autopsia preliminar indicó que León sufría maltratos de distintas índoles prácticamente desde su nacimiento, y que los médicos forenses extrajeron una aguja oxidada del cadáver, según informó Télam.

Los golpes eran de todo tipo: desde pinchazos con agujas en todo el cuerpo hasta mordeduras en la zona del cuello del bebé. Si bien se van a llevar a cabo una serie de peritajes complementarios a la necropsia, una hipótesis apunta a que esa aguja oxidada pudo haber provocado la infección que derivó en la septicemia.

Por el terrible crimen de este bebé de 18 meses permanecen detenidos Yésica Aquino y Roberto Fernández, la madre y el padrastro de León. Ambos fueron indagados por la fiscal Gabriela Mateos, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Berazategui.

Según señalaron las fuentes, la fiscal le imputó a la mujer el delito de “homicidio agravado por el vínculo, premeditación, ensañamiento y alevosía”. Además, en forma alternativa le cabe el delito de “homicidio por comisión por omisión”. Sin embargo, para el padrastro la situación es diferente: su acusación es solo por homicidio calificado pero sin el agravante del vínculo.

Luego de una entrevista con sus respectivas defensas, ambos acusados se negaron a declarar, por lo que la fiscal solicitó la conversión de la aprehensión en detención formal de los dos tutores de León Aquino al Juzgado de Garantías 7, que le hizo lugar al pedido.

A nivel judicial, el Juzgado de Familia dispuso una medida de abrigo para los cuatro hermanos de la víctima, de entre 3 y 12 años, que quedaron al cuidado de una tía materna. Quien habló para los medios fue Amelia, otra de las tías de León, que se encontraba a la espera de que le entreguen los restos de su sobrino.

“Somos cuatro hermanos que estamos atrás de los chicos, todas somos hijas del mismo papá, no vivíamos en la misma casa, pero siempre estábamos atentos a los nenes. Lo que sí, ella nos cortó el contacto hace tiempo y no nos podíamos acercar a ellos”, contó Amelia.

“Lo que no queremos es que los chicos vuelvan a manos de nadie que les pueda hacer daño, eso es lo que tenemos bien en claro todas las hermanas”, señaló la hermana Yésica Aquino. “Yo a mis hermanos los protejo a todos, pero lo que ella hizo (por la acusada) jamás en la vida se lo vamos a perdonar.”

La mujer contó que sus sobrinos sentían “terror y no terminaban de hablar”, y que cuando los veían a través de la reja podían ver los moretones y marcas que traían. “Cada vez que los llevaban a cuerpo médico ellos mentían por miedo de su mamá. Ella les decía que nosotras no los queríamos, que no íbamos a responder por ellos, pero están muy equivocados”, aseguró.

La pareja ahora imputada del crimen residía en la calle 162 al 2600 de Berazategui, donde sus vecinos hicieron semanas atrás una denuncia por los malos tratos que recibían el niño y sus cuatro hermanos.

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