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“Me quedé muy sola”: el dolor de Mirtha Legrand al recordar la muerte de sus hermanos y su hijo

La diva de los almuerzos conmovió a todos en su programa al abrir su corazón y hablar de la ausencia de sus seres queridos más cercanos: su hermana Goldy, su hijo Daniel y su esposo Daniel Tinayre.


Durante una nueva emisión de su clásico programa en las noches de El Trece, Mirtha Legrand protagonizó uno de los momentos más emotivos de la temporada. El periodista Luis Novaresio, uno de sus invitados, le hizo una pregunta muy personal: “¿Qué es aquello que más añorás en tu vida?”.

La consulta tomó por sorpresa a la conductora, que se quedó en silencio durante unos segundos. Con la voz entrecortada y visiblemente conmovida, respondió: “No te puedo contestar, pero seguramente a mis seres queridos que ya no están conmigo. Mi hermana Goldy, Dani mi hijo, Daniel (Tinayre). Me quedé muy sola”.

Con esas palabras, Mirtha habló del vacío que le dejó la partida de su hermana gemela Silvia “Goldy” Legrand, de su hijo Daniel Andrés “Danielito” Tinayre y de su esposo, el reconocido director y productor Daniel Tinayre.

A pesar de la soledad, la diva resaltó el cariño de sus afectos: “Por eso tengo tantos amigos que quiero muchísimo, además de mi hija, mis nietos y bisnietos”, destacó con una sonrisa emotiva.

Conmovido por la sinceridad de su anfitriona, Novaresio le dedicó unas palabras cargadas de admiración: “Que vos estés acá sentada, laburando, enseñándonos a todos cómo se hace, con qué clase, eso es momentismo absoluto”.

El periodista elogió la fortaleza de Mirtha, quien a sus 98 años sigue activa y transmitiendo su experiencia en cada emisión.

El hijo de Mirtha falleció a los 50 años, el 20 de abril de 1999, a causa de una enfermedad. “Era el ser más bueno que conocí en mi vida”, había contado la conductora en más de una ocasión.

“Perder a un hijo es terrible, es algo de lo que uno no se repone. Su sonrisa no la olvidaré jamás”, confesó.

Sobre sus últimos días, Mirtha recordó: “Él me pidió: ‘Mamá, quiero ir a casa’. Y yo accedí. Le leía libros y diarios cuando estaba en la cama. Le leía y él me miraba…”.

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