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Las trágicas historias que rodean al edificio donde vive Felipe Pettinato

La torre del barrio de Belgrano, donde este lunes a la noche se produjo un incendio que dejó un muerto, fue en la década del ‘80 el escenario de un suicidio que sacudió a toda la farándula argentina.


La justicia investiga las circunstancias en que se produjo en la noche del lunes el incendio en el piso 22 del edificio de Aguilar 2390 (esquina Cabildo), del barrio de Belgrano, en el que resultó herido Felipe Pettinato y murió una persona que se encontraba en el mismo departamento. La memoria popular recuerda, en tanto, que ese mismo edificio fue, en 1986, escenario de otra tragedia que entonces conmovió a todo el ambiente artístico argentino.

Es que, en la noche del 30 de abril de 1986, a los 37 años, la actriz y vedette Thelma Stefani se arrojó al vacío desde el balcón de su departamento en el piso 21 -uno debajo del que ahora vive Felipe Pettinato- de la misma torre de Belgrano, que este lunes se incendió. Ahora, 36 años después de esa tragedia, las circunstancias del suicidio de quien fuera apodada “la Marilyn argentina” continúan rodeadas de misterios, que incluyen ritos de magia negra, supersticiones, depresión y hasta la existencia de una relación amorosa con un encumbrado político argentino.

Stefani nació el 25 de octubre de 1948 en Villa Luro y debutó en el teatro picaresco en 1974. De allí pasó a los teatros de revistas, y también tuvo actuaciones en el cine y la televisión. Pero a pesar de su belleza y de su formación artística en el Teatro Colón, la vedette y actriz no podía obtener actuaciones descollantes que catapultaran su carrera.

Poco antes de su muerte, se había estrenado en los cines argentinos el filme Correccional de mujeres, donde ella hacía un papel jugado como presidiaria. Quería demostrar a la crítica y al público su talento como actriz, que no creía suficientemente reconocido, pero el filme, dirigido por Emilio Vieyra, no tuvo el éxito esperado. Eso, además de otras frustraciones en el amor y en su carrera artística, habrían terminado de abatir su ánimo.

La actriz, que no encontró el lugar que pretendía en el ambiente artístico, tampoco pudo lograr tener un amor que la contuviera. Sin poder hallar una felicidad duradera en los brazos de los hombres, chocaba contra desengaños y caía nuevamente en las garras de la soledad.

Entre sus amores se encuentran el actor y experto en el estudio de los ovnis, Fabio Zerpa, de quien habría tomado su afición por el esoterismo; el productor Rafael Cohen, el actor de Los Superagentes, Ricardo Bauleo, con quien se casó en 1976. Este matrimonio, sin embargo, duró solo seis meses.

La Marilyn argentina habría tenido también algún escarceo con Carlos Monzón y luego con el actor Ricardo Morán. Esta habría sido una de las parejas más queridas por la actriz, pero, según cuenta el periodista de La Nación, Pablo Mascareño, el actor tuvo que rescatarla cuando ella ingería pastillas y también en algún intento de quitarse la vida. La relación terminó por desgastarse y nuevamente quedó en soledad.

Los romances breves y tortuosos y otras decepciones de su carrera sumían a Stefani en estados depresivos profundos, a la vez que obtenía pocas propuestas laborales, lo que dificultaba el progreso de su carrera.

Pero sin dudas uno de los más resonantes romances de la actriz fue el que habría tenido, en 1984, según anunciaban las revistas del corazón, con el entonces gobernador de La Rioja, Carlos Menem. Ambos con fama de apasionados, se habían conocido ya en la década del ‘70, donde habrían tenido un breve romance interrumpido por la llegada de la dictadura militar y la prisión del riojano. Menem se habría alejado de ella cuando empezó a pensar seriamente en ser presidente, pero ellos continuaron una amistad, pese a la inquina que tendría contra la vedette Zulema Yoma.

Se dice incluso que uno de los últimos llamados que realizó la actriz antes de quitarse la vida fue hacia el hombre que luego sería por dos veces presidente de la Argentina.

Pero a la vez que Stefani tropezaba en el amor y no hallaba un lugar destacado en el mundo del espectáculo, crecían los rumores acerca de que ella realizaba extrañas prácticas relacionados con la macumba o la magia negra. Se dice que muchos colegas eran reticentes a trabajar con ella ya que hacía algunos rituales en los camarines o invitaba a los elencos a su departamento y culminaba las cenas con un rito esotérico. Se hablaba también de trances nocturnos de invocación a los muertos.

En ese mismo sentido se cuenta que, pocos días antes de su muerte, el 25 de abril, reunió a un grupo de amigos en la casa de Jorge Gallo, uno de los hombres de su vida. Ese día, antes los azorados comensales, que eran sus mejores amigos, la mujer dijo: “Somos 13, uno va a morir”. Poco después llamó la madre de la actriz para contarle que había muerto un tío suyo. Luego de cortar el teléfono, Stefani dijo: “Ya murió quien tenía que morir”. Pero poco más tarde, uno de los invitados a la cena se descompensó. Y falleció pocos días más tarde.

Esa noche, desplegando sus atributos esotéricos, la actriz les tiró las cartas de tarot a los invitados.

Finalmente, el día 29 de abril, Stefani despidió a su mucama diciéndole que no regresara, porque no tenía más dinero para pagarle. En la noche de esa jornada, incluso pasada la medianoche, la mujer llamó a las personas más cercanas a su vida y se despidió de ellos con frases infrecuentes que tomaron sentido de adiós final luego de que sucediera lo que sucedió.

Es aquí donde la leyenda dice que, en esta tanda de llamados, se habría comunicado con Carlos Menem, que intentó llegar al lugar para evitar la tragedia. Otras versiones señalan que llegó al lugar su novio de entonces, que tocó el portero eléctrico desesperado para que ella no cometiera una locura. Y por el mismo portero, ella le dijo: “Ya bajo, amor”.

Poco más tarde, a las 2.20 de la madrugada del 30 de abril, Stefani agonizaba sobre la calle Aguilar, a metros de Cabildo. El encargado del edificio señaló entonces que el golpe de la caída -de unos 70 metros- había sonado como una explosión. La noticia del suicidio de la actriz ocupó entonces las primeras planas de los diarios y revistas de la época. Y su muerte todavía hoy está rodeada de interrogantes.

De esta manera, el edificio de Aguilar y Cabildo que albergó a la Marilyn argentina se convirtió en el hogar de Felipe Pettinato, apodado el Michael Jackson local, y volvió a ser noticia este martes por una nueva tragedia que tiene como protagonista un famoso.

Extraído de La Nación. 

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