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La importancia de un nuevo pacto de Olivos: pensar el 28 de octubre es una obligación

Por Luciano Fryszberg. Las elecciones están prácticamente juzgadas. El 27 de octubre se terminará este proceso de anomalía presidencial. La transición hasta el 10 de diciembre es larga y disparatada.

El escrutinio final de las PASO, con Alberto Fernández superando por cuatro millones de votos a Mauricio Macri, dejó a un gobierno debilitado, enojado y sin rumbo. El 27 de octubre se terminará este proceso de anomalía de un presidente virtualmente electo pero sin ser elegido. Es importante, por la salud de nuestro país, que el candidato del Frente de Todos saque del corralito del Instituto Patria las medidas económicas y sociales que tomará a partir del 10 de diciembre.

Pensar el 28 de octubre no es una locura sino una obligación de Alberto Fernández y Mauricio Macri. Desde ese día tendremos un Presidente elegido por el pueblo pero que no puede tomar decisiones. La transición será larga. Es necesario que desde ese lunes, los equipos económicos de Fernández empiecen a tomar decisiones. El mercado y la sociedad ya no creen en el actual gobierno y eso inevitablemente lleva a una crisis todavía más fuerte para nuestro pueblo.

Comer, higienizarse, estudiar, trabajar, entre tantas otras cosas, ya no forman parte de la normalidad de la sociedad argentina. Todos los días nos encontramos con historias de vida que son angustiantes. Ir al supermercado es una verdadera odisea. Tener que elegir entre llevar un paquete de fideos, un jabón o guardar la plata para comprar el remedio habla de una economía enferma y sin rumbo.  

Las elecciones están prácticamente juzgadas. Los números son letales. La mayoría de los analistas políticos de nuestro país ya dan por sentenciada la primera vuelta.

“La actual situación económica pone al descubierto la debilidad del gobierno de Macri y, al mismo tiempo, la imposibilidad de percibir el reclamo social. El Gobierno, en su afán por tranquilizar a los mercados, no genera herramientas para los sectores más perjudicados por sus medidas. Las tendencias indican que Alberto Fernández estira la diferencia. En este sentido, un gobierno debilitado políticamente, en medio de una profunda crisis económica, tiene pocas herramientas para incorporar las demandas populares. Por lo tanto, las posibilidades de revertir la elección de agosto en octubre parece algo muy difícil”, afirma Pablo Roma de la consultora Circuitos.

“Si bien las herramientas de la investigación social no pueden predecir el futuro, mucho menos en una coyuntura tan volátil e inestable, sí es posible identificar ciertas tendencias a partir de la observación de la opinión. Con un alto grado de probabilidad de acierto, hoy podemos afirmar, que la distancia entre el Frente de Todos y el oficialismo tiende a ampliarse. Vemos dos indicadores que desarman los argumentos de Marcos Peña. El primero es que los que no votaron en las PASO dividen su voto entre ambas fuerzas y segundo, que el argumento de que la profundización de la crisis es consecuencia del triunfo del “kirchnerismo” no prendió más que en el núcleo duro de votantes de Macri, mientras que cerca del 55% culpa a Macri directamente. Al contrario, si en los próximos meses las consecuencias de la devaluación post-paso se empiezan a sentir con más fuerza, se consolida la probabilidad de aumentar la diferencia tanto para Fernández como para Kicillof. El 28 de octubre habrá que estar muy atentos a lo que haya sucedido en la Ciudad de Buenos Aires, donde hoy está abierta la posibilidad de que Larreta y Lammens vayan a un balotaje, que se disputaría el 22 de Noviembre, en un contexto económico, político y social imprevisible”, dijo Manuel Zunino, analista político y miembro de Proyección M&C.

“La verdad es que no veo mucho margen para un gran cambio de escenario. En principio, la aceleración de la crisis le resta al gobierno toda posibilidad de la difícil empresa de dar vuelta semejante distancia: más allá del núcleo K, un porcentaje significativo de los votantes de Alberto Fernández migraron su voto por rechazo a la gestión económica del Gobierno, situación agravada post PASO. Es probable que el Gobierno mantenga su núcleo duro de votantes y que Fernández se ubique nuevamente más o menos alrededor de los 50 puntos. A menos que surja un evento inesperado, no hay mucho margen de cambio de escenario. Lo que sí, el oficialismo actual deber intentar consolidar o revertir son algunos resultados locales en la provincia de Buenos Aires pensando un nuevo escenario donde serán oposición. Y ver qué pasa en la Ciudad, si hay o no ballotage, que en caso de darse sería una situación de riesgo para Larreta”, sostiene Juan Mayol de OPINAIA.

El lunes 28 de octubre no será un día más. Se hará oficial que tendremos nuevo Presidente. La transición hasta el 10 de diciembre es larga y disparatada. Por ello es importante pensar en un nuevo pacto de Olivos. Por el bien de la república y la sociedad de nuestro país.

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