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La CGT afronta "una crisis de conducción"

Lo expresó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien además negó que la profundización de la división de la central obrera obedezca a una maniobra política del Gobierno.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, advirtió que la CGT afronta "una crisis de conducción" y negó que la profundización de la división de la central obrera obedezca a una maniobra política del Gobierno, contra lo que denunció ayer el jefe de la CGT, Hugo Moyano, quien además ratificó las compulsas del jueves y su búsqueda de re-reelección.

En tanto, el jefe del gremio de los empleados judiciales y directivo de la CGT, el moyanista Julio Piumato, volvió a quejarse de que el Gobierno se "inmiscuye peligrosamente en la vida interna" de la central obrera y sugirió que "a otros dirigentes les sacan carpetas del pasado y los convencen de que no sean tan entusiastas al defender a los trabajadores".

Además, reiteró su crítica al dictamen con el que la cartera laboral aceptó el pedido de impugnación de las internas del jueves, presentado por los "Gordos".

El secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza y referente de los "Gordos" de la CGT, Oscar Lescano, ratificó que el antimoyanismo definirá el martes la fecha del Congreso alternativo de la central obrera para elegir a la nueva conducción y advirtió que Moyano se quedará "solo" porque desde su sector se "siguen pasando" a la oposición.

Incluso, recordó que la convocatoria para ese día la realizó el "secretario adjunto de Moyano" en la CGT, Juan Belén, segundo en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Antonio Caló, principal candidato de la oposición para asumir la nueva conducción de la Secretaría General de la CGT.

En esa línea, alertó que los jefes sindicales que cambian de sector, como el taxista Omar Viviani, lo hacen porque "se dan cuenta de la ilegalidad" de las elecciones internas previstas por el moyanismo para el jueves y recordó que esos comicios ya fueron "invalidados" por el dictamen del Ministerio de Trabajo.

"En la última reunión (del moyanismo) estaba él (por el jefe de la CGT) y tres compañeros más, que ya se pasaron para este lado.

Cada día, se pasa uno más porque se dan cuenta de la ilegalidad (de los comicios que convocó) y la forma caprichosa de conducir", enfatizó Lescano en diálogo con radio Mitre.

Lobais, secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT), denunció que otros "miembros" del entorno de Moyano procuraron que se desafiliaran del gremio que conduce unos "3.000 trabajadores" y advirtió que comenzó a evaluar la posibilidad de no asistir a las internas del jueves.

"(Hace dos semanas) acabábamos de decidir participar en el acto de Plaza de Mayo (al que convocó Moyano) y, lamentablemente, recibimos una cédula del Ministerio de Trabajo en la que me manifestaban que miembros de la CGT actual habían hecho una presentación queriéndome sacar cerca de 3 mil trabajadores", contó en declaraciones radiales.

Producto de esa información, según dijo el jefe sindical, su gremio optó por no ir a la protesta frente a la Casa Rosada contra el Impuesto a las Ganancias sobre los salarios y el tope para el cobro de las asignaciones familiares.

La cartera laboral le comunicó así una presentación realizada a pedido del también moyanista Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines de la República Argentina (SETIA) para pedir el traspaso de esos afiliados.

Hoy, Lobais alertó que tiene una "súper calentura" y recordó que se considera "amigo" de Caló, aunque dijo que, "en caso de no participar (en los comicios previstos para) el 12 (de julio)", "tampoco" lo hará en "los demás".

Tomada, en un reportaje publicado hoy por el diario Página/12, consideró que la profundización de la división en la CGT responde a "una crisis de conducción" en la central obrera, sobre la que opinó que "debe resolverla el movimiento sindical", y, en réplica a Moyano, advirtió: "Intentar adjudicarle el problema al gobierno nacional es un sinsentido".

Piumato, en una entrevista con El Tribuno, de Salta, volvió a quejarse de que el Gobierno se "inmiscuye peligrosamente en la vida interna" de la central obrera.

Asimismo, al evaluar el cambio de sector de algunos gremialistas, como el del ex moyanista Omar Viviani, dijo que, "a lo mejor, a otros dirigentes les sacan carpetas del pasado y los convencen de que no sean tan entusiastas al defender a los trabajadores".