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Golpe de estado en Bolivia: cronología de la crisis política que hizo renunciar a Evo Morales

A tres semanas de las elecciones, el presidente Evo Morales se vio acorralado por las masivas protestas y las denuncias de fraude. Convocó nuevamente a elecciones y finalmente terminó por renunciar a su cargo.

A tres semanas de los comicios presidenciales, Evo Morales renunció a su cargo acorralado por las masivas protestas y las denuncias de fraude. Esta mañana había anunciado que convocaría nuevamente a elecciones.

En febrero de 2016 el presidente Evo Morales llama a un referendo popular para habilitar la posibilidad de competir por un cuarto mandato consecutivo como presidente. La reforma Constitucional fue rechazada en las urnas y morales se vio obligado a presentar un recurso extraordinario ante el Tribunal Supremo Electoral que finalmente aceptó su postulación dos días antes de que venciera el plazo legal para aceptar candidaturas.

La decisión de la Justicia boliviana fue ampliamente rechazada por todo el arco de partidos opositores y organizaciones de la sociedad civil. Hubo movilizaciones en La Paz y movilizaciones en todo el país exigiendo la inhabilitación de Evo Morales.

El domingo 20 de octubre, ante las sospechosas demoras en la difusión del escrutinio provisorio, la oposición comenzó a denunciar posibles maniobras de fraude electoral. Llegada la noche los datos disponibles (84% de mesas escrutadas) indicaban que el opositor Carlos Mesa había logrado el objetivo de forzar una segunda vuelta contra Morales. Según las encuestas, un balotaje permitiría la unificación de la oposición y facilitaría la derrota del actual presidente. No obstante, la diferencia es mínima. Con el 45,28% de los votos contra 38,16%, Morales todavía estaba cerca de alcanzar los 10 puntos de diferencias necesarios para ganar en primera vuelta.

Son cuatro elecciones consecutivas que ganamos. Y lo más importante, hermanas y hermanos, nuevamente tenemos mayoría absoluta en las cámaras de Diputados y Senadores. Ese es el resultado de la conciencia del pueblo boliviano.

El escrutinio provisorio continúan a un ritmo más lento de lo esperado y los opositores comienzan a movilizarse para denunciar el fraude. Desde el oficialismo aseguraban que las demoras se debían a que los datos de las zonas rurales del país tardaban más en llegar. También señalaban que esas mismas zonas eran favorables a Morales y le terminarían dando la victoria.

En la mañana del lunes 21 de octubre el Tribunal Supremo Electoral informa que el escrutinio provisorio -con el 95,63% de los votos escrutados- es 46,4% a 37,07%. Morales queda a menos de un punto de la victoria con más del 4% de las mesas por escrutar.

El anuncio desata violentas protestas en diferentes puntos del país. Carlos Mesa denuncia formalmente que hubo fraude en las elecciones y grupos opositores incendian tres oficinas regionales del Tribunal Superior Electoral en Potosí, Sucre y Cobija.

El martes 22 de octubre diferentes líderes obreros, políticos y de la sociedad civil convocan a una huelga general por tiempo indeterminado. Reclaman la renuncia de Evo Morales. Por su parte, desde el oficialismo proclaman la victoria de Morales en primera vuelta.

El miércoles 23 de octubre, el presidente denuncia en conferencia de prensa que los cuestionamientos a los resultados electorales tienen un trasfondo “racista”, y denuncia que el paro general convocado en diferentes regiones del país “es político y un golpe de Estado”.

Carlos Mesa pide ayuda a la comunidad internacional para evitar que Evo Morales “entre en el camino de una dictadura”. En Santa Cruz, uno de los departamentos que integran la llamada Media Luna, la región más productiva y rica de Bolivia y tradicional bastión de la oposición a Morales, se reportan heridos por enfrentamientos entre simpatizantes oficialistas y opositores. Los primeros choques se registraron cuando comerciantes afines al Movimiento al Socialismo (MAS, el partido de Morales) intentaron cumplir sus actividades con normalidad y fueron atacados por opositores

El jueves 24 de octubre la Organización de los Estados Americanos (OEA) recomienda que se realice la segunda vuelta. Morales denuncia que el organismo “está con el golpe de Estado que impulsa la oposición”.

El viernes 25 de octubre Morales se declara ganador y desafía a la oposición y a la comunidad internacional a contar “voto por voto” si tienen dudas sobre el resultado. Estados Unidos, Colombia y Argentina se suman formalmente al pedido de que se realice la segunda vuelta.

El sábado 26 de octubre el gobierno de Brasil anuncia que “de momento” no reconoce la reelección Morales y apoya una auditoría del proceso electoral como propone la oposición y los observadores internacionales. Recrudecen las protestas y los enfrentamientos en las calles.

El jueves 31 Morales insta en La Paz a sus seguidores y a la oposición a que cese la violencia a la espera de que la Organización de Estados Americanos investigue las denuncias de fraude electoral.

El viernes 1 de noviembre el Tribunal Supremo Electoral formaliza la firma del resultado de las elecciones del 20 de octubre con la victoria de Morales sin necesidad de segunda vuelta.

El sábado 2 de noviembre, dirigentes de comités cívicos de ocho de los nueve departamentos bolivianos le dan un ultimátum de 48 horas a Morales para que renuncie a su cargo y llamaron a las fuerzas armadas a unirse a su reclamo. El líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Camacho, se convierte en una de las caras más radicalizadas de la oposición.

El lunes 4 de noviembre Morales no accede a presentar su renuncia e insta a las fuerzas de seguridad a seguir respaldando al gobierno. Continúan las protestas y los enfrentamientos en las calles.

El miércoles 6 manifestantes opositores incendian el ayuntamiento en Vinto y fuerzan a la alcaldesa a caminar descalza por el pueblo, cubierta de pintura roja, bajo insultos y amenazas.

El viernes 8 dos motines policiales contra la reelección del presidente Evo Morales sacuden Sucre, la capital constitucional de Bolivia, y en la ciudad central de Cochabamba.

 

El sábado 9 el presidente electo Alberto Fernández expresa su respaldo al mandatario de Bolivia “ante el intento de interrumpir el orden constitucional” y advierte que la región y la comunidad internacional deben “actuar ante cualquier hecho que implique un quiebre institucional”. Morales, por su parte, llama a la oposición y las Fuerzas Armadas a entablar un diálogo. Los partidos opositores rechazan el llamado y exigen la renuncia.

El domingo 10 el informe de la OEA revela que hubo “irregularidades” en los comicios de octubre. Se destacan los problemas técnicos del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales, varios casos de falsificación de firmas y actas y hasta una irregularidad en la cantidad de votos recibidos por Morales en el último 5% de los votos.

La Central Obrera Boliviana se distancia del gobierno y le pide a Evo Morales que asuma “la responsabilidad de renunciar para pacificar al país”. Aseguran que “no será cómplice del derramamiento de sangre”.

Las Fuerzas Armadas de Bolivia también le piden la renuncia. “Sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial” , dijo el comandante en jefe Willimas Kalima. Afirman que la solicitud responde a la necesidad de velar por la seguridad nacional.

Renuncian tres ministros del oficialismo, la vicecanciller y el presidente de la Cámara de Diputados. Morales anuncia que convocará nuevamente a elecciones.

En un clima de gran incertidumbre, y luego de que las FFAA le pidieran la renuncia, el presidente boliviano viajó a Chimoré, su tradicional territorio electoral. Evo Morales renuncia a la presidencia por cadena nacional.

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