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Fuga de presos: crónica de un final anunciado

La increíble sangría de reclusos en los últimos meses tuvo su correlato en la toma de rehenes en Tortuguitas.

En los últimos tres meses se registraron 31 fugas en todo el país, en las que se escaparon 90 internos. De ellos, sólo 35 fueron recapturados.

De esas 31 fugas, la de del 9 de septiembre tuvo hoy una repercusión de terror: uno de los evadidos de ese escape, Marcelo Ameijeiras, realizó una toma de rehenes que duró seis horas mantuvo cautiva a una familia junto a un cómplice.

Aquel 9 de septiembre, seis presos se escaparon de la comisaría primera de Moreno, en el oeste del Gran Buenos Aires, donde limaron los barrotes de una celda para luego huir por los techos vecinos.

En ese momento, la Policía difundió la identidad de los prófugos y las causas de sus detenciones: Diego Ariel Miño (robo con armas), Miguel Ángel Ruiz (robo), Horacio Díaz (portación de arma de uso civil), Cristian Ruiz Díaz (robo calificado), Darío Osvaldo López (tentativa de robo) y Brian Chávez (portación ilegal de armas).

De esos seis evadidos, Cristian Ruiz Díaz era, en realidad, Marcelo Ameijeiras, ya que estaba indicado en su prontuario que contaba con "doble identidad". A su vez, cuando el delincuente apareció hoy como el protagonista de la toma de rehenes, se conocieron sus antecedentes.

Con 42 años, y conocido también como "Correntino", Ameijeiras tuvo su primera causa penal cuando tenía 18 años, cometió un homicidio durante un robo en 1997 por el que fue condenado a prisión perpetua y se fugó dos veces de sus lugares de detención.

Sesenta y cinco días después de su escape en Moreno, Ameijeiras tomó de rehén a una familia en Tortuguitas y los mantuvo cautivos por seis horas.

Este es el repaso de las fugas más relevantes de los últimos tiempos:

17 de agosto: un hombre que estaba condenado por varios abusos, se escapó de la Unidad penal 39 de Ituzaingó, tras drogar a un guardia.

21 de agosto: trece reclusos que estaban alojados en el Penal de Ezeiza hicieron un boquete en una celda, cavaron un túnel y cortaron el alambrado perimetral. Aquella fuga provocó la caída de Víctor Hortel, entonces jefe del Servicio Penitenciario Federal.

18 de septiembre: un hombre que estaba condenado a prisión perpetua por un doble crimen logró escapar de la Unidad Penal 11 de Neuquén. Para hacerlo, se escondió en un mueble fabricado en la cárcel. El mismo preso ya había escapado en octubre de 2011 de otro penal.

9 de octubre: seis reclusos se escaparon de la comisaría de Béccar tras limar dos barrotes de una ventana que daba a un patio interno. Luego escaparon corriendo por los techos vecinos.

20 de octubre: dos hombres que estaban detenidos en la subcomisaría de Merlo (en el conurbano bonaerense) escaparon pasando entre los barrotes de una celda de alojamiento provisorio, ya que los calabozos estaban clausurados.

26 de octubre: un ex gendarme que había sido detenido en mayo luego de un raid delictivo en el que mató a un cabo de la Policía Federal, se escapó del penal de máxima seguridad en Marcos Paz. Leandro Szynwelski aprovechó una pelea en el pabellón donde estaba alojado, cortó un alambrado perimetral y se escapó.En Rosario también hubo escapes en la Alcaidía Mayor de la Unidad regional II. En cinco días se produjeron dos hechos y eso motivó el desplazamiento del comisario Walter De Marco, quien era el jefe de esa alcaidía.

31 de octubre: dos presos que eran llevados a la Unidad Penal 9 en La Plata se escaparon. Fue cuando el móvil que los trasladaba chocó contra un árbol porque el chofer esquivó a un perro. Aprovechando la confusión, los presos rompieron dos asientos del vehículo, levantaron un chapón que cubría la baulera y escaparon. Después asaltaron al dueño de una camioneta y huyeron del lugar.Ese mismo día, doce presos se escaparon de la Unidad de Ejecución Penal 2 de General Roca, en Río Negro. Salieron por un túnel de 32 metros de largo que las autoridades penitenciarias habían descubierto unos días antes pero que no habían tapado en forma completa. Nueve de esos fugados fueron recapturados.

5 de noviembre: un preso que estaba enyesado y golpeado por una pelea en la cárcel, se fugó del Penal 1 de Viedma. En esa cárcel, en una semana, se escaparon seis reclusos.