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Frivolo reparto de culpas por la fuga de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci

Mientras que para algunos fueron Macri y Magnetto quienes los dejaron en libertad, para otros el culpable es Aníbal Fernández. Mientras, los asesinos siguen libres.

Es irresponsable y poco serio el nivel de denuncias y acusaciones sobre las acciones que llevaron a la fuga y el fracaso - hasta el momento- de su búsqueda y captura.

Para algunos, Macri, Vidal, Magnetto y Lanata (Jorge) fueron quienes le abrieron la puerta a los criminales. Eso, por lo menos, piensa y dice Aníbal Fernández.

Pero a su vez, desde el otro lado, creen y afirman que Aníbal, convertido en un Pablo Escobar argentino, no sólo guía a los prófugos, sino que además los contrata para seguir vendiendo drogas hasta en los jardines de infancia.

La DEA seguramente estará tomando nota de todo esto, porque rara vez se puede encontrar de manera tan evidente los contactos del narcotráfico con el poder político...

Mientras tanto, gozando de este estúpido cruce mediático, tres asesinos siguen en libertad por la ausencia de sistemas serios de búsqueda y captura acorde a la magnitud del impacto social que produce esta fuga.

El fuego cruzado de acusaciones sin fundamento y defensas con mensajes agresivos e irónicos no contribuyen mas que a confundir a la gente y sumergirla en una sensación de hastio e incredulidad. El narcotráfico, y sus gravísimas consecuencias, no solo libera asesinos. También mata todos los días y sus responsables, cada vez con más dinero en el bolsillo y más sangre en las manos, miran extasiados este increíble ping pong de declaraciones, que suenan fuerte y no dicen nada.

¿Cree alguien que un sistema policial y jurídico que jamás pudo encontrar un sicario y condenarlo, puede ser eficiente para dar con el paradero de estos prófugos?

Los narcos existen, y los cómplices y encubridores poderosos, también. Sólo que para terminar con ellos hace falta algo mas que polémicas mediáticas y acusaciones sin fundamento.