Dando vueltas por ahí: una mirada intrépida por la mágica ciudad de Buenos Aires
La Ciudad de Buenos Aires es tan magnífica y diversa que no sólo logra atraer a turistas y locales para recorrer sus calles, sino también a cibernautas que espían sus más recónditos recovecos desde las redes sociales. Una de las cuentas más exquisitas que ha dado Instagram es “Dando Vueltas por Ahí”. En esta nota, dialogamos con su creadora quien, detrás de pantalla, indaga en los secretos porteños y logra compartir su mirada sobre esta increíble metrópolis.
Vanesa Tito Ferrer es arquitectura. Estudió en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y ostenta con orgullo un posgrado como Especialista en Lógica y Técnica de la Forma.
Como creadora de la cuenta de Instagram @dando_vueltas_x_ahi, logra mostrar una Buenos Aires pocas veces vista a través de la lente de su cámara.La práctica de recorrer la ciudad y tomar fotografías es algo que adquirió desde sus tiempos de estudiante y que continuó ya siendo docente universitaria
“La arquitectura es mi forma de percibir la vida”, dice Vanesa, y continúa: “estudiar esta carrera me enseñó a mirar y a concebir el mundo de una manera muy particular”
-¿Sos arquitecta pero qué "etiqueta" te define mejor en la práctica? ¿Te autodefinís como creadora digital, instagramer...?
-Soy arquitecta desde hace tanto tiempo que es parte de mi ser, todo lo que hago se encuentra atravesado desde algún punto por mi formación académica, desde la manera de pensar en la resolución de un problema cotidiano hasta el desarrollo de un proyecto arquitectónico, es un todo.
-Cuándo nace el interés por mostrar Buenos Aires con una estética casi de cine? ¿Cuál sentís qué es tu diferencial a la hora de contar Buenos Aires?
-Desde mi infancia me encontraba muy conectada con el dibujo como medio de expresión, motivo por el cual mis padres decidieron enviarme a estudiar dibujo y pintura. Participé en concursos ganando a mis 10 añitos, uno donde mi elección a dibujar fue un edificio, ya que era un concurso libre en la calle donde cada niño elegía representar lo que fuera de su interés. Por aquel entonces vivía en Av. Córdoba y Fitz Roy, en el único edificio con cúpula de la zona, cosa que me daba mucha curiosidad…
-Contanos sobre aquellos primeros pasos…
-La primera cúpula que conocí y a la cual pude acceder fue a una de las dos que rematan el edilicio La Inmobiliaria y el mismo día pude subir a conocer el remate del edilicio Otto Wulff. Eso fue hace 25 años. Un domingo salí a caminar sola en busca de material para una clase y me animé a tocar timbre y presentarme en cada lugar para ver si existía la posibilidad de conocer cómo eran estos lugares tan poco conocidos sin imaginar que muchos años más tarde iba a convertirse en una especie de furor el tema de conocer terrazas y cúpulas.
-¿Cómo surgió el nombre "Dando vueltas por ahí"?
-Mucho tiempo después, una amiga que vivía en el extranjero me sugiere que me haga una cuenta de Instagram y lo hice subiendo alguna que otra fotografía sin entender mucho de que se trataba todo este mundillo. La cuenta fue cambiando y también cambio su nombre dejando de ser algo personal para convertirse en una cuenta pública donde compartir mi mirada sobre esta ciudad maravillosa que tenemos con otras personas. El nombre “dando_vueltas_x_ahi” surge a partir de lo que respondía cuando me preguntaban en mis tiempos libres qué estaba haciendo. Muchas veces salía sin un rumbo fijo a donde me llevara el camino, otras me sumaba a algún grupo. De esta forma conocí personas muy interesantes. Con el correr del tiempo encontré en los videos la esencia de lo que deseaba transmitir.
-¿Con qué frecuencia subís material?
-Generalmente no publico automáticamente. De hecho, he visitado un montón de lugares que nunca llegué a publicar. Para mí es parte de mi puesta a tierra, donde me relajo, veo el material obtenido, lo redescubro al hacerlo e inicio la compaginación de los videos según alguna melodía que los mismos me despiertan. No utilizo programas de edición, ni aplicaciones que te ayudan o facilitan el armado de reels. No hago retoques ni modificaciones en el aspecto del video. Me interesa que mis videos reflejen lo más parecido a lo que vieron mis ojos en ese momento y trato de transmitir en ellos una sensación similar a la generada en mí en cada situación. Es un momento muy especial donde necesito estar tranquila para poder realizar estos videos, generalmente es por las noches luego de la jornada laboral.
-¿Y "Buenos Aires escaleras" cómo surge?
-“Buenos Aires Escaleras” surge mucho después por una fascinación muy especial que encuentro por este elemento arquitectónico tan especial como las escaleras que poseen muchos y variados significados según el ángulo de la mirada con la cual sean analizadas.
-¿Ambos proyectos digitales son una vuelta de tuerca a tu profesión de base o son algo meramente lúdico?
-Yo diría que el blog personal me permite compartir lo que quiero y como quiero. Me siento conforme porque hago lo que me gusta
-¿Cómo sentís que los seguidores recepcionan tu trabajo?
-Me alegra mucho cuando la gente me comparte un recuerdo, una anécdota, cuando el video conecta con ellos desde algún lugar, el colegio de su infancia, el barrio, la casa de algún familiar o la propia. Cuando eso sucede es mágico.
-¿Cuáles son los edificios que más disfrutaste mostrar?
-Uno de los edificios que más disfrute mostrar fue cuando hace tiempo pude acceder al Congreso de la Nación. Recorrerlo y acceder a su cúpula fue algo increíble. Nunca lo voy a olvidar. Al igual que al Palacio Dassen que fue otro sueño cumplido. Pero cada lugar al que accedo en ese momento es el mejor del mundo para mí, lo disfruto y agradezco mucho porque siempre hay mucho trabajo por detrás
-¿y cuáles están en carpeta?
-Varios, pero hay tres lugares que hace tiempo quiero conocer y hasta ahora no hay manera: La Torre de la Legislatura con su reloj, la cúpula del edificio Del Molino por dentro y el Edificio Kairuz con su remate, ver esos vitrales, la escalera, el balconcito con las aspas es un sueño que anhelo se me haga realidad. Lo más lindo de iniciar este camino fue más allá de los edificios que amo y disfruto en cada instante de su belleza y grandiosa arquitectura es la gente. Conocí mucha gente en cada etapa de este andar recorriendo la ciudad y sus edificios como por ejemplo mis amigos de “La Patrimoneta”, un grupo fantástico unido por el amor a nuestra ciudad, su arquitectura y su patrimonio y también por supuesto a esos amigos de fierro que me regaló la vida que me bancan siempre en cada ocurrencia.
-Contanos una anécdota sobre las peripecias para encontrar espacios novedosos... ¿Qué fue lo más arriesgado que hiciste para registrar un edificio?
Toco mucho timbre tratando de conectar con alguien para conocer un lugar, dado que generalmente son privados. La más extrema que recuerdo fue el acceso a un campanario muy alto, con muchas escaleras en un día de viento donde se puso complicado el ascenso. Agradezco no tener vértigo y haber podido llegar. Ese lugar creo fue el más arriesgado. Y he subido escaleras caracol altas en lugares sombríos rogando no apareciera un murciélago.
-¿Cómo fue la última experiencia de cruzar el charco para relevar lo mejor del patrimonio uruguayo?
-La experiencia en Uruguay fui en un momento muy particular de mi vida ya que acababa de fallecer mi papá y estaba un tanto desconectada con el tema hasta el punto de casi suspenderlo, pero fue subir al barco con mis amigos y entrar en un paréntesis emocional por unos días. Yo no conocía Montevideo y la primera imagen que me regaló de su puerto realmente me enamoró. Me pareció luego de caminarla bastante cada día una ciudad súper interesante con edificios de gran valor patrimonial. Me cautivó la tranquilidad de sus calles, la calidez y buena predisposición de su gente.
Tuvimos la bendición de alojarnos en el Palacio Salvo y compartir tiempo con el genio de Fernando Carral quien fue y es tan generoso siempre con nosotros. Fueron unos días sumergida en otro mundo, sorprendiéndome a cada paso con alguna obra maravillosa, con este río fabuloso que en esta ciudad se disfruta desde todos lados.
-¿El próximo desafío?
-Nunca se sabe que pasará porque depende de muchos factores. En principio, es poder tener la posibilidad de conocer esos tres lugares tan esperados, volver pronto a Montevideo para poder continuar descubriendo tan maravillosa ciudad y descubrir las maravillas de otros países, pero siempre y lo más importante es seguir dando vueltas x ahí y no perder la capacidad de asombro nunca
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