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Ásatrú: el renacimiento de los dioses vikingos

La religión proveniente de los pueblos germanos, cobra cada vez más fuerza alrededor del mundo.

Cuando uno escucha hablar de los dioses nórdicos como Thor, Odín, Loki o Freya, suele relacionarlos con la época vikinga , (793 d. C. – 1066 d.C), no obstante, su origen es mucho más antiguo.

Entre los siglos VII y XIII se llevó a cabo la cristianización de Escandinavia, cuando en los reinos de Dinamarca, Noruega y Suecia se establecieron sus propias arquidiócesis dependientes del Papa; sin embargo los fieles a los dioses nórdicos permanecieron en la clandestinidad hasta el año 1973 cuando la Asamblea de Islandia reconoció al Ásatrú como religión.

Asatru

El Ásatrú, también conocido como Odinismo o Paganismo Nórdico es la recreación y unificación moderna del paganismo germánico del centro y norte de Europa. Consiste en una tradición cuyas bases se encuentran dentro de la antigua religión practicada por los Varegos, Visigodos y Vikingos. Su fé se vincula con los credos nativos, los textos sagrados y las creencias politeístas previas a la cristianización del Norte de Europa. 

El principio del movimiento Ásatrú se puede decir que  comenzó con el australiano Alexander Rud Mills, quien fundó la primera iglesia Anglicana de Odín; a pesar de ello, después de la Segunda Guerra Mundial, una danesa llamada Else Christensen fue considerada como la “Folk mother”, dado que Rud Mills tenía mucha influencia del cristianismo. 

Hoy en día, la religión tiene más de 40 mil seguidores en el mundo y se registró legalmente en zonas como Islandia, Noruega, Suecia, Dinamarca y España donde cuentan con templos y cementerios propios. 

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La fe Ásatrú se basa en líneas generales al culto a los Dioses pero no sometiéndose a ellos sino de hermandad, a los ancestros y el culto a naturaleza. Más allá de ser una religión es una filosofía de vida como otras religiones orientales”, comentó Gunnar, representante de Hermandad Ásatrú de Cataluña.

Los Asatruar, (seguidores de la religión), deben respetar un código moral compuesto por nueve virtudes: coraje, verdad, honor, fidelidad, disciplina, hospitalidad, laboriosidad, confianza y perseverancia.  Se honra a los antepasados y se cree en una especie de alma inmortal, el Espíritu de los Dioses, que perdura después de la muerte del cuerpo.

Respetando el folklore de la época, los Asatruar se reúnen en un “hof”, (palabra nórdica para "sala"),  decorada con un altar donde puede verse la imagen de Odín, un cuerno ceremonial, runas, bandeja de ofrendas, dagas y velas. En estas reuniones en torno a fogatas, se practican rituales conocidos como Blót, que se llevan a cabo seis veces al año representando la rueda anual, el ciclo del año y consisten en ir al bosque, y hacer ofrendas a la tierra en honor a los dioses  y se reflexiona sobre los antiguos mitos nórdicos.

Los principales Blots de este tipo son: Yule, Ostara, Walpurgis, Midsummer, Hausblót, Vetrnaetr/ Winter Nights.

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Cabe destacar que el Ásatrú no tiene una jerarquía con autoridades religiosas: los grupos de asatruar se organizan a nivel local. Hay sacerdotes o goði que ofician las ceremonias. Tampoco existe un libro sagrado como tal, aunque sí que existen una serie de historias y tradiciones que orientan la fe y el comportamiento de esta religión, por ejemplo: las Eddas y Las Sagas.

Sabiendo que el cristianismo es la religión con más adeptos a nivel mundial, es interesante analizar la lucha de la Ásatrú para ser reconocida oficialmente. “Se trató de un camino emprendido por varios miembros quienes se encontraron tanto con trabas administrativas como por el cristianismo, quienes no ven con buenos ojos la aceptación de un culto politeísta ancestral”, comentó Gunnar. 

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En el año 2007, España logró la aceptación y se convirtió en el quinto país donde el Ásatrú pasó a ser una religión oficial; mientras tanto,  alrededor del mundo cada vez son más los seguidores que se suman a esta antigua religión nórdica. 


“Sigue adelante guerrero, no importa que tan dura sea la batalla” - Hávamál 

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