¿Y la decencia? Argentina récord en videos hot caseros
Las nuevas tecnologías brindan herramientas que otorgan a los protagonistas la posibilidad de sentirse inmersos en un film erótico.
Es obvio que el acontecimiento que puso en primera plana este tema fue la aparición del video íntimo protagonizado por Florencia Peña. Si se revisan los sitios exclusivos donde se puede alojar este tipo de material, se puede afirmar con certeza el crecimiento de las producciones caseras, ya sea en formato video o fotos.
El tráfico actual de material íntimo amateur realizado en Argentina aumentó, según Clarín, alrededor del 50 %. El principal sitio de alojamiento para este tipo de producciones es Poringa, apéndice para adultos de la conocida plataforma Taringa.
Uno de los administradores de Taringa, Hernán Botbol comenta en Clarín que "a los hombres les encanta que la comunidad hable sobre los encantos de sus mujeres; ellas fantasean con la idea de que alguien las reconozca en la calle". Y agrega: "los contenidos que se suben son en su mayoría de parejas a las que no se le ven las caras. En ese sentido la mayoría mantiene la privacidad. Hay quienes disfrutan y se animan pero está el miedo de ser descubierto por alguien que los pueda reconocer".
Si los propios protagonistas de cada realización fílmica son los encargados de subir su material a la Web ocultando sus identidades o revelándolas aún sabiendo el riesgo de ser reconocidos, no habría problemas. Pero si esos videos, que son realizados con consentimiento por quienes lo protagonizan, son subidos sin la aprobación de, al menos, uno de los implicados, la cosa se complica.
¿Qué es lo que lleva a una persona a filmarse y luego decidir subirlo a la red para que otros lo vean?
El sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff, explica en Clarín que se trata de un proceso netamente psicológico. "Es como 'verse' en un film como si uno fuera 'otro'. Muchas veces, esa situación aumenta la excitabilidad erótica, en ocasiones, aumenta la autoestima, ya que, por instantes, ese 'otro' que es uno mismo, es objeto de comentarios, valorizaciones o críticas de todo tipo".
Para la psicoanalista Adriana Guraieb estas prácticas dan cuenta de una transformación de la sexualidad de las personas: "cambiaron los paradigmas que había entre los espacios públicos y los privados", dice. "Todo está permitido en una relación sexual consensuada. Pero es importante prevenir y tomar conciencia de los riesgos que se corren".