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Vuelta a clases: la provincia de Buenos Aires tendrá más requisitos que el protocolo nacional

Prevén que haya medidores de dióxido de carbono en todas las aulas e insistir con los “barbijos de calidad”.

El Gobierno busca dejar atrás el capítulo de las escuelas sin alumnos que afectó a una porción importante del país como secuela de la pandemia de Covid. Para concretar ese objetivo presentó el protocolo “Aula Segura” que contempla la eliminación de las burbujas y la obligatoriedad del barbijo desde primaria.

Es la consigna que impondrá el ministerio de Educación para el inicio del ciclo lectivo 2022 en el sistema de enseñanza pública y privada. Estará sostenido sobre estos pilares: asistencia cuidada, vacunación, ventilación cruzada, uso de barbijo, higiene y distancia social.

Así quedó establecido en un encuentro conjunto de los consejos federales de Educación y de Salud (COFESA) y lo rubricaron las autoridades de las 24 jurisdicciones de Argentina.

En Buenos Aires –una de las provincias que tuvo mayores restricciones para la vuelta a clases presenciales- habrá medidas complementarias.

Según dijeron a Clarín en la Gobernación, a las previsiones avaladas por el COFESA se sumará el funcionamiento de los medidores de dióxido de carbono (CO2) instalados en todas las aulas. Además, el gobierno de Axel Kicillof avanzará con la provisión de “barbijos de calidad” para todos los establecimientos.

Fue uno de los elementos distintivos que planteó el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, cuando se analizó el retorno a la actividad educativa en el distrito.

“Tenemos que cambiar el tapaboca de tela por uno que nos garantice mayor protección y filtrado”, anticipó el funcionario de Salud hace 10 días. Buscarán llevar estos dispositivos a los establecimientos para que “todos los alumnos” puedan tener mejor prevención.

El 2 de marzo regresará la actividad académica en toda la Provincia. Más de 5 millones de niños y adolescentes comenzarán el camino de retorno a la “nueva normalidad”. Buenos Aires retomó la presencialidad a principios de 2021 (después de realizar educación virtual en todo 2020) y a las cuatro semanas se interrumpió por la segunda ola de coronavirus.

A partir de allí las escuelas bonaerenses tuvieron un funcionamiento irregular. Hasta que a fines de octubre del año pasado, en jardines, primarias y secundarias comenzaron a retomar el aprendizaje “cara a cara”.

En el medio de ese proceso de restricciones en el sistema educativo hubo cambios de ministros: en Nación, asumió Jaime Perczyk y en Provincia, Agustina Vila fue reemplazada por Alberto Sileoni.

Los nuevos funcionarios buscaron variantes para volver a la presencialidad escolar. También el contexto epidemiológico es otro. El 92% del personal docente completó el esquema de inmunización, mientras 43% ya recibió dosis de refuerzo, según informó la ministra de Salud, Carla Vizzotti.

Los gremios docentes resultaron aliados al Gobierno con sus posiciones favorables a la virtualidad. También fue necesario avanzar en gestiones oficiales ante los dirigentes. Por ahora, no plantearon rechazos a la nueva impronta gubernamental.

El 21 de febrero comienza un nuevo ciclo lectivo en la ciudad de Buenos Aires y en Mendoza, el 2 de marzo en el resto de las provincias. En Buenos Aires, una semana después será el turno de los secundarios.

El protocolo aprobado este jueves plantea que ante la presencia de síntomas o malestar general -asociado o no a Covid-19-, el personal y los alumnos no deben acudir a la escuela y deben permanecer en aislamiento según los criterios vigentes.

Aclara que si los síntomas no son compatibles con Covid-19, a las 24 horas puede volver a la escuela. Si el caso es positivo de coronavirus “se debe cumplir el aislamiento, así como de las medidas ante contactos estrechos según condición de vacunación”.

Tal como lo adelantó CABA, en todos los niveles de enseñanza se eliminó la modalidad de “burbujas”, y se aclara que “ la sospecha y confirmación de casos no implica necesariamente el cierre del aula ni la interrupción de las clases presenciales”.

En cuanto al uso del barbijo, el protocolo presentado este jueves establece que, en los espacios cerrados, los estudiantes “desde el nivel primario” y todos los adultos que trabajen en los establecimientos educativos deberán utilizar barbijo, Habrá que mantener una correcta ventilación cruzada y constante en las aulas, reforzar las medidas de higiene y desinfección y promover distancia social en aquellos sectores donde no se utilice el barbijo.

El ministro Perczyk anticipó que el 2022 será “un ciclo lectivo que repare, que reconstruya, que reencuentre y que recupere" luego de dos años de pandemia.

Un informe preliminar realizado a mediados de 2021 por Educación determinó que casi 1,5 millones de estudiantes se “desvincularon” del proceso de enseñanza formal en los dos años de impacto del COVID. Los programas de revinculación habrían logrado acercar al 60% de ese total. La vuelta a clases presenciales sin limitaciones podría achicar ese universo de alumnos que quedó al margen del sistema.

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