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Una muerte que se podía haber evitado

Un hombre de 33 años fue hallado muerto a puñaladas en plena avenida Cabildo, en el barrio porteño de Belgrano. Su pareja, una mujer con múltiples antecedentes penales y un largo historial de violencia, está detenida como principal sospechosa. Los vecinos ya advertían que la relación era explosiva y marcada por el conflicto constante.

Una relación tóxica con un trágico final. La historia detrás del hombre encontrado muerto a puñaladas en Belgrano. Por el hecho está detenida la pareja de la víctima. Todos los vecinos de la mujer relataron el contexto de las peleas y violencia que terminó con el hombre apuñalado en plena avenida Cabildo.

Desesperados gritos, el portero eléctrico del edificio completamente destrozado, un mensaje escrito en la calle y puñaladas. Estos son algunos de los escabrosos detalles detrás del confuso episodio ocurrido la madrugada del viernes en el barrio porteño de Belgrano, donde un hombre de 33 años fue encontrado sin vida sobre la avenida Cabildo y Roosevelt. Junto a él, su novia, la única detenida por el caso. Los primeros datos de la investigación indican que el lugar donde aparece el cuerpo es el último escenario de una historia de violencia que comenzó a unas dos cuadras de allí, hace ya varios meses.

La mujer detenida declaró ante la Policía que ambos se encontraban en su departamento, situado en Rivera y Ciudad de La Paz, y que, después de una discusión, el hombre se ocasionó él mismo las lesiones con el cuchillo en distintas zonas del cuerpo. Luego descendió hacia la calle, donde finalmente cayó inconsciente. Magdalena A., de 40 años, fue detenida tras el asesinato de su novio en Cabildo y Roosevelt. Tiene un extensísimo prontuario delictivo por hechos ocurridos entre 2017 y 2024; fue detenida más de diez veces en los últimos siete años.

Imágenes de cámaras en la zona muestran a la pareja caminando separada hacia la esquina de Roosevelt. Poco antes del ataque, primero aparece el hombre cruzando la calle a paso rápido y, pocos metros detrás, camina Magdalena. Ya en la esquina, se ve a la mujer sacar un cuchillo y apuñalar al hombre, que logra darse vuelta e intenta defenderse propinando un golpe a la mujer.

Según los vecinos, los episodios de violencia, las reiteradas peleas, gritos y consumo de drogas eran una constante en esa tóxica relación.

Fuentes policiales indicaron que la mujer, que es la única persona detenida por el hecho, declaró que ambos se encontraban en su departamento y que, tras una discusión, el hombre se habría ocasionado las lesiones con un cuchillo para después bajar a la calle, donde finalmente perdió el conocimiento. Las imágenes de las cámaras echan por tierra la versión de la mujer, a quien la madre le había dejado la casa. Magdalena tiene serios problemas de adicción; era habitual que el hombre viniera a gritarle “¡Abrime, abrime!”. Se cagaban a palos. Era una relación amor-odio. Todo muy tóxico. Era insoportable. “Hace un mes y medio se agarraron a palos. El pibe iba y venía”, dijo un vecino que vive a una cuadra del edificio.

Otra vez me toca relatarles una muerte evitable, una relación tóxica entre enfermos que deberían estar internados o presos, según decida la Justicia. Pero es habitual que los jueces se laven las manos y no decidan nada importante...

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