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Un cuento chino: ¿por qué la hinchada de Boca escrachó a Carlos Zannini?

Es poco inusual que la hinchada de Boca escrache a alguien. Pero con el ex candidato a vice de Scioli había una historia pendiente.

Por Jorge D. Boimvaser

@boimvaser

 

La hinchada de Boca Juniors tuvo varios referentes políticos en las últimas tres décadas. En los 80, cuando el jefe de la "12" era "Quique el carnicero", el puntero político en el barrio fue Carlos Bello, líder de la UCR y hombres del riñón de Raúl Alfonsín.

"Quique" sucumbió cuando un hombre de Lorenzo Miguel y las "62 organizaciones" pusieron a un hombre bravo de los grupos de choque sindicales en el paravalanchas principal de la Bombonera.

José Barrita ("el abuelo", por su prematura cabellera blanca)  fue el continuador del carnicero (en realidad tenía una marisquería de alta gama enfrente al estadio) hasta que después de una trágica jornada en la cual murieron dos hinchas riverplatenses baleados a la salida de la cancha, después "el abuelo" le pidió a Rafael Di Zeo que tomaran la posta sabiendo que nunca volvería a su lugar.

Incidentes de tono político nunca hubo en la barra xeneize, así que hay que buscar lo que ocurrió con Zannini hace días por otra variante hasta ahora desconocida salvo en el corazón del Planeta Boca.


Adrián "El panadero"  Napolitano era un personaje que no gustaba en el entorno de la "12".  Hasta que insólito raíd con el gas pimienta le arruinó a Boca la posibilidad de clasificar en aquel postergado partido con River en la Bombonera.

Ya la "12" había tenido un incidente en Venezuela con este personaje cuando se supo que había pedido dinero a varios empresarios en nombre de la "12".

Nos cuentan que Fernando Di Zeo (hermano de Rafael) lo encaró mal en el lobby de un hotel y al panadero Napolitano lo sacaron del lugar  y regresó a Buenos Aires protegido por Patricia Alzú, la esposa de Zannini.

El referente del Panadero Napolitano era el secretario de la Presidencia, quien a cambio de esa relación se encargaba de llevar gente a los actos del kirchnerismo.

Nada es gratuito en ese mundillo, no es una novedad.

Después del incidente del gas pimienta fue Carlos Zannini quien le tiró una soga al rubio hincha cuando todos en Boca hacían cola para buscarlo, y no precisamente para darle las gracias.

La "12" no olvidó aquel desgraciado incidente y el domingo en que Zannini quiso ocupar un lugar en la tribuna le pasó la factura.


Quienes no sabían de aquella relación de Zannini con Napolitano lo insultaron prendiéndose al primer murmullo, y después se armó la batahola por todos conocida.

El trasfondo del incidente no fue político sino extra deportivo.