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Todos podemos mover objetos con el "poder de la mente"

Como lo hace esta famosa psíquica rusa, cualquiera puede obtener los mismos resultados. Te revelamos el secreto.

Como ya he comentado en notas anteriores (ver notas sobre "los cuerpos magnéticos" y el "caso Yermolaev"), las décadas del 60' y '70 fueron sumamente fructíferas en materia de presuntos dotados paranormales provenientes de la ex URSS. Por aquel entonces apenas contábamos con los relatos escritos por periodistas o parapsicólogos hasta que salieron a la luz varias filmaciones que permitieron tener un conocimiento más acabado acerca de estas proezas. Entre ellas se destacó Alla Vinogradova, una mujer rusa que movilizaba diferentes objetos sobre una superficie lisa, sin tocarlos y con solo acercar su mano a ellos.

Cigarrillos, tubos de metal, pelotitas, lapiceras, etc., eran repelidos por su mano y danzaban sobre una superficie transparente sin observarse movimientos extraños que delataran algún truco.


Desde un comienzo se barajaron diversas hipótesis sobre los poderes de esta mujer que era maestra, psicóloga y trabajaba en el Instituto de Investigación de la Academia de Ciencias Pedagógicas de Moscú. Su inspiración en estos quehaceres paranormales le provino de su compatriota Nina Kulagina, otra destacada rusa de quien me ocuparé oportunamente y que también gozaba del supuesto atributo de mover objetos con el poder de su mente.

El principal promotor de Vinogradova era su propio esposo Viktor G. Adamenko, físico ruso del Instituto de Radiofísica de Moscú. A diferencia de los otros psíquicos, en el caso de Vinogradova nunca se mencionaban sospechas de fraude alguno. Y estaban en lo cierto, no existía. El fenómeno era real pero no siempre las explicaciones eran acertadas.


El eslabón perdido

El Dr. Adamenko dio la clave de la capacidad de su esposa, él mismo señalaba que en las experiencias que compartieron encontró "una gran cantidad de energía electrostática (ES) condensada alrededor de los objetos (supuestamente suficiente para encender un tubo de neón)". A partir de sus resultados creía que "puede haber individuos que tienen la habilidad para construir a voluntad un campo ES en la superficie del cuerpo y proyectarlo como le fuera requerido" [Defense Intelligence Agency Document: Soviet and Czechoslovakian Parapsychology Research - USSR, April 1975].


Tecnicismos al margen, que por cierto eran correctos en cuanto a que la energía electrostática era la responsable del efecto, lo que no mencionaba Adamenko era el "secretito" que tenía su esposa para construir ese 'campito'. Hubo que esperar varios años para obtener los detalles que faltaban sobre la verdadera actuación de Vinogradova y, mientras tanto, paradójicamente se la siguió asociando a cuestiones parapsicológicas y de telekinesis o psicokinesis.


El eslabón encontrado

La primera mención que recuerdo sobre el accionar de Vinogradova tras bambalinas, proviene del Dr. Eduardo Balanovski, un físico argentino que se aventuró en el terreno de la investigación parapsicológica cuando trabajaba en el Imperial College de la Universidad de Londres. En su libro señala: "El caso de Alla Vinogradova es menos claro. He visto un film realizado en la Unión Soviética por su marido (el físico Viktor Adamenko) que muestra como Vinogradova mueve la aguja de una brújula y pequeños objetos sobre una mesa, en forma menos efectiva que Kulagina. Digo esto porque Vinogradova -para hacer lo que ella llama 'precalentamiento', antes de comenzar una sesión- se frota enérgicamente las manos una contra otra, y también contra su ropa. Esto, evidentemente, crea campos electrostáticos bastante elevados..." [Balanovski, E. Los Fenómenos Paranormales. Edit. Gedisa, Barcelona, 1982, p. 52].

Quince años después se publica un trabajo aún más revelador sobre esta cuestión del "precalentamiento" de Vinogradova. El psicólogo e investigador italiano Massimo Polidoro no sólo retomó el caso sino que aportó un comentario que le hizo el mago James Randi al respecto, cuando filmó parte de su documental "Los Secretos de los Psíquicos" en Rusia (NOVA, 1993). Randi le contó que en dicha oportunidad el equipo de producción invitó a Vinogradova a participar del documental demostrando sus habilidades. Ella aceptó con la condición de que el ilusionista se mantuviese alejado de la habitación donde realizaría la filmación. Él no se opuso porque estimó que era una magnífica oportunidad para registrar desde todos los ángulos la performance de la psíquica rusa. Aún cuando, por falta de espacio, no se incluyó en dicho documental la grabación de Vinogradova, Randi pudo conseguir una copia del material sin editar que luego le exhibió a Polidoro. ¿Qué descubrieron?


Así relató Polidoro parte de los detalles de esa filmación: "se veía a Vinogradova discutiendo en ruso con los operadores, luego caminaba ida y vuelta sobre la gruesa alfombra, peinando su cabello, y frotando con una toalla la superficie de una placa de acrílico ubicada sobre cuatro copas de vino invertidas sobre una mesa. Era un frío y crudo día de invierno. Después de esta preparación, demostró sus habilidades con diversos objetos: cigarrillos, lapiceras, anillos de plástico, una pequeña matrioska de madera, un tubo pequeño de spray para el cabello y un pequeño vaso. Todos los objetos se movieron con bastante libertad, tal cual se había visto en películas anteriores...".

De regreso a Italia, Polidoro se reunió con sus colegas Luigi Garlaschelli y Franco Ramaccini del CICAP (Comitato Italiano per il Controllo delle Affermazioni sulle Pseudoscienze) para poner a prueba la teoría de la electricidad estática. Según cuenta, "Ramaccini preparó una placa de acrílico y nos mostró lo fácil que es mover cualquier tipo de objeto redondeado sobre esta superficie, sólo utilizando la fuerza repelente de cargas 'iguales' de electricidad estática. Por supuesto, el efecto es mucho mejor si la superficie se carga eléctricamente frotando una toalla -o incluso sólo una mano- sobre esta..." [Secrets of a Russian psychic - truth behind Alla Vinogradova's psychokinetic ability, The Skeptical Inquirer, Vol. 21, No. 24, July/August 1997, pp. 44-47].

Manos a la obra

Si bien Randi y Polidoro gozan de mi confianza, lamentablemente nunca pude ver el film al que se refieren y tampoco la reproducción que hicieron con Ramaccini en el CICAP. Por lo tanto decidí, alentado por esta última lectura, llevar a cabo mi propia experiencia 'al mejor estilo Vinogradova'.

El resultado es el que se ve en el siguiente video que, gracias a la inestimable colaboración de mi amigo ilusionista Esteban Manazza, ya está digitalizado para compartirlo. Es una filmación casera, con cámara fija, que realicé la noche del 21/08/97. Este dato no es menor puesto que en esa fecha hacía mucho frío y, para mayor fortuna, fue una noche con poquísima humedad.

Si el lector prestó atención a todos los destacados en negrita que he hecho durante la redacción, ya puede imaginar que las claves para repetir los efectos de Vinagradova son: electricidad estática, ambiente frío y seco, disposición de una placa de acrílico y pequeños objetos. Es importante generar una inducción y auto-inducción de carga electrostática por frotamiento de la placa de acrílico y manos (o cuerpo) del operador respectivamente. En mi caso, no disponía de alfombra y fue suficiente un paño con fibras sintéticas para frotar la placa y mis manos.

Durante la experiencia movilicé varios objetos y en el siguiente orden: un tubo metálico para habanos, un cigarrillo, una lapicera Bic, un vaso plástico y la típica cápsula de plástico de los huevos Kinder. Como se puede apreciar y de acuerdo a mis resultados, lo que afirmó Vinogradova al final del primer video, tampoco se sostiene: "Creo que algunas personas simplemente nacen con más energía psíquica. Sobretodo, creo que la mayoría de las personas que tienen esta clase especial de energía están en Rusia." Tendría que responderle con una pregunta: "¿y por Buenos Aires cómo andamos?".