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"Sí, estamos separados" lectura

*Por Noelia Santone. En plena ola de rumores que hablan de una crisis, la pareja que acreditaba trece años juntos, tres hijos en común y que se casó en 2009, decidió tomarse un tiempo. La actriz le confesó a Paparazzi: "Con Sebastián estamos viviendo una impasse".

Hace diez días, finalizó el matrimonio entre el productor y la ex modelo. Sebastián se mudó a un departamento, y en el colegio de los chicos ya conocen la mala noticia. "Hubiésemos preferido que la noticia no trascendiera", contó Valdés.

Trece años no es poco, claro que no. Más si se trata de amor. Allá por 1998, cuando los caminos de Sebastián Ortega y Guillermina Valdés se cruzaron mientras él descansaba y ella cumplía con obligaciones laborales en una coqueta playa de Punta del Este, ninguno imaginaba qué tendría definido el destino para ellos. Sólo se entendía que el productor se había deslumbrado con la belleza de la modelo, y que ella estaba recién llegada deMiami. Ante la insistencia del hijo de Palito Ortega y Evangelina Salazar por acercarse a la bella rubia, un fotógrafo amigo de él ofició de Cupido y terminó presentándolos. Y, sin dudas, se concretó el famoso "amor a primera vista". Tan fuerte fue lo que empezaron a sentir el uno por el otro que nunca más pasaron un día sin contactarse. Y quince días después de conocerse, ya estaban viviendo juntos. Convivencia que incluyó de todo. Desde la llegada de tres hijos (Dante, de 10; Paloma, de 8, y Helena, de 6) hasta el despegue de Sebastián de Ideas del Sur, la empresa de Marcelo Tinelli, donde estuvo trabajando varios años, tanto en la etapa en Telefe como en la de Canal 9 , para armar Underground, su propia productora, que ya lleva varias ficciones exitosas en su haber, unos cuantos premios Martín Fierro ganados y hoy tiene al aire Un año para recordar, protagonizada por Carla Peterson y Gastón Pauls. En todo ese tiempo no trascendió un sí ni un no entre la pareja. Mientras, Guillermina buscaba dar los últimos pasos de su carrera sobre las pasarelas e inclinarse por la actuación, para lo que estudiaba teatro a diario.

Hasta que en septiembre de 2009, la pareja se prestó a la formalidad pasando por el Registro Civil. Fiel al estilo descontracturado que mantuvieron a lo largo del tiempo, no permitieron ni que los hijos presenciaran la unión, y el festejo fue íntimo y reservado.

Un antes y un después. Todo indica que 2010 fue un año bisagra en la relación. Ya avanzada la tira Botineras (que recreaba los pormenores del mundo futbolístico), el socio de Sebastián promovió la incorporación de Valdés a la historia como esposa de Christian Sancho, quien recreaba a un deportista homosexual.Aunque Ortega no estaba de acuerdo con la decisión que habían tomado su compañero junto con su mujer, terminó aceptando la realidad.

Pero públicamente siempre dejó en claro que le costaba adaptarse a la idea y que no le caía del todo bien que su amada se besase con otro hombre aunque, también, fuese uno de los que oficiaron de celestinos para llegar hasta la mannequin. Totalmente predispuesta a continuar su rutina como madre y esposa, también buscó combinar esas actividades con el rol que le tocó en la novela, pero ese resultó el principio del fin.

Cada uno por su lado. En las primeros horas de abril, exactamente hace diez días, después de una fuerte crisis que derivó en algunos intentos marcados por salvar el matrimonio, Sebastián y Guillermina dieron por finalizada la relación. Ruptura que ya incluyó la mundanza de él a otro departamento, y la posterior tarea de comunicar la difícil noticia en la escuela de los chicos.

En la tarde del miércoles y ante los rumores, Paparazzi se comunicó con Valdés, quien confirmó las versiones: "Como cualquier pareja que lleva muchos años juntos, con Sebastián estamos pasando por una impasse. Nuestra intención no era que se hiciese público, pero entendemos que nuestros chicos van al colegio y que son cosas que trascienden. Y sí, te confirmo que estamos separados. Agradezco enormemente que me llamen para chequear la información, pero no estoy pasando por un momento donde me guste dar notas.

No te puedo decir si es algo definitivo o no. Pero sí quiero dejar bien en claro que el vínculo con Sebas está y se mantiene en muy buenos términos. Siempre fui predispuesta a la hora de charlar con la prensa, pero insisto en que ahora no tengo nada más para decir. Muchas gracias por el llamado...", dijo. ¿Será un distanciamiento pasajero o nunca más volverán a compartir el mismo techo? Que sea lo mejor para los dos.