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Ser calvo no es tan malo: conocé las ventajas de perder el pelo

Los hombres buscan por todos los medios evitar la caída del cabello. Sin embargo, quedarse pelado tiene sus beneficios.

En busca de mantener nuestras espesas o prolijas cabelleras, a través de los años buscamos prevenciones y soluciones a la calvicie; a tal punto que gastamos unos US$3.500 millones cada año en intentar curarla. Tal y como dijo Bill Gates el año pasado, eso es bastante más de lo que invertimos en controlar la malaria (unos US$154 millones al año).

Según una encuesta de 2009 de la Sociedad internacional de Cirugía para la Restauración del Cabello (ISHRS, por sus siglas en inglés), cerca del 60% de los hombres preferiría tener la cabeza llena de pelo que tener más dinero o amigos. Sin embargo, quedarse pelado tiene más beneficios de los que se cree.

Los hombres calvos son vistos como más inteligentes, dominantes y de mayor estatus social; sus brillantes cabezas peladas podrían ayudarles a seducir a las mujeres o acumular mayor respeto social, según la BBC.

Mitos falsos

Debido a su carácter ineluctable, a través de los siglos se creía que la calvicie era un paso evolutivo del ser humano y que era un símbolo de la masculinidad, pues las mujeres no atravesaban el proceso. Sin embargo, los hombres calvos no son más viriles ni tienen niveles de testosterona más altos que los demás por haber perdido su cabello.

Aristóteles creía que la calvicie la causaba el sexo. Durante la época romana, culparon a los pesados cascos de metal de una epidemia entre los soldados.

Otras teorías culpaban a la "sequedad del cerebro", la cual se pensaba que separaba la cabeza del pelo y que hacían que el cerebro se encogiera, la polución del aire o un mal corte de pelo.

En 1897, una ola de pánico recorrió el mundo luego de que un dermatólogo francés anunciara que había descubierto la causa verdadera: un microbio. Barberos y revistas médicas anunciaron que los peines debían lavarse en agua hervida con regularidad.

Atributos de los calvos

"En general, en la naturaleza, cuando los hombres tienen algo que las mujeres no, esa característica actúa como una señal", dice Frank Muscarella, psicólogo de la Universidad de Barry, en EE.UU.

La mayoría de esos atributos "sexualmente dismórficos" tienen algo más en común. "Suelen vincularse a la dominación y a mayores oportunidades reproductivas", dice Muscarella.

En otras palabras, ser calvo podría hacer a ese ser humano el equivalente a un pavo real con su abanico de plumas de colores extendido; podría haber evolucionado porque les resulta atractivo a las mujeres.

Algunos estudios han mostrado que las mujeres no encuentran a los hombres calvos más sexy, pero puede que esto se deba a que suelen ser mayores, y la vejez no es atractiva.

"Sabemos que (algunas) mujeres se sienten atraídas hacia hombres con un alto estatus social, así que incluso aunque no sean físicamente atractivos, (la calvicie) podría agregar una especie de atractivo no-físico", dice Muscarella, quien comenzó a investigar el asunto en 2004.

Muscarella le pidió a un amigo peluquero "que cortara pelucas de hombre; una que pareciera la cabellera completa, otra que tuviera entradas y otra como si se hubiera quedado calvo", explica.

El investigador tomó algunas fotos a seis estudiantes con las pelucas puestas. "Se veían horribles", recuerda. Gracias a la edición de las fotos en la computadora hicieron parecer su aspecto más natural.

Así las imágenes a una prueba: las mostraron a 101 hombres y a 101 mujeres, todos ellos estudiantes de psicología, y les pidieron que las calificaran según el nivel de atractivo y los aspectos de su personalidad.

Quienes estaban calvos y quienes tenían entradas no fueron considerados tan físicamente atractivos como los demás, pero los superaban en una categoría: eran calificados como más inteligentes, influyentes, educados, honestos, amables y de mayor clase social, rasgos que, en general, pertenecen a lo que se conoce como "madurez social". Además, fueron percibidos como menos agresivos.

"Los primeros hombres corrían por ahí completamente desnudos y velludos, así que si nos imaginamos una enorme cabeza peluda, un gran bigote -y todo tipo de vello corporal- probablemente tenían un aspecto muy amenazador", dice Muscarella.

Quedarse calvo puede haber sido una forma de separar a los hombres maduros y de mayor estatus social de los adolescentes hostiles.