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Rock: un “el abuelo cool” que fue mutando pero que mantiene su filosofía de vida 

Si bien el rock transmutó a través de la historia, su identidad de denuncia social continúa presente en cada generación. 

Si bien el Rock tuvo sus orígenes en 1950 cuando en Estados Unidos se fusionaron los géneros de la música popular de la época como el Country y el Rhythm and Blues, a lo largo de la historia este género sufrió un sinfín de cambios marcando a cada generación con un estilo diferente que lo represente

Típicamente, el Rock era reconocido por la predominancia de la guitarra eléctrica, con canciones de compás 4/4 y una estructura verso-estribillo. Pero en su evolución estas características se fueron perdiendo para dar pie a otros estilos, muchos de ellos marcados por las herramientas que otorgan las nuevas tecnologías. 

En líneas generales las temáticas de sus canciones apuntan a lo social, lo político y también el amor y la emoción, haciendo énfasis sobre todo en aspectos como la composición, la performance en vivo y la originalidad.

Los diversos estilos del Rock han servido a lo largo de las décadas como aquella bandera contracultural y antisistema, de denuncia social, de reclamos de las minorías del mundo durante décadas de comportamiento imperialista. En el caso de Argentina, por ejemplo, durante la dictadura militar de los 70, este género musical se estableció como el estandarte más representativo de los jóvenes; personajes que no temían decir lo que pensaban en un contexto de cultura del miedo y violación contra los Derechos Humanos.

Hoy, los nuevos referentes de la escena escriben sus propias reglas, no temen mezclar géneros musicales, sexuales, formas de vestir, ni formatos y salen a copar la cancha sin prejuicios. Hoy los rockstars son otros, porque no sólo cambiaron las figuras, sino los modos y tiempos para hacer y consumir música. Más permeables a los híbridos, a la experimentación y con una adaptación al cambio cada vez más rápida.


Esto no es de extrañar, el Rock siempre fue mutando a otros género a través de la historia, desde su comienzo con Elvis Presley, Chuck Berry, Little Richard, hasta The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks, en los 60, el New Metal durante los 90 con Rage Against The Machine, Limp Bizkit, Korn, Linkin Park y el regreso a las “garage bands” en los 2000 con influencias y enfoques más alternativos por ejemplo, The Hives, Kings of Leon o The Strokes.

Por el contrario, el cambio del Rock de los 2000 al actual, o, dicho en otras palabras: el traspaso generacional del rock de los millennials al de los centennials, continúa generando muchos encuentros y desencuentros causando el famoso “el rock murió en los 2000”. 

Según el músico y compositor Nazareno Antolini, si bien el rock transmutó a otros subgéneros, la filosofía e ideología del mismo en lo que refiere a la necesidad de gritar y denunciar lo que te pasa en el día a día o lo que ves en el sistema, continúa intacta. “Yo no creo que haya que adaptar el rock a las generaciones sino que cada generación va tomando su posta y la va convirtiendo en algo nuevo. Obviamente no podría yo tomar el rol de decir: ´hoy el rock es una cosa´, porque hay diferentes grupos que se sienten identificados con diferentes luchas y justamente lo expresan desde su perspectiva”, comentó. 


El rock como género perdió un montón de lugar y lo que quedó fue el ideal. Para mí el rock es algo que rompe con la lógica de lo que vivimos en el día a día y se vuelve una filosofía. ¿Por qué rompe con la lógica? Porque el capitalismo se encargó de decirnos que teníamos que hacer las cosas de una determinada manera y el rock, desde los 50's, viene de los sectores más oprimidos entonces, el rock es el corazón de la música; esta cosa que te bombea la sangre y te lleva a querer saltar al pogo de la vida y en ese ritual, de alguna manera exorcizar aquello que te esté pasando. Se vuelve un espacio de sanación”, expresó Nazareno y agregó, “El rock y la música no pueden no ir de la mano, podemos decir que hubo varios géneros que fueron fundamentales para su creación pero el rock es la música popular por default, por lo que genera y por lo que contagia, es algo que trasciende la música, es la manera en la que encaras la vida”.

No obstante, en la actualidad no sólo nos encontramos con un cambio ideológico sino también con un cambio en la composición musical, donde el boom del Home Studio fomentó la utilización de los efectos de sonido que muchas veces rompen con la artesanía de la composición instrumental y al mismo tiempo, termina generando un abuso de los efectos en la voz. 

“Hoy el Home Studio da un abanico de posibilidades a las bandas que recién comienzan para que puedan crear y conectar con otros artistas para hacer música en línea. Entonces termina achicando esta brecha que había antes donde tenías que conectar con músicos de tu barrio para poder ensayar y tener habilidades musicales. Hoy, no se reduce todo a saber tocar un instrumento, sino también al manejo de redes sociales, edición de audio y video, es decir a toda esa puesta en escena que implica el contexto de la nueva era digital”, afirmó Antolini. 


“La tecnología generó que nos encontremos con una pluralidad de voces que son muy buenas.  Ahora bien, desde el lado negativo, nos encontramos con una búsqueda de voces que quedan en la superficie e hizo que muchos artistas esten constantemente buscando sacar del horno contenido nuevo, lo cual, termina forzando que la curva del aprendizaje quede en función de la demanda de la gente y no haya artesanía en la música. No es que piense que este mal sino que apura el proceso creativo del artista y termina perjudicando el desarrollo de cada individuo”, agregó. 

Para el artista, el Rock no murió sino que se resignificó; en actitud “se fue entibicieciendo” y la lucha fue tomada por otros géneros que hoy “tumban el club”. “El rock de alguna manera no es popular porque responde a un paradigma que ya no hace sentir identificada a la juventud, justamente por la representación negativa que le quedó al rock de antes: un lugar machista, de abuso de poder, que no daba espacio a las mujeres u otros sectores. En definitiva está bien que el rock de alguna manera haya muerto en ese lugar para dar espacio al cambio. Está bien que la gente que le guste el rock clásico se quede con eso entendiendo que es parte de una historia para poder analizarlas y ver qué cosas no nos gustaría repetir”, finalizó Antolini.


Instagram: @elnueveonce

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