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Rial: "Tengo derecho a ser feliz"

Jorge Rial habló en primera persona y relató cada detalle de su romance con Mariana Antoniale en Paparazzi. Te contamos todo lo que dijo.

El viaje que realizaron Jorge Rial y Mariana Antoniale provocó un revuelco mediático enorme, tan grande que el propio Rial decidió tomarse el tiempo de responder a todas las preguntas que su amigo, Luis Ventura, le hizo durante un rato largo. Leé la nota y enterate de todo lo que dijo.

Mucha gente está hablando de tu relación con Loly, ¿qué tenés que decirles a todos ellos?

Nada puntualmente. Yo tengo claro como es mi vida, los que tratan de explicarse son los demás. Mi historia la tengo clara y Mariana también.

¿Cómo y cuándo se descubrieron?

Con Mariana nos encontramos en Mar del Plata, cuando estuve con Moria Casán en el teatro Tronador, en enero último. En ese viaje fui a hacer unas fotos en una playa y ahí estaba ella. Nos pusimos a hablar, me reí bastante y le pedí el pin de su Blackberry... Pero después no le mandé nada, ni establecí ninguna comunicación.

¿Para qué se lo pediste entonces?

Para tenerlo, una cuestión zonza del periodista que siempre quiere tener todos los teléfonos y los pines. Yo, en ese momento, estaba tratando de adaptarme a una nueva condición de hombre divorciado y no tenía ganas de nada.

¿Cuándo reaparece Mariana en tu vida?

En marzo me fui a Miami solo y así se me ocurrió mandarle un mensaje. Y ella me contestó: "¿Qué pasa? ¿Estás aburrido?". Nos mandamos algunos mensajitos rápidos más y quedó ahí. Pero a mi me había picado el bichito.

¿El bichito? ¿Te gustó?

Me gustó su devolución, me pasaron cosas... Cuando volví a Buenos Aires, después de algunos días, le escribí de nuevo haciéndome el galán.

¿Qué te dijo?

Medio me apuró sin saber qué iba a responder yo... Poco después nos encontramos y tuve que armar toda una ingeniería para que nadie nos viera.

¿Te arrepentís de algo que hayas hecho en esos momentos?

¡En absoluto! Algo pasó dentro mío que no sé todavía cómo explicarlo muy bien...

¿Cómo fue esa primera salida a solas?

Charlamos mucho y encontré a una mujer que iba más allá de sus 24 años y de su belleza física. Esa noche sentí que podía tener una segunda oportunidad.

A partir de ese encuentro empezaron a verse a escondidas...

Sí, porque nos encontramos más seguido y el sentimiento hacia Mariana empezó a crecer pese a que yo le ponía todas las excusas para que ella se fuera. Le decía que le llevo el doble de edad, que tengo una familia que son mis dos hijas, que sabía que a ella la iban a destrozar mediáticamente.

¿Por qué?

Porque sé que, ya sea que saliera con ella o con una ingeniera nuclear, todos la iban a tildar de "gato". Me sorprendió que me dijera que no le importaba nada. Y me di cuenta de que a mí tampoco.

¿Para vos está todo bien?

Sí, porque no estoy haciendo nada malo. Solo aproveché que la vida me tiró un centro y tenía ganas de cabecearlo.

Hay algo de lo que no estamos hablando, tus hijas, Morena y Rocío. ¿Podemos hacerlo?

Ellas fueron las primeras en esterarse. Escuchaban los rumores, las junté un día y se los conté. Me costó, por que no sabía cuál iba a ser su reacción. Tomé coraje, las llevé a un café de Unicenter y se los dije. No paré de hablar durante 20 minutos. Cuando terminé, me miraron y me dijeron: " Estas bien?". Les respondí agitado y transpirado: "Sí". Y ahí fue cuando me conmovieron.: "Entonces vamos a comprar algo por ahí. Está todo bien pa". Mirá que simple lo hicieron.

¿Morena y Rocío eran tu prueba de fuego?

Y, sí... Lo más fuerte era contarles a mis hijas. ! A las dos! El rumor estaba instalado y había mucho bardeo dando vueltas. Y yo no quería que algún descolgado les contara una versión cambiada de la realidad. Ni de Mariana, ni de nuestra relación. Por eso preferí sentarlas y contarles todo.

¿Una especie de confesionario de Gran Hermano?

Algo así, pero de verdad. Me sirvió mucho porque me di cuenta por qué amo tanto a mis hijas. A ellas solo les importaba saber si yo estaba bien, si era feliz. Una de ellas me dijo: "Si vos estás bien para nosotras está todo bien". Después de eso, qué me puede importar todo lo que se diga de nosotros afuera. Son las reglas del juego.

¿Tus hijas conocen personalmente a Mariana?

El paso siguiente fue presentarlas. Lo hice en mi casa. Hacía tiempo que no estaba tan cagado. Pero a los 15 minutos de encontrarnos todos, las escuché a las tres riéndose y mirando la tele... Ahí me dije: "¡Listo, ya está! Me saqué una mochila enorme de encima porque mis hijas quieren verme feliz. Con eso, todo lo demás pasó a un segundo plano. Por eso cuando hablan de mis nenas, me rió. Ellas se mensajean con Mariana más que conmigo. Morena y Rocío saben que si soy feliz, lo serán conmigo. Te aseguro Luis, que me conocés un poco, que hoy siento que lo soy y que ellas también lo son.

¿El futuro se llama Mariana?

Fue difícil empezar a construir algo con alguien como yo. Por mi presente y por mi pasado. Por suerte algunos amigos que me veían muy bien fueron muy generosos con nosotros haciéndonos el aguante...

¿Sabés lo que te espera en la Argentina?

No me importa lo que se diga. Las especulaciones. Yo conozco a Mariana más que a Loly. Mariana es más linda por dentro de lo que se imaginan. No tiene por qué estar bancándose una situación casi de destierro por mi situación.

¿Cómo está tu relación con Silvia, la madre de tus hijas?

Yo estoy separado. Salí de un matrimonio de más de 20 años con la mujer que fue una leona a mi lado. Con quien peleamos por el milagro de tener dos hijas maravillosas. Que es una madre que admiro y que seguiré queriendo para siempre, por Morena y Rocío. Pero la verdad, no logramos conservar el amor como pareja.

¿Sos feliz ahora?

Creo que tengo derecho a ser feliz. Una sensación que, debo confesar, había perdido. Por eso el viaje a Italia. ¿Qué tengo que ocultar? Mariana no es mi amante. Es la mujer que hoy está a mi lado y que me demostró lo pedazo de mina que es. También sé que se va a tener que bancar de todo. Lo sabe y está dispuesta. ¿Cómo fallarle, entonces? ¿Por qué esconderla si no estamos enfermos?

¡Qué momento para vos!

¿Y qué te parece? Pensé que la vida ya me había cerrado una puerta. Pero encontré un resquicio y me metí. Es raro porque estoy pasando por lo más doloroso, que es el divorcio con Silvia. Pero se me dibujó otra vez una sonrisa que, hacia tiempo, vaya a saber dónde, la perdí.

¿Me parece o Mariana para vos dejó de ser La Niña Loly?

Mariana es toda una mujer y no tiene nada de niña. Ella me enseñó a encontrarla. No sé si lo nuestro tiene fecha de vencimiento. Si ella un día se cansa de mí... Yo se que lo nuestro es acá y ahora. No lo voy a dejar pasar. Tengo una vida, una profesión y, por sobre todas las cosas, dos hijas que me enseñaron que nunca voy a estar solo y que solo quieren lo mejor para mí. Después, todo lo demás, es literatura.