Récords de multas en el tránsito
Las más de mil multas que se aplicaron en los accesos durante uno de los últimos fines de semana largos, constituyeron un récord, pero también deben ser un llamado de atención por la gravedad de las infracciones y conformarse en el primer paso para un control permanente en el tránsito a los efectos de evitar accidentes graves.
Durante los fines de semana largos, el movimiento de gente hacia los distintos destinos turísticos se multiplica sustancialmente.
Ello ha determinado que, con acertado criterio, las autoridades nacionales hayan adoptado una serie de medidas destinadas a evitar accidentes. Entre ellas, sobresale la decisión de restringir el desplazamiento de camiones de carga que transportan mercaderías no perecederas.
Sin embargo, pese a esa decisión y a las campañas de concientización que se multiplican en los medios masivos de comunicación, la gente hace oídos sordos a los planteos y comete infracciones que ponen en riesgo su vida y la de los demás.
Para poner un ejemplo de hace poco tiempo, eso queda reflejado en los operativos realizados por la Policía de Mendoza, que dispuso de 300 agentes ubicados en diferentes rutas del territorio durante el feriado de Semana Santa. Durante los cuatro días se labraron 1.093 actas de infracción, con retención de 366 licencias de conducir.
Se confeccionaron 35 multas graves por manejar con niveles de alcohol en la sangre no permitidos, a pesar de que los controles se realizaron en horas del día; hubo 118 multas por exceso de velocidad, multas por circular sin cinturón de seguridad y vehículos que circulaban con las luces bajas apagadas.
Pero hubo otras sanciones que sorprenden y que dan una pauta de la irresponsabilidad de muchos conductores. Las primeras, el uso de celular durante la conducción y las restantes, la utilización en viaje de pantallas de DVD en el torpedo del auto, lo que constituye un potencial elemento de distracción para el conductor, según lo graficó un funcionario policial.
Para las tareas de control, la policía cuenta con modernas camionetas que se utilizan como patrulleros camineros y se emplearon por primera vez radares de última generación que toman la imagen, la procesan y la vuelcan a una pantalla donde queda registrada la velocidad y la hora de la infracción.
Resultó lógico que las tareas de control se reforzaran durante el fin de semana largo, en razón de que durante esos días se suman mucho más automóviles a las rutas. Pero la tarea debería ser también permanente, más aún cuando Mendoza cuenta -según las estadísticas- con el triste privilegio de ser la segunda provincia en la relación de muertes por cada cien mil habitantes.
Otro dato inquietante señala que el promedio de edad de los lesionados en accidentes de tránsito es de 25 años y que el hospital Humberto Notti atiende a un 40 por ciento de los casos graves, en razón de que muchos son menores de edad.
Existe un hecho auspicioso que merece consideración: de acuerdo con un informe proporcionado a nivel nacional, las muertes por accidentes viales durante la Semana Santa se redujeron un 25 por ciento respecto de la misma fecha de 2010, aún a pesar del récord de movimiento turístico y, en el caso específico de Mendoza, las víctimas fatales se produjeron en vías de comunicación alejadas de las vías principales de acceso, donde se realizaron los operativos conjuntos entre la policía provincial y Gendarmería Nacional.
El control efectivo y permanente en las rutas -especialmente en los accesos Este, Norte y Sur- donde se producen los accidentes más graves, permitirá no sólo reducir la cantidad de víctimas fatales sino también la de personas que sufren lesiones graves. En este caso podríamos tomar como base un estudio realizado en 2008 en el que se indicaba que de 35.770 personas que sufrieron lesiones graves, un tercio de ellos, unas 12 mil personas, quedaron con discapacidades permanentes.