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Presiona Moyano: pide aumento del 28% y reparto de ganancias

*Por Carlos Burgueño. La CGT de Hugo Moyano le puso condiciones al Gobierno nacional para continuar con la alianza política.

La cercanía, al menos hasta octubre, entre la central sindical y Cristina de Kirchner y su gabinete continuará si hay respuestas en cuanto a cuatro puntos clave. Así, los aumentos salariales deberían tener un piso del 28% con libertad para todos los gremios que quieran discutir alzas mayores; se presionará para que se defina por ley la suba del mínimo no imponible de Ganancias y también se avale en el Congreso el tratamiento del proyecto de redistribución de la renta de las empresas; y el oficialismo tendrá que tomar muy en serio el pedido de inclusión de dirigentes sindicales en las listas electorales de todo el país.

Los tres primeros puntos fueron expuestos en las últimas horas de manera directa por Moyano a varios integrantes del gabinete nacional. La última parte de los reclamos, la electoral, será transmitida en los próximos días a los arquitectos de la propuesta para octubre próximo.

Gesto adusto

Sólo así, Moyano continuaría con su habitual prédica de acompañar en todo a Cristina de Kirchner hacia las próximas elecciones. Aunque no se haga pública, la relación entre la CGT y el oficialismo no es hoy la mejor. Desde la central gremial se observa con gesto adusto que se haya criticado a los gremios en el discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa el martes pasado, y que hasta ahora no esté en agenda un encuentro privado entre Moyano y la jefa de Estado donde limar asperezas y hablar del futuro de la relación.

Los reclamos son entonces los siguientes: 

Paritarias. El secretario gremial de la CGT, Omar Viviani, fue el que ayer blanqueó directamente que como recomendación de esa central ningún gremio debe pedir un alza salarial para este año menor que 28%. Según el dirigente taxista, este incremento respetaría el «índice del supermercado» que reemplazaría al de la inflación del INDEC. Igualmente habló de «ser realistas y esperemos que a nadie se le salga la cadena». Según el criterio general sobre el que presionará la CGT, todo sector que tenga salarios de base de entre 2.000 y 3.000 pesos mensuales tendría libertad total para reclamar en las paritarias el alza porcentual que considere necesaria para que los sueldos se incrementen de manera significativa. La intención cegetista es que no haya desde el segundo semestre de 2011 ningún rubro con sueldos menores a 3.000 pesos mensuales. Se avalarán además reclamos de aumentos que superen el 35% en casos de sectores con alto nivel de actividad y ganancias durante 2010. 

Suba del mínimo no imponible. Para la CGT, llegó el momento de dejar de penar anualmente ante el Gobierno para esperar el alza del mínimo de Ganancias. Según le dejó en claro ayer Moyano al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, durante un programa de televisión, «esto debe dejar de ser un problema de todos los años». El camionero quiere que el tema sea tratado por ley con la aplicación de algún tipo de ajuste anual automático, y no tener que rendir cuentas en la Casa de Gobierno cada vez que se anuncie una vez por ejercicio el alza del mínimo. Además, aseguran desde la CGT, «los incrementos no alcanzan y quedan en el camino porque cada año más trabajadores están impactados por un impuesto injusto para los trabajadores». Según fuentes oficiales, Moyano deberá esperar, y de haber novedades en 2011 también serán por decreto y cerca de junio o julio. Según la visión de la CGT, no debería pagar Ganancias ningún trabajador (aunque sea soltero) que perciba salarios menores a los 7.000 pesos mensuales. 

Redistribución de rentas. Moyano también fue claro ante Tomada en este tema. «No sentimos ni que nos acompañen ni que lo rechacen. No sentimos nada», fue la frase del titular de la CGT ante la posición que el Gobierno mantiene ante este proyecto en el Congreso. Según Moyano, desde el bloque del Frente para la Victoria ya debería haber existido algún tipo de señal clara para avalar el tratamiento del proyecto que en su momento presentó el diputado Héctor Recalde. Según el texto del legislador moyanista, las empresas deberían repartir entre sus empleados parte del 10% de su rentabilidad. La norma debería, según los planes cegetistas, aprobarse durante las sesiones ordinarias de este año, para que pueda ser reglamentada antes de diciembre y ser aplicada en el ejercicio fiscal de 2012. Con esto, aseguran cerca del camionero, Moyano podrá mostrarles algún tipo de proyecto propio ante lo que asegura será el año de su lanzamiento político. Por ahora, desde el oficialismo no hubo ninguna señal hacia Agustín Rossi, el jefe de la bancada del FPV en Diputados. 

Jefes gremiales en listas. «En esto el Negro es inflexible», aseguraba ayer ante este diario un alto dirigente cercano al camionero. Concretamente, el titular de la CGT quiere que haya representantes del sindicalismo integrando listas del FPV en todo el país en puestos electorales importantes. Luego, Moyano quiere tener su propio bloque en Diputados desde donde presionar y armar su poder de fuego legislativo. Los distritos donde más representantes gremiales deberían figurar, según Moyano, son la provincia de Buenos Aires, la Capital Federal y Córdoba.