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Preocupa la ola de robos en los balnearios de la Costa

En los últimos días se sumaron nuevos hechos en Pinamar y Villa Gesell. Atacan a mano armada o desvalijan casas cuando sus ocupantes salen .

"Lo hacen en un segundo. Te vigilan y esperan que te vayas a la playa. Y ahí ya está. Nosotros fuimos dos horitas y cuando vinimos ya nos habían dado vuelta todo. Por suerte la plata no la encontraron, pero se llevaron ropa, una filmadora, un bolso con equipos de fotografía, una laptop y la Play 2 de los chicos". El que habla es Ramiro, un comerciante que vino hasta Pinamar para pasar la primera quincena de enero en la zona norte de este balneario, a unas cinco cuadras del parador Cocodrilo y donde en apenas tres días se denunciaron más de cuatro robos exprés. Lo que ocurre en esta playa es apenas un ejemplo de lo que varias familias que eligieron la Costa argentina para sus vacaciones sufrieron en los primeros días del año. Sólo en Pinamar -que comprende también Valeria del Mar, Ostende y Cariló- y Villa Gesell, se denunciaron cerca de 20 hechos delictivos en apenas quince días.

Según la policía de Pinamar, las características de los distintos robos realizados en este punto de la Costa demuestran que sus responsables no son grupos locales sino bandas que llegan de distintos destinos de la Provincia. Entre las víctimas que dejaron esta modalidad de asaltos, figuran el ex jugador Andrés Guglielminpietro (a quien le robaron un cuatriciclo que dejó estacionado frente al balneario Robinson Crusoe), dos periodistas de capital federal que se encontraban trabajando y el entrenador de la selección femenina de hockey, Carlos Retegui, quien debió sufrir que le dieran vuelta su casa mientras estaba en la playa.

En Pinamar, Valeria del Mar, Ostende y Cariló, según pudo averiguar este medio, se denunciaron durante las primeras dos semanas del año unos diez asaltos en casas de turistas, ya sea con las víctimas como rehenes o bajo la llamada modalidad "escruche", que es cuando los moradores no están en la vivienda. Esa, dicen, es la forma de robo más habitual en la zona norte de Pinamar, habitada en su mayoría por casas residenciales con sistemas de seguridad privada.

500 MIL PESOS

Esa es la cifra que según se estima fue robada durante la primera quincena de enero en Pinamar. La cifra surge de la suma del dinero en efectivo (263 mil pesos en tres robos) y el monto estimado de los valores sustraídos (nueve cuatriciclos, joyas y artículos de electrónica)

EN GESELL

El panorama no es mucho mejor en Villa Gesell, donde en la primera quincena de este 2011 ya se denunciaron trece asaltos bajo distintas modalidades. Uno de los últimos casos ocurrió en la casa ubicada en Paseo 14 entre 143 bis y 144, alquilada por seis jóvenes platenses que, luego del robo, debieron volverse a nuestra ciudad "con lo puesto". El hecho ocurrió el jueves pasado a la madrugada, cuando los chicos salieron a bailar y al volver encontraron que ya no tenían nada. "Tuvimos que cambiar los pasajes y volvernos antes", se lamentó Francisco, una de las víctimas.

Pocos horas después de ese hecho, en la madrugada de anteayer, dos sujetos armados entraron a una casa ubicada en 307 y 211 de este balneario y redujeron a una familia integrada por doce personas. Lo insólito de este caso es que los delincuentes tocaron el timbre y desenfundaron sus armas cuando les abrieron la puerta. Se llevaron dinero, joyas, teléfonos celulares y las tarjetas de crédito de los ocupantes de la casa. "Ambos estaban con los rostros cubiertos, pero es posible que haya habido algún otro cómplice que actuó como campana desde afuera", especuló una fuente policial.

Durante la primera quincena de este mes, hay que decir, otros tres grupos de platenses fueron víctimas de la inseguridad en Villa Gesell. En todos los casos se trató de chicos que debieron regresar de inmediato a nuestra ciudad luego de los robos.

UNA SEGUIDILLA

Si bien desde el Gobierno provincial se aseguró en las últimas horas que el balance en materia de seguridad en la costa atlántica es positivo (ver aparte), lo cierto es que el relato de varios turistas que veranean en estas playas se empeñan en contradecir el discurso oficial. Tomando sólo los balnearios de Pinamar y Gesell, el balance de la primera quincena indica que al menos veinte personas denunciaron que sufrieron un robo.

"Este año la seguridad es un desastre, todavía peor que el verano pasado, que ya fue bastante malo", se queja Marianela, una platense que vive en Pinamar y trabaja como recepcionista en un hotel de la calle Del Odiseo. "Por acá hay muchos robos de cuatri o de autos que se abren -cuenta-, pero lo peor está en la zona norte, donde están las casas más caras. La seguidilla de robos arrancó ahora, con el comienzo de la temporada, pero ojo que en diciembre ya se habían registrado un montón de asaltos. Hace mucho tiempo que Pinamar dejó de ser una zona tranqui".

Lo que contaba esta empleada de hotel era casi lo mismo que decía Emiliano, un comerciante de Valeria del Mar que vive aquí hace ya más de diez años pero que, según confiesa, nunca padeció tanto temor por la inseguridad como este verano. "No es una sensación -dice indignado-. No tengo un solo conocido de acá al que no le haya pasado algo. En la mayoría de los casos, por suerte, son robos menores, pero terminás estando todo el tiempo pendiente a lo que pueda pasar. Es un horror vivir de esa manera".

Pese a la tranquilidad y el clima familiar que reina en estas playas, Valeria del Mar es otro de los lugares de la costa argentina apuntado por los delincuentes a la hora de atacar. Aquí la seguidilla de asaltos de temporada arrancó el 2 de enero, cuando un contador que veranea en la calle Parker al 200 fue sorprendido por cuatro hombres y debió entregar los 30 mil pesos que tenía guardados para las vacaciones de él y su familia. Según los investigadores que trabajan en el caso, uno de los autores de este hecho arribó a estas playas procedente de nuestra ciudad.

"En la mayoría de los casos se trata de robos exprés -admiten fuentes policiales de por aquí-. Se realizan al voleo, sin logística y sin ejercer violencia sobre las personas. Está claro que no son bandas locales, que tienen experiencia en este tipo de hechos y que llegan a estos lugares sólo para llevar adelante su accionar delictivo".

En tren de dar opiniones, las mismas fuentes precisan que balnearios como Pinamar o Valeria son en invierno "simples pueblos costeros con mucha tranquilidad, pero lo que ocurre es que durante un mes y medio se transforman en los balnearios más concurridos del país con casi 200 mil turistas porteños o del Gran Buenos Aires, muchos con un alto poder adquisitivo. Y con ellos también llegan los delincuentes, porque obviamente les resulta un lugar atractivo y fácil de robar".

En calles de asfalto, en senderos de arena o en alguno de los bosques que decoran el paisaje agreste de estas playas. No importa dónde. En las calles de Pinamar, Valeria o Cariló, al igual que lo ocurre por estos días en Gesell o en otros puntos de la costa bonaerense, la sensación de inseguridad es constante y golpea a los turistas. Muchos, como los chicos de La Plata asaltados en Gesell, debieron terminar sus vacaciones antes de tiempo. Otros, como los que fueron asaltados en la zona norte de Pinamar, simplemente dan las gracias porque las pérdidas a lamentar fueron sólo materiales.

EN 4X4

Por primera vez, el operativo de seguridad de la costa incluye para este año el patrullaje de playas en 4x4. Los cuatriciclos policiales, según se informó, recorren las playas de día y de noche. "En especial a la madrugada -se apuntó-, luego del horario de cierre de los boliches"