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PJ - Primera pelea de fondo hoy, Buenos Aires contra el resto: telegráfico sobre el Congreso en Obras

El Congreso del PJ tiene que aprobar un cronograma electoral, pero...

La cita de hoy en el estadio de Obras tiene formalidades obvias. El Congreso del PJ tiene que aprobar un cronograma electoral que todos conocen, pero gatilla la pelea de fondo por el control del partido. La amortigua el acuerdo para que José Luis Gioja sea presidente del Consejo Nacional en lista única con el mandato de llamar a nuevas elecciones indirectas el año que viene, en las vísperas de las PASO para las legislativas.

  • Esa pelea de fondo despuntó en la previa que ocupó a los dirigentes en reuniones para integrar la junta electoral, en la que estarán representados todos los sectores. Eso sale de una mesa que sesionó en el Congreso adonde discutieron nombres Eduardo Fellner, Gildo Insfrán, José Luis Gioja, Jorge Capitanich, Wado de Pedro y satélites de variada dimensión, como Máximo Kirchner, que no es congresal, pero tiene diálogo con su mamá. La nómina se conocerá hoy y la pelea era anoche entre los peronistas normales y los cristinistas extremos, que no se resignan a ocupar una representación minoritaria. Esa pelea por puestos adelanta la que habrá para la lista única, con Gioja a la cabeza, pero con gobernadores e intendentes top en la mesa directiva.
  • En el debate despuntará la pelea por la reforma de la carta orgánica que pretenden congresales del interior con Capitanich a la cabeza. Esa modificación busca que el nuevo sistema reponga la elección indirecta, pero que además se incluya un mecanismo de compensación del voto que mitigue la mayoría abrumadora de distritos grandes y mejore la representación de los de menos población. El sistema, que Capitanich ha explicado a quien quiera escucharlo, se inspira en el sistema radical de delegados al comité Nacional y también en el de los Estados Unidos, en donde se eligen en cada estado compromisarios con voto vinculante.
  • Este sistema tiene como objetivo restarle poder a la provincia de Buenos Aires. O sea que es difícil que se apruebe alguna vez. La pelea interna del peronismo ha sido desde los últimos 30 años entre el interior y Buenos Aires. Los peronistas de las provincias creen que Buenos Aires es prepotente, angurrienta, que se quiere quedar con todo el dinero, además de las candidaturas, pero que le transmite al resto del partido también sus contradicciones, sus limitaciones. Para peor, agregan, además son perdedores y lo demuestran las candidaturas de Eduardo Duhalde y Daniel Scioli. A los congresales del interior no les asusta mucho una intervención judicial del partido - amenaza que pende si no hace la elección del 8 de mayo que se convocará hoy - porque sería la ocasión para implantar ese sistema sin necesidad del voto de los congresales. Para evitar, los delegados de Buenos Aires apuran todos los detalles para que se haga todo en regla y nadie tenga argumentos para pedir una intervención.
  • El atajo para avanzar en esa reforma es potenciar a los intendentes del partido como nuevo eje de poder. Capitanich logró llevar una sesión del bloque del FpV de alcaldes de todo el país a Resistencia hace algunos días y promueve una gran cumbre en marzo en Formosa, que según sus organizadores puede arrastrar a casi 1800 intendentes de todo el país que quieren referirse en la sigla Frente para la Victoria. Ayer Capitanich llevó una representación de su sector al bloque de diputados nacionales, ante quienes expuso la agenda que propone para el PJ de esta era en la que le toca ser oposición. Señaló ante la mesa que integran Héctor Recalde, Luis Basterra, María Teresa García, Julio De Vido y Cristina Alvarez Rodríguez que es "necesario lograr la unidad, pero no a cualquier precio. Consenso para pactar con el gobierno, no".
  • Flanqueado por los diputados Héctor Recalde, Luis Basterra, María Teresa García, Julio De Vido y Cristina Alvarez Rodríguez, el intendente de Resistencia tronó: "No podemos hacer pactos con un gobierno que cuando fue oposición lo hizo en forma encarnizada y se alió con lo peor de la derecha nacional e internacional. No podemos permitir maniobras tácticas que le sirven al gobierno, como dar quórum y dividir el bloque". También acusó al gobierno de Mauricio Macri de hacer "lo contrario a lo que prometieron en campaña. Llamaron al diálogo, pero en los concejos deliberantes ejercen un sistemático bloqueo y una oposición feroz. Hablaron de federalismo, y sacaron un decreto para que no les devuelvan el 15% de coparticipación a las provincias". Para rematar llamó a rechazar los pliegos de los candidatos a la Corte Horacio Rosatti y Carlos Fernando Rosenkrantz y el acuerdo con los acreedores de Manhattan: "Argentina no puede aceptar una imposición unilateral para derogar la ley cerrojo".

 

  • Como el proyecto Capitanich tiene un fortísimo aroma anti bonaerense, esa mesa del bloque se hizo tiempo para recibir, minutos más tarde, a intendentes de Buenos Aires. Estuvo, entre otros, Verónica Magario, de La Matanza, que mantiene un acuerdo con su antecesor Fernando Espinoza. En esa mesa estaban además legisladores por la provincia, como Carlos Kunkel y Julio de Vido, cuyos intereses, por más cristinismo que quiera portar Capitanich, están ligados a que su distrito siga manteniendo la hegemonía dentro del partido.
  • Más mezclados, y distantes de esa pelea de fondo entre Buenos Aires y el resto, que es la única que importa en el mediano y largo plazo, el sector más acuerdista del peronismo hizo terapia en la Casa de Salta, llamados por el gobernador Urtubey, que blanqueó definitivamente su compromiso con el bloque disidente del FpV que preside el diputado Omar Romero. Urtubey arengó a la mesa que juntó con el argumento de que "Queremos un peronismo de cara a la sociedad". Lo escucharon, entre otros, José Scioli (que no ejerce en esas citas la representación de su hermano), el legendario Rubén Marín (ex gobernador de La Pampa), el sindicalista Omar Viviani y el vocero del grupo, Diego Bossio.
  • Estas rondas fueron también un recuento globular de quienes pueden estar, o no, en la reunión de hoy. Anoche confirmó asistencia Daniel Scioli, que es el único congresal del PJ en representación del partido de Tigre, provincia de Buenos Aires. Será objeto de homenaje como candidato presidencial: habrá otros homenajes sorpresa, que no se revelan aquí porque el "el hombre para ser hombre, no debe ser batidor" (Sangre Maleva, tango: https://www.youtube.com/watch?v=a_qhyrLpX1w).
  • También confirmaron asistencia los congresales del pampeano Carlos Verna y los de San Luis, en representación de los hermanos Rodríguez Saá (ninguno de ellos aparecerá por Obras).
  • No habrá congresales por el PJ de Córdoba. Lo hablaron anoche los organizadores con Carlos Caserio, el delegado de José Manuel de la Sota en la cúpula partidaria. El ex gobernador y socio de Sergio Massa está, como siempre, en Brasil. Se intentará quitarle connotación facciosa a esta ausencia con una formalidad: recién ayer a mediodía la justicia electoral de Córdoba comunicó que los congresales de esa provincia tenían su mandato prorrogado. Hasta ayer estaban inhabilitados.
  • Puede llegar a estar Alicia Kirchner, pero como gobernadora, porque no es congresal, como tampoco lo es su sobrino Máximo. Los representantes de Santa Cruz responden al ex gobernador Daniel Peralta.
  • Sí se logró ayer acuerdo para decidir quiénes se sentarán en la mesa principal: los presidentes de Congreso y Consejo (Insfrán y Fellner), los gobernadores que asistan, Gioja (como titular de la agrupación oficial Gestar y eventual jefe de unidad del partido).
  • La reunión de hoy se puede hacer porque el gobierno soltó una partida de $ 1.000.000 del Fondo Partidario Permanente que les debían desde que gobernaba Cristina de Kirchner. El total para el nuevo año son $ 3.000.000 pero no se sabe cuándo se cobrarán. La idea de que haya una lista única obedece también a que hacer una elección con varias listas en disputa puede llegar a costar $ 50.000.000, cifra que nadie quiere gastarse en una disputa que va por otro lado.
  • La logística prevé seguridad de sobra para que no estallen los ánimos. Vigilarán todo algunos veedores que envió la jueza María Servini de Cubría que, por las dudas, ha querido tomar distancia de esta explosión controlada: hasta ayer registraba presencia en la ciudad de Boston, Massachusetts.