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¡Odio a Forbes por ignorar a Cristina!

El nuevo ranking de la revista de las personas más poderosas del mundo es una auténtica basura: en ninguno de sus 72 lugares ubica a Cristina.

Extraído de La Nación

Por Carlos M. Reymundo Roberts

Basura. El nuevo ranking de la revista Forbes de las personas más poderosas del mundo es una auténtica basura: en ninguno de sus 72 lugares ubica a Cristina. Seguramente la incluirían si la lista fuese de 500 o 1000, pero aun así me parece una afrenta a la señora, al modelo y a todo el pueblo argentino. Y tampoco me sirve de consuelo saber que en el otro legendario ranking de Forbes, el de los más ricos, sin duda ella estará en el top ten.

Habrán leído: en las primeras cinco posiciones aparecen Putin, Obama, Xi Jinping, el Papa y Merkel. De ellos, tres (Putin, Xi Jinping y Francisco) son amigos de Cristina y no mueven un dedo sin consultarla. Lo de Obama es patético. Figura segundo y acaban de demolerlo en las elecciones de medio término, un justo castigo para quien, dándole la espalda al clamor de su pueblo, no siguió los pasos que nuestra Presidenta le ha marcado una y mil veces. En cuanto a la Merkel, la pusieron ahí por la ley de cupo: en alguno de los primeros cinco lugares tiene que haber una mujer.

Para hacer su ranking, suerte de campeonato mundial del poder, Forbes toma en cuenta tres factores: el dinero que controlan, la cantidad de gente a la que impactan con sus decisiones y la esfera de su influencia. Repaso los tres y no puedo creer que hayan omitido a la señora. ¿Dinero? Ella controla todas las grandes cajas del país: la del Gobierno, la del Banco Central, la de la Anses... Quisiera saber qué otro presidente puede disponer de tantos recursos sin rendirle cuentas a nadie. Los de Forbes están tensando demasiado la cuerda. Si la siguen ignorando, un día Cris se va a hartar y va a empezar a mostrar las cajas de Suiza, de Seychelles, de Islas Caimán y de Lázaro Báez, su principal socio, que no es un paraíso fiscal, pero se le parece.

¿Impacto de las decisiones, esfera de influencia? Me permito recordarles a los de esta revistucha gringa que el default decidido por la señora -es decir, la reafirmación de nuestra soberanía- ha dejado víctimas en los cinco continentes y puso a parir al mundo de las finanzas. Les recuerdo también que sus discursos en los grandes foros son una referencia ineludible a la hora de diseñar las estrategias globales. Hoy, ningún país puede plantearse el combate a la inflación, al lavado de dinero, a la inseguridad y al narcotráfico sin tomar como referencia el milagro argentino.

El principal argumento de Forbes para justificar por qué Putin retuvo el primer lugar en la lista es que logró anexar Crimea a Rusia. ¿Será una broma? ¿Tanto mérito les parece una peninsulita de apenas 27.000 kilómetros cuadrados? Cristina lleva años fagocitándose provincias, municipalidades, empresas, medios de comunicación, juzgados, sindicatos, órganos de control...

Cristina tomó la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, una institución endeudada, desprestigiada y casi inexistente como centro de estudios, que estaba a la deriva, y en un golpe magistral la acaba de anexar al Estado argentino. Antes, el gobierno de la señora se había quedado con los multimillonarios fondos de las AFJP, con Aerolíneas, YPF... Por Dios, no me pueden comparar a Crimea (cuya capital es Sebastopol, y ya sabemos en qué circunstancias la gente se acuerda de esa ciudad) con esta cosecha extraordinaria.

¿Xi Jinping? Según parece, el líder chino estaba perdiendo poder e influencia hasta que, en julio, se reunió con Cristina y anunció millonarias inversiones en la Argentina. Sobre todo, el swap, el intercambio de monedas. El aporte de una cifra insignificante de yuanes al Tesoro argentino no va a cambiar nada, pero cuando los pesos empiecen a llegar a Pekín se habrá abierto una nueva era, en la que el dólar dejará de ser la gran moneda de referencia. Es probable que las inversiones prometidas por Xi Jinping no se concreten jamás, porque lo que quiso es darse lustre: hoy en el mundo es re cool decir que vas a invertir en la Argentina.

Respecto del Papa, OK, está todo bien, lo queremos mucho y celebramos su cuarto lugar, pero digamos las cosas como son. No estaría ahí si no fuera por los Kirchner. ¿Quién conocía a Bergoglio hace unos años? Néstor y Cristina lo ayudaron a forjarse una personalidad y a que aprendiera a pensar en términos políticos. Verbitsky fue el único periodista que se ocupó de él y le dio centimetraje. Hebe lo zamarreó para despabilarlo. Grupos kirchneristas le ultrajaron la Catedral para que dejara de vivir en una campana de cristal. Y gracias al monumental crecimiento de las villas en estos años encontró, por fin, un espacio de acción y gente que lo escuchara. En pocas palabras, si no fuera por nosotros, Jorge nunca hubiera llegado a Francisco.

Como para ofendernos más, los de Forbes pusieron en el ranking a Dilma (en el puesto 31) y a Peña Nieto (60). Lo del presidente mexicano seguramente se explica por el Nafta, la alianza de libre comercio de América del Norte. Lo de Dilma, en cambio, es inexplicable. Ganó miserablemente su reelección, el Mundial fue un desastre para Brasil, la economía cruje y, lo peor, cada vez nos compran menos autos.

En fin, odio a esa revista. Y Cristina también. Pero, por suerte, ella es más fría que yo, más racional, y reacciona como una jefa de Estado. Ya debe estar preguntando cuánto hay que poner.