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No hay peor ciego que el que no quiere ver

Como no podía ser de otra forma y a medida que se acerca el final del juicio, con la consecuente e inexorable condena a los homicidas, aparecen voces anónimas que claman por clemencia para el grupo de jóvenes asesinos que mataron a Fernando Báez Sosa.


Con pegatinas de carteles domésticos, que hacen manos anónimas, trasciende una voluntad que no puede tener otro origen que personas vinculadas a los violentos que asesinaron a Fernando Báez Sosa. Tanto en Twitter como Instagram, difunden las consignas de un grupo de “indignados” con lo que denominan una “condena social” de los violentos,  y claman que escuchemos la otra campana, ¿cuál será?

Tal vez el viejo y agotado recurso, que la víctima “algo hizo” que justifique el salvaje ataque. ¿Que hizo Fernando? Llevarse por delante a otra persona volcándole la bebida en la camisa. Ese fue su crimen. Todo ocurrió en un local con una concurrencia de público que duplicaba la capacidad habilitada. El sujeto al que se le mojo la camisa, juro venganza, contra "el negrito de mierda".

El resto es historia conocida y hasta tenemos una filmación, que habla por sí misma: cinco violentos y salvajes sujetos pateando en el piso, en la cabeza del joven caído y agonizante.

Señores, hay que ser muy mala gente para intentar contar otra historia, les aseguro que estos “buenos chicos” que no son, ni serían mis hijos, van a morir en prisión. Es el castigo que impone la ley para un homicidio agravado, no fue pelea, fue una ejecución. 

Claro, me olvidaba que el pueblo judío sufrió la misma descalificación y fue la excusa para ser exterminado por los nazis. El mundo desde sus comienzos tiene a los negacionistas, idiotas útiles, y pelotudos sin destino, que cuestionan hasta lo que ven con sus propios ojos. 

El homicidio de Fernando será castigado como señala la ley y después de un tiempo, hasta los familiares lo aceptarán. Después de todo, los podrán visitar porque aún presos, están vivos. Privilegio que no tendrán jamás los padres de Fernando. Hasta en estas pequeñas cosas los victimarios tienen ventaja.

 Si no cree lo que digo, péguese una vuelta por la cuenta de Instagram  "Rugbiers Zárate" y verá al club de los negacionistas en su máxima expresión. Hay consignas textuales como la que les transcribo:
“Ojalá los vean y entiendan que atrás de esos chicos hay familias que sufrimos, lamentablemente esto le puede pasar a cualquier papá, mamá, hermano y nadie está libre de eso… No pasa por la crianza o por las mentiras que se vienen diciendo hace casi tres años, pasa por muchas otras cosas como por el descontrol de la sociedad en sí misma”.

Señores familiares,  linda manera de hacerse los pelotudos, y echarles sus culpas a otros. Si no supieron criar hijos o cuidar hermanos, guarden un respetuoso silencio que es lo más prudente. 

 

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