DOLAR
OFICIAL $1415.00
COMPRA
$1465.00
VENTA
BLUE $1425.00
COMPRA
$1445.00
VENTA

"Me encantaría casarme con Fabián"

Está en pareja con el actor Fabián Mazzei, acaba de cumplir 45 años y debutó como entrevistadora.

Extraida de la revista "Hola"

Está en pareja con el actor Fabián Mazzei, acaba de cumplir 45 años, debutó como entrevistadora y, aunque asegura que no le gustan los "títulos", la embajadora de L'Oreal Paris sigue siendo una de las mujeres más lindas de Argentina. En una espectacular producción en la ciudad del romanticismo, se sincera en un reportaje imperdible.

Pocas mujeres podrían eclipsar el encanto que despierta la Torre Eiífel en los turistas que visitan París, la ciudad del amor. Pero cuando Araceli González pisó la Place du Trocadéro con un look total white para empezar con la producción de ¡Hola! Argentina, muchas de las cámaras que había en el lugar cambiaron su foco.
El 19 de junio cumplió 45 años y, lejos de ocultar la cantidad de velitas que sopló, ella hace gala del camino recorrido y siente que nada la vuelve más seductora y plena que reconocerse espontánea con lo que le loca vivir. "El día de mi cumpleaños es siempre un momento para celebrar.
Me encanta recibir a la gente que quiero, agasajarlos y agasajarme.
Me gusta sentirme mimada: un ramo de flores, un desayuno... Me alegra que alguien se detenga a pensar en mí y en el regalo justo.
Seguramente el más sencillo es el que más me emociona", confiesa Ara.

¿Hacés balances en tus cumpleaños? Hay un análisis que voy haciendo todo el tiempo: lo que hago bien, lo que hago mal, adonde quiero ir, dónde estoy parada. Me gusta evolucionar, ser mejor persona y cumplir mis sueños siendo fiel a lo que deseo. Me siento muy cómoda conmigo misma, no quiero que me molesten, ni me voy a hacer cargo de lo que digan de mí.

 ¿Que sentís que cambió con el paso del tiempo? Seguramente soy más estricta con la gente que tengo a mi lado y con los trabajos que hago. Trato de cumplir con todo lo que puedo, entendí que puedo equivocarme y ya no me juzgo todo el tiempo. Por eso me molesta cuando me juzgan. También aprendí a ser más piadosa conmigo y sé que exponer y reconocerme en mis miserias es sanador.

¿Tenés algún complejo con la edad? ¡Cero! Con todo lo que viví parezco más una mujer de 60 que de 45. Me cuido y estoy pendiente, pero siempre de una manera muy natural. Hay momentos en que tengo ganas de hacer dieta y hay tiempos que me relajo un poco más. Lo que tengo claro es que jamás me haría una cirugía en la cara, porque detesto esos rostros lodos iguales o sin gestos por el bótox. ¡Qué lástima que perdieron la frescura, que es una de las cosas más lindas que tenemos!

¿Cómo te llevás con el título de "la más deseada" o con ser "la fantasía de millones de argentinos?
Es divertido que lo digan, pero nunca me hice cargo de esos títulos porque seguramente con el tiempo eso se vuelve un peso o un mito que no me interesa sostener.
Yo trato de ser espontánea en todo lo que hago y no calculo cada uno de mis pasos para sacar algún rédito. Justamente mi espontaneidad es lo que llega.

¿Existe una edad de plenitud en la mujer o es un mito? Pienso que tiene más que ver con la evolución de cada persona que con una edad determinada, con el respeto que uno se tiene a sí mismo y a los demás. Sí creo que los 40 son un quiebre, y yo lo sentí...
Algo pasa, hay como un chequeo más profundo de lo vivido. ¡Es muy fuerte! Ya no te creés inmortal, ni tan revolucionario como para tirar todas las paredes. Es un momento que, si lo sabes saltar, se vuelve glorioso. Algunas veces, para dar esos saltos, hay que hundirse en el fondo del mar.

¿Tocaste fondo alguna vez? ¡Obvio! Yo sentí que no era el camino que quería para mí. A mí, la fobia me salva. Cuando mi cuerpo se siente raro y mi respiración se acorta, sé que tengo que huir.
¿Estás atenta a lo que hacen otras actrices o modelos que empezaron con vos? Puedo reconocer sin envidia cuándo alguien que empezó conmigo hace algo maravilloso, me encanta ver que la gente crezca.
Nunca fui competitiva ni pisé cabezas para estar donde estoy. Sé que cada uno ocupa un lugar en este mundo y eso me hace muy relajada. ¡Qué pobres deben ser aquellos que están todo el tiempo mirando lo que hace el otro! Eso habla de una discapacidad emocional grande.

"AMO LA SENSIndeBILIDAD DE FABIAN" ¿A qué le tenés miedo? Al dolor físico y del alma, a eso que no se puede controlar.

¿Tenés algún sueño recurrente? [Piensa.] Mmm... No sé, se ve que estoy durmiendo muy plácidamente.
[ Se ríe]Suelo soñar con inundaciones cuando está por pasar algo con alguien que quiero, o conmigo. Dicen que tiene que ver con la angustia.

¿Qué es lo que te enamora de Fabián?
¡¡Todo!! Lo que más me enamoró es su sensibilidad. Es un hombre con una mirada muy cálida, es muy protector, de buena madera... Fabián me suma. Y acá me gustaría aclarar algo, porque cuando parece que hablo de mi actual pareja estoy criticando a la anterior, y no es así. Yo viví muy intensamente cada una de mis relaciones: amé, me casé, tuve hijos...
De cada una de esas relaciones aprendí y soy la que soy. No quiero que digan: "Uy, habla de Fabián porque le quiere pegar a...". No quiero más esas comparaciones.

¿Cómo sos en el amor?

 Soy muy impulsiva, y a veces molesta un poco. Aguanto, aguanto, aguanto, pero cuando exploto, soy terrible. Los que me conocen, me dicen "Linda Blair en El exorcista. A  veces tolero por demás.
Me encanta manejarme con sinceridad y me gusta que el otro también haga lo mismo. Soy muy auténtica y no tengo nada para esconder, y cuando eso no sucede no me gusta.

¿Te gustaría casarte con Fabián?

 ¡¡Me encantaría!! Y es lo que más quieren nuestros amigos cercanos.
Sería una excelente forma de bendecir cuatro años de amor. Para mí fue muy importante que mis hijos hayan aceptado a Fabi. El sabía que si no pasaba la "prueba" con mis hijos, nuestra relación iba a estar complicada o no iba a crecer tanto.
¿Hay planes de tener hijos? Mi reloj biológico está más cerca de ser abuela que de volver a ser madre, pero no es algo en lo que no piense, ¿eh? Es más, me hubiera encantado tener más hijos.
Fabián tiene una relación genial con Flor y con Toto y siempre dice que mis hijos le cambiaron la vida. Más allá de que cada uno tiene su papá, Fabi está en casa y comparten muchas cosas. Con Toto salieron a comprar el bajo y hablan mucho de música. Y Flor habla mucho conmigo, pero también quiere saber siempre qué opina él. Me encanta la relación que tienen.

¿Adoptarías un bebé? No, no está en mis planes.

DE MUJERES Y RUMORES Tu mamá Rosita, Florencia y vos son muy unidas.
Nos amamos y somos muy respetuosas entre nosotras. Mi mamá siempre estuvo muy pendiente de mí, y yo actúo de la misma manera con Flor. El diálogo me parece fundamental, y es algo que tuvimos toda la vida. No siempre estamos de acuerdo con la otra, nos encanta viajar juntas.
Flor se crió mucho con su abuela y tienen un vínculo muy fuerte.

¿Te ves parecida a tu mamá? Tremendamente. Los gestos, la forma de decir algunas cosas, ciertas actitudes...
Todo lo que odié de mamá, lo superé. [Se ríe] Pero está bien que así sea, es el modelo de madre que tuve, y pelearme con eso sería infantil.
¿Hay algo que hizo tu mamá que juraste no hacer con tus hijos y ahora te encontrás repitiendo? Quizá por miedo, mamá no me deja tener un poco más de independencia.
Sus temores han hecho que yo sea muy miedosa. Lo que intento con Flor y con Toto es ser más relajada. Ellos saben que me cuesta adaptarme mucho a sus cambios y se los digo. Me parece bueno que ellos sepan que soy una madre vulnerable y no una superwoman.

¿Qué diferencias encontrás en la forma en que criaste a tus hijos? Con Flor era muy joven, trabajaba muchísimo, no paraba nunca, quería comprarme una casa... Fue un momento de mucho crecimiento profesional.
Con Toto, me agarró más temerosa. A los veinte días de haber nacido se atragantó, estuvo grave y eso marcó nuestra unión.
Flor siempre me dice que le permito hacer cosas que a ella no. Me hace escenitas de celos. [Se ríe.]
En tu nuevo rol de entrevistadora, ¿qué pregunta te harías a vos misma? Más que una pregunta a mí misma, me gustaría saber si la gente me ve como realmente soy. A veces no entiendo cuando opinan sobre mí. Pero ¿de quién están hablando?, me pregunto. Ah, no entendieron nada de nada. Yo puedo ver al otro, y si tiene una máscara, también se la veo. ¿Por qué algunas personas se empecinan en reinterpretarme? Me molesta cuando me quieren ensuciar.
¿Qué es lo que más te molesta que se diga de vos? Ahora no lo recuerdo concretamente.
Yo soy quien soy y hace muchos años que la gente me conoce. No tengo que rendirle cuentas a nadie.
¿Adonde te gustaría llegar? ¿Cuál es tu mayor sueño? Me encantaría irme a vivir un tiempo afuera, poder combinar un poco acá y otro poco en el exterior. Seguir creciendo, abrir mi panorama, correr este techo con el que supuestamente nacemos. Estoy feliz y me siento plena con mi nuevo trabajo, yeso me impulsa a seguir creciendo.