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Mauricio Macri coronará el acuerdo con el FMI este sábado en la reunión del G7 y espera el apoyo de las principales potencias

Después del anuncio del acuerdo, verá por la tarde a la directora del FMI y Merkel.

El presidente Mauricio Macri se verá hoy con los líderes mundiales que participan de la Cumbre del G-7 con la certeza de que "la mesa chica del poder mundial", como bautizaron al grupo en la Casa Rosada, fue la responsable de destrabar de forma rápida el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 50.000 millones de dólares, y con la esperanza de conquistar respaldos internacionales que proyecten estabilidad y faciliten la recuperación de la economía.

"El mundo nos tendió una mano gracias a lo que hicimos durante dos años, en otro tiempo no hubiera ocurrido", reconstruyó ayer en referencia al entendimiento con el FMI que alejó los riesgos de la insolvencia del gobierno nacional.

Una fotografía con Christine Lagarde terminará de coronar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en la pequeña villa turística de Charlevoix, al norte de la ciudad de Quebec, en Canadá , donde Macri fue invitado por el primer ministro Justine Trudeau para acompañar la Cumbre del G-7, que agrupa a las principales economías capitalistas.

Tras la coraza financiera del FMI, la preocupación central del Gobierno es controlar los daños sobre la economía real, es decir, el nivel de actividad. En ese sentido es donde el macrismo considera que el respaldo de "la mesa chica del poder mundial" contribuye a evitar un enfriamiento de las inversiones, luego de que la crisis financiera pusiera en alerta al mundo económico.

"El ajuste recaerá sobre el sector público y las provincias tendrán que acompañar, pero la economía real puede recuperarse", evaluaban esperanzados ayer en la Casa Rosada.

Macri aterrizará hoy en Canadá junto con su esposa, Juliana Awada, y se alojará en el monumental Château Frontenac, en la cima del barrio histórico de Quebec.

La llegada a Charlevoix, que se encuentra rodeada por un incansable operativo de seguridad, será a las 11.25.

Allí comenzaron ayer las deliberaciones en medio de un clima de confrontación. El G-7 lo integran Estados Unidos, Canadá, Francia, el Reino Unido, Alemania, Japón e Italia. Es una versión más exclusiva del G-20, que agrupa a las principales economías capitalistas.

Pero sus líderes atraviesan una virulenta crisis diplomática por las críticas del norteamericano Donald Trump contra gran parte de sus pares por los aranceles a las exportaciones y la intención de incorporar a Rusia.

Las controversias llevaron a que Trump adelantara su partida y frustrara la posibilidad de verse con Macri, como se intentó a lo largo de la semana (ver aparte).

Tras la tradicional foto de familia que agrupa a los participantes, el presidente argentino se reunirá con la alemana Angela Merkel. A las 16.15 será el turno de la cita con Lagarde, donde se espera un intercambio de congratulaciones y una evaluación del significado y un repaso sobre la hoja de ruta del acuerdo con el organismo internacional.

Trudeau, como presidente temporario del G-7, tiene la facultad de invitar a otros jefes de Estado a la cita y Macri figuró entre los elegidos, en gran medida porque la Argentina tiene este año la presidencia del G-20 y, en parte, por la sintonía que ambos construyeron en la sucesión de encuentros compartidos desde que ganaron las elecciones en sus respectivos países.

Por la tarde, Macri y Trudeau encabezarán una conferencia de prensa y luego compartirán un encuentro.

La química entre ambos se renovará esta noche con una cena entre los dos matrimonios, en un pintoresco restaurante Vices Versas de Charlevoix. Ninguno de los otros mandatarios fue invitado a sumarse.

El canciller Jorge Faurie finalmente atrasó su llegada y arribará hoy junto a Macri, en tanto que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prefirió quedarse en Buenos Aires para cederle todo el protagonismo al Presidente en el retrato esperado con Lagarde.

El ingreso a la OCDE

El Gobierno, a su vez, espera que las congratulaciones que los líderes mundiales le profesan a Macri abran la puerta para el ingreso de la Argentina a la OCDE, la principal organización comercial, y que funcione como una suerte de sello de garantía para las inversiones externas.

El problema frente a la OCDE es que la Argentina quedó atrapada en un enfrentamiento entre Europa y Estados Unidos, porque las nuevas incorporaciones se definen por grupos.

Para mantener equilibrada la organización, Europa quiere que el nuevo grupo de miembros incluya a países de su continente, como Bulgaria y Rumania.

Pero Estados Unidos se resiste a la incorporación de ambos. En el ingreso a la OCDE, el problema de la Argentina son los compañeros de ruta.