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Le negaron la entrada a Irán a un escritor argentino por ser gay

Alejandro Modarelli llegó al aeropuerto de Teherán y no pudo ingresar al país luego de que las autoridades googlearon su nombre.

El escritor argentino Alejandro Modarelli pasó un denigrante momento en el aeropuerto de Teherán, cuando las autoridades de Irán no lo dejaron entrar al país por ser gay.

Después de un insólito interrogatorio y una búsqueda en Google, fue deportado a Estambul por su condición. Tenía previsto pasar allí una semana, aunque estuvo detenido por treinta horas allí.

En Irán, la homosexualidad está penada por la ley, y en diálogo con Clarín reveló cómo fue la llegada a la capital junto a un amigo, con quien había imaginado este viaje de “turismo e inspiración”.

“Pude haber hecho la visa en Argentina, pero me habían dicho que podía hacerla ‘on arrival’. Hasta ese momento la gente era amable. Nos hicieron llenar un formulario, como en cualquier lugar, hasta que llegó un hombre con una actitud mucho más inquisitiva que encima hablaba español”, contó.

La mala relación entre él y el hombre de seguridad comenzó cuando él afirmó que había escrito el libro ‘Fiestas, baños y exilios: los gays porteños en la última dictadura?’, y volvió a decir que sí cuando le consultaron si era gay.

Y detalló: “El hombre abandonó la mesa y a partir de ahí empezó una actitud más pesada de la gente. No nos hablaban y me exigieron que vaya a retirar el dinero que había pagado por la visa. Me llevaron sin decirme nada a una sala muy cómoda, donde tuve que pasar más de un día completo”.

“Sabía cómo viven los gays allá, pero nunca imaginé que iban a googlearme. Fue una situación de estrés importante, pero nada comparado a lo que debe vivir una persona gay en ese país. Viven en un estado de soledad que a esta altura resulta increíble”, dijo también.

El escritor, quien este año pensaba reeditar su libro del año 2001, contó también que le ofrecieron tramitar “la visa por izquierda a cambio de 300 dólares”, pero que luego se enteró que era una estafa.

“Algunos deberían vivir una situación así para sentir un poco de empatía con los más precarizados. Es necesario o útil para fortalecerte vos y tener empatía con poblaciones precarizadas”, concluyó Modarelli.

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