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Las "cirugías milagrosas" de los pastores evangélicos

¡Aleluya! Ya están pisando suelo argentino y muchos enfermos de cáncer acuden a ellos.

El sabio epistemólogo argentino Mario Bunge suele decir que "la basura siempre se recicla", no refiriéndose a cuestiones ecológicas sino a la pseudociencia y al charlatanismo en sus diferentes modalidades. Y vaya si es acertada su afirmación que el tema que abordaré confirma esta regla. Se trata de una variante de las fraudulentas cirugías psíquicas de los filipinos que, a su modo, han incorporado varios pastores evangélicos brasileños para demostrar el poder divino que -por su intermedio- obra milagros de curación.

Mi intención era ocuparme de otros engaños que se llevan a cabo en algunos templos evangélicos pero, por razones de importancia mayor, deberé poner la mira en esta modalidad "quirúrgica" que ya ha llegado a la Argentina y, obviamente, puede acarrear serios peligros en materia de salud.

Parecidos pero diferentes

La extracción de objetos del cuerpo de una persona, por medios aparentemente inexplicables, es tan antigua como el Hombre. Diferentes culturas alrededor del mundo tienen y han tenido sus representantes -chamanes, brujos, hechiceros, curanderos, etc. - de estas prácticas encuadradas dentro de la medicina tradicional o folclórica. La variedad de cosas que se extraen (objetos, animales, etc.) son tan diversas como las técnicas empleadas: algunos utilizan instrumentos, otros las manos y/o la boca. Los denominados "sobadores" y "chupadores" representan el mejor ejemplo de las prácticas de extracción por succión [Pardal, R. Medicina Aborigen Americana. Humanior; Biblioteca del Americanista Moderno. Bs. As., 1937]. Por lo general, siempre tienen por objetivo la curación (término que también puede variar) de una dolencia física, psíquica y/o espiritual [Eliade, M. El Chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. FCE., México, 1982].

Los máximos exponentes de estos procedimientos son los internacionalmente conocidos cirujanos psíquicos filipinos. No sólo por la espectacularidad de sus "operaciones" sino también por una habilidad superior comparada a la de otros que recurren a estos engaños. El mayor efecto visual se produce cuando aparentan introducir las manos en el cuerpo del paciente y comienza a brotar un líquido rojizo semejante a la sangre (que de hecho también puede utilizarse) y, después de una rápida manipulación y "penetración" de sus manos en la misma zona, culminan extrayendo una especie de tejido que, presuntamente, podría ser un tumor, y sin huellas de cicatriz alguna.

Por su parte, los pastores evangélicos que también han incorporado "operaciones" a su amplia oferta de "milagros", no son tan hábiles como los filipinos pero el dramatismo de la puesta en escena compensa con creces la prestidigitación más elaborada de los asiáticos.

Las filmaciones, que incluso suelen subir a Internet los propios devotos, no se caracterizan precisamente por la calidad de imagen y buenos encuadres puesto que las realizan mal ubicados, apurados y con sus celulares. Eso no es obstáculo para apreciar cómo se perpetra el fraude y, menos aún, para el ojo entrenado de un ilusionista.

Pondré especial énfasis en el pastor brasileño Makiã Santos, no sólo porque su técnica no difiere mucho de la de otros sino también porque "estuvo haciendo la obra de Dios en Argentina". Adelanto, antes de entrar en detalles del próximo video, que estén atentos a su mano derecha puesto que es la clave del engaño.

El micrófono encubridor

Esta filmación es apenas una de las tantas que se difunden sobre las "operaciones milagrosas" de Santos. Desde ya que he visto varias y opté por ésta puesto que sintetiza a pleno la teatralidad que impone este farsante para hacerle creer a los incautos que cura el cáncer mediante la mágica extracción de tumores.

La técnica siempre es la misma y la trampa radica en tener previamente oculto un pequeño objeto (piedritas, pedacitos de alguna víscera de animal, o cualquier basura a disposición) en una de sus manos, en este caso en la derecha que es con la que sostiene el micrófono. Como es natural que se valga de un micrófono para sus presentaciones, de igual forma justifica el puño casi cerrado para sostenerlo. Lo no natural es que se arremangue con la mano derecha que precisamente sostiene el micrófono. Todo indica que, por cuestiones lógicas de comodidad, debiera pasar el micrófono a su mano izquierda para tener libre la derecha que es la que usará para arremangarse. Pero claro, la mano derecha siempre la tiene ocupada con algo. Hay varias intervenciones que reflejan este modus operandi.

Sólo cambia o abandona el micrófono cuando se agacha y traslada su mano derecha al cuerpo aceitado de la víctima. Una vez que posó su mano con el objeto oculto ya no la levantará hasta el final, cuyo broche será la aparición de alguna pequeñez pretendiendo hacer creer que extrajo un tumor o el motivo de la enfermedad según la circunstancia.

Desde el momento que los objetos son tan pequeños (a pesar de sus gritos desaforados anunciando lo contrario), esto no le representa ninguna dificultad para mantenerlo oculto o trasladarlo sin que se note, y menos aún dejarlo un buen tiempo cubierto con el canto o palma de la mano, e incluso hasta con un dedo, mientras manipula la zona del cuerpo del paciente embadurnado con aceite.

En varios videos se observa que algunas personas a quienes les practica esta falsa operación son obesas y los cuerpos fláccidos le facilitan el efecto visual de aparentar que está hurgando "dentro" de los mismos. Es algo que los curanderos filipinos también explotan al máximo. Pero, si bien el paralelo es inevitable, lo que realizan estos pastores evangélicos es extremadamente burdo en comparación a la habilidad de los filipinos que no deja de ser otro gran fraude y que me he cansado de exponer en varios programas de televisión.

Operativo Argentina

Makiã Santos vive actualmente en Itajaí, Santa Catarina, junto a su esposa e hijos. Desde adolescente comenzó a predicar en varios estados de Brasil. A los 22 años quedó bajo la tutela del Rev. Clarion Bonina, de quien "aprendió mucho en el área de los milagros y revelaciones que aún conserva", señala su biografía.

Recién en diciembre de 2002 es visitado por un "Ángel del Señor" y es bendecido con la entrega del "ministerio de maravillas y milagros", cuyo mandato divino incluía las "extracciones" que aún viene realizando. Esta farsa le permitió viajar por diferentes continentes y no quiso ser menos con nuestro país.

Así fue que, hace poco, estuvo haciendo de las suyas por la ciudad de Rosario (Santa Fe), bajo el amparo y complicidad de su paisano, el  pastor Elizeu Faria De Oliveira, que lidera el "Ministerio Restaurando Vidas", cito en la calle Italia 3301 de esa localidad. En la página del Registro Nacional de Cultos, al menos por esos datos no figuran registrados. Y bien, Santos no hizo nada diferente a lo que suele hacer en Brasil u otras partes del mundo: falsas cirugías para engañar a la gente.

Las víctimas argentinas fueron varias, pero vale la pena una de sus intervenciones por lo disparatado de la situación en la que somete a una mujer embarazada a un manoseo brusco y doloroso para "extraerle tumores de la cabeza de la criatura que lleva en su vientre". Una aberración que exime todo comentario.

Si no tienes cáncer te lo inventan

El combo es completo: diagnóstico y cura de cáncer. La audacia de estos delincuentes llega a tal punto que no dudan en inventarle a la gente enfermedades que ni se les ocurría que padecían. En el próximo video hay un testimonio claro de esta situación cuando una mujer sólo acusa molestias y dolores en la parte izquierda de la zona abdominal. Sin pérdida de tiempo, Makiã Santos le diagnostica "cáncer de intestino" y procede a la extracción del "tumor maligno" que acaba de inventar para justificar su show quirúrgico. Una vez finalizada la "operación", el pastor Elizeu -que obtuvo el don de lenguas para traducir el portugués en portugués- cierra el espectáculo confirmando el diagnóstico y cura diciendo que "El Señor ha dado la palabra de ciencia al pastor Makiã Santos para sacar el tumor..." ¡Gloria a Dios!

Tampoco faltaron los bloopers. A una jovencita que llegó caminando y que ambos pastores decían que "no podía caminar" porque Satanás se lo impedía instalándole un dolor en la columna, después del rito de sanidad intentaron tirarla al piso (práctica frecuente entre muchos pastores) acercándole la mano a la frente, pero no hubo caso, la piba resistió con los ojos cerrados. Insistieron mediante empujones y soplidos, y la joven siguió en pie. Resignados ante el fracaso, optaron por hacerla caminar, saltar y correr alrededor del templo. ¿Trascenderá como el milagro de la cura de una paralítica?

No siempre terminan bien

Estas empresas se mueven con total impunidad amparadas en la religión. La lista de pastores brasileños que recurren a esta farsa es amplia y, entre varios, se destacan: Amilton de Cristo, Isac Theodoro, Milton Cardoso, João do Recife, José Fernandes, Charles Santos...

Algunos ya han sido denunciados y encarcelados en su propio país. El caso del pastor brasileño Walter Pantoja y su socio-colega Izomar Oliveira da Silva, fue un buen ejemplo que tuvo amplia cobertura en los medios locales. Pantoja era famoso en su momento por, entre otras varias picardías, este tipo de "operaciones milagrosas" que incluían la aparición de alfileres, clavos, cabellos, insectos, etc. Los fieles intentaron lincharlo en su propio templo e intervino la policía llevando presos a ambos y acusados de estafa, charlatanismo y curanderismo [G1, 05-08-2012].

Riesgo latente

Estas falsas cirugías han sido desenmascaradas en todo el mundo y hasta la American Cancer Society (ACS) alertó sobre su peligro [ACS  Questionable Methods of Cancer Management, 1989, Documento 008010  #0300.86-PE.]. Las personas que realmente padecen un problema oncológico suelen quedar convencidas de que han sido operadas por estos estafadores y, eventualmente, podrían abandonar los tratamientos convencionales como lo he señalado en una nota anterior [ver "Charlatanismo y cáncer"]. A propósito de esto y para que la libertad de culto no se transforme en libertinaje de culto, nunca estará demás recordar el conmovedor testimonio de la actriz argentina Perla Caron, quien junto a su padre fueron algunas de las tantas víctimas del engaño de este tipo de falsas cirugías.