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La reforma que desvela a intendentes del PJ

* Por Mariano Pérez de Eulate. Conocedores de los tiempos parlamentarios, los intendentes del Conurbano esperan algo impacientes que se concrete la promesa oficial de acelerar los cambios a la reforma política provincial que les permita a ellos volver a manejar ciertas riendas en las internas de los PJ distritales.

Es una suerte de consuelo frente a la inevitabilidad del escenario con el que van a tener que jugar en octubre: deberán lidiar en sus distritos con listas opositoras que llevarán el mismo candidato presidencial que ellos, probablemente la presidenta Cristina Fernández.
"Es por el sabor amargo de aceptar las colectoras que los jefes comunales fogonearon y lograron el retoque en la ley de internas que increíblemente aún no fue reglamentada en la Provincia".

La ira inicial de los jefes comunales ha virado a resignado enojo y, en varios casos, a silenciosa aceptación de aquella estrategia presidencial. Pudo haber tenido que ver en esto la promesa que el ministro del Interior, Florencio Randazzo, le ha hecho a más de un intendente respecto a que en su distrito la Casa Rosada operará para que el partido de Martín Sabbatella -Nuevo Encuentro- no presente colectoras locales.

Randazzo acercó esa supuesta tranquilidad, sobre todo, a los caciques de los distritos más cercanos a Morón, donde Sabbatella gobernó durante una década. Son los lugares donde, se supone, el moronense debería tener una mejor performance cuando vaya como candidato a gobernador con los colores presidenciales y enfrentando a Daniel Scioli, quien compartirá boleta justamente con aquellos intendentes. El dato a tener en cuenta es que parecen haberle creído al ministro.

ATENTOS A LA LEGISLATURA

Conviene volver a la cuestión legislativa. Es precisamente por este sabor amargo de aceptar las colectoras que los jefes comunales fogonearon y lograron el retoque en la ley de internas abiertas, simultáneas y obligatorias que increíblemente aún no fue reglamentada en la Provincia. Es probable que hoy a la tarde el oficialismo de la Cámara de Diputados provincial presente el proyecto que cambia un artículo de dicha ley electoral para que mañana ingrese en Comisión y tome así el correspondiente estado parlamentario. Sería la Comisión de Asuntos Constitucionales la que se abocaría al tema.

La iniciativa, acordada en su momento entre el gobernador Scioli y los jefes de los bloques legislativos del kirchnerismo, propone que se suba el piso de votos a partir del cual la lista que no haya ganado la interna partidaria pueda mechar candidatos en las nóminas que cada partido presente en la elección general de octubre próximo.

Para ponerlo en cifras, la actual normativa recurre al sistema D'Hont para repartir esos cargos estableciendo un piso de 10% de los votos positivos para las listas que resulten minoría. Pero los intendentes, concientes de que con muy poco cualquier rival interno les podría colar un postulante propio en sus listas de concejales, quieren que se aplique el criterio con el que se venga manejando cada partido previamente. Que en el caso del Peronismo, y según su carta orgánica, es de 25%.

O sea que, de prosperar la iniciativa, la oposición interna que cada intendente del PJ tenga en su distrito sólo podrá meter un candidato a concejal si alcanza ese piso del 25% en la interna de agosto.

Para los intendentes es un mecanismo de resguardo: si llegan a perder bancas propias en los Concejos Deliberantes por la colectora de Sabbatella, al menos se aseguran una mayor fidelidad en las listas que ellos presenten.

NEGOCIACIONES

Hasta el momento, los operadores legislativos del oficialismo vienen trabajando acuerdos con fuerzas de la oposición porque el PJ oficial no tiene número suficiente para la aprobación de esta "reforma de la reforma". Según fuentes oficialistas, existen más que avanzadas conversaciones con diputados que responden a Francisco De Narváez y con el grupete que se referencia en el vicepresidente Julio Cobos.

Si finalmente se aprueba este cambio, para los intendentes sería un triunfo casi pírrico. Y los pondría frente a otro debate que se viene entre jefes comunales, en este caso con mayor preponderancia entre los del interior de la Provincia: impulsadas por el sciolismo puro, y al mejor estilo sabbatellista, el Gobernador también tendría sus propias listas colectoras.

Por estas horas se afinan detalles y se buscan mecanismos legales para que, en efecto, el abanico de partidos vecinales o municipales pueda adherir a la candidatura a gobernador de Scioli, aún compitiendo contra los postulantes comunales del Frente para la Victoria y sin tener la obligación de llevar candidato presidencial. Esto es: sumarían para Scioli pero no para la Presidenta. Por ahora, final abierto.