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La polémica de las cirugías estéticas: ¿se evalúan las consecuencias?

El escándalo entre Lotocki y Silvina Luna es la punta del iceberg de un asunto que lleva años y discusiones. ¿Vale todo para ser "más linda"?

La denuncia pública de Silvina Luna a Aníbal Lotocki por mala praxis por inyectarle sustancias "tóxicas". El cirujano se defiende y afirma que no utilizó nada ilegal. Pero, ¿Silvina Luna no sabía a lo que se sometía? ¿No sabe, o no sabía, de los efectos del metacrilato?

Ser linda, o buscar serlo, vale cualquier precio y no digo el monetario, que ya es un valor superlativo para una persona trabajadora. Ahora vale todo, la ciencia ha evolucionado tan rápido que no da tiempo a detenerse en las consecuencias. Una operación de algo que "no me gusta" para ser más bonita ya es algo natural en la sociedad.

Muchas famosas se operaron para ser más exuberantes o incluso terminaron con una "adicción" a las operaciones. Victoria Xipolitakis, Moria Casán, entre otras, fueron las pacientes de Lotocki, pero la lista es más larga si se cuentan las operaciones. En una nota, Oggi Junco dijo: "Lo que no me gusta de mi cuerpo, voy y me lo opero". Así estamos...

La cantidad de operaciones, y más si son plásticas, terminan repercutiendo en el cuerpo. Las sustancias no naturales que ingresan al cuerpo generan, a la larga, problemas de salud que pueden ser irreversibles. Verónica Ojeda se operó apenas tuvo a su hijo Dieguito Fernando y luego perdió un embarazo. 

Ricardo Fort fue otro que se operó constantemente y no tuvo un final feliz. El millonario se hizo un gran número de intervenciones quirúrgicas, desde los talones hasta la espalda. Estas operaciones terminaron por complicar su estado de salud y terminó en la prematura muerte del empresario.

Silvina Luna también está sufriendo problemas derivados a la operación que se hizo. El material que se puso es peligroso para el cuerpo, pero ¿quién lo eligió? ¿Ella no sabía nada? Ser lindo estéticamente tiene su precio, la pregunta es: ¿lo vale?