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La educación, hoy

* Por Eduardo Escalante. En un contexto de crítica moral y con grandes dudas sobre liderazgos, el tratamiento de temas educativos demanda rigor y delicadeza intelectual, que no debería significar falta de asertividad.

En un escenario complejo, donde las relaciones causa-efecto no necesariamente las conocemos, un mal tratamiento de las temáticas educativas, puede tener consecuencias insospechables en fenómenos cuyo alcance se dan en el mediano y largo plazo.

Hace poco tiempo se han publicitado cifras preocupantes sobre la repitencia escolar. Uno de los últimos informes de la OCDE resulta muy interesante cuando se plantean públicamente cifras sobre la repitencia que son preocupantes.

Inicialmente, diría que no se puede hablar de un problema educativo si no hay investigación suficiente que permita abordarlo, más cuando la información que se transmite genera un impacto ético y motivacional sobre la dinámica de un determinado sistema educativo.

La deserción y la repitencia son problemas que todo sistema educativo debe enfrentar. La situación se agrava cuando "creemos" saber lo que pasa, es decir, se trataría de un "problema conocido" y se continúa aplicando la repitencia como una de las soluciones a los problemas de rendimiento escolar.

Se parte del supuesto que es una estrategia que mejoría los aprendizajes. Pero sería importante conocer las evidencias empíricas de que el resultado es positivo. En general, se carece de la investigación necesaria para abordar este "problema complejo", con dimensiones desconocidas respecto de lo que lo ocasiona, de la dinámica del fenómeno mismo, más allá de buscar culpabilidades, tendencia creciente en nuestros países. Hay algo estructural que no funciona y que requiere generar soluciones que desconocemos.

El informe de la OCDE señala: "Algunos países insisten en la repetición de años escolares como práctica común a pesar de su costo, a individuos y sistema por igual: en algunos sistemas escolares (Francia, Luxemburgo y España), hasta un cuarto de alumnos de escuela secundaria han repetido un año en algún momento, como lo hace el 20% de los alumnos de educación primaria en Países Bajos y México. Pero esto no es una situación común en los países de la OCDE. Aunque la repetición del año escolar puede ser popular con los profesores, hay muy poca evidencia de que los niños obtengan un beneficio de esto".

Pero el problema es mucho más profundo si tratamos de acercarnos a lo que significa para un niño o adolescente repetir: su autoestima, la construcción de su identidad en proceso, y también para su familia, para los profesores mismos, para la credibilidad del sistema pedagógico de una escuela.
 
Hay camino que desandar. No se puede naturalizar la repitencia como fenómeno que necesariamente deba o no deba ocurrir. Hoy están todos los medios para hacer posible el aprendizaje en todo lugar y en cualquier tiempo.

El tema es que no se ha preparado al sistema educativo para asumir las necesarias innovaciones facilitadas por las nuevas tecnologías y la incorporación de nuevos conceptos sobre el aprendizaje: aprendizaje invisible, aprendizaje móvil, aprendizaje transportable.

Los docentes no han tenido el tiempo, el sistema no lo otorga, para comprender que en la actualidad hay que transformar al alumno en creador de contenidos.

La forma de construir cultura ha cambiado considerablemente y las teorías educativas cada día más favorecen el concepto de "co-construcción", no solamente del contenido, sino que también de las relaciones y de las formas de la interactividad en el aula. Se requieren nuevas formas para significar, resignificar, y deconstruir los objetos culturales y lo que nos ocurre.

Finalmente, hay otras evidencias importantes del informe, y que podríamos asociar a la repitencia para generar contención educativa, indican: "Mientras más cerca estén los padres del proceso escolar tienden a estar más satisfechos con sus logros: los padres suelen estar más satisfechos con la escuela de sus propios hijos que con el estado de educación en general; los padres con hijos en la escuela están más satisfechos que otros padres; los que están involucrados en la administración de la escuela más que otros; las mujeres -que suelen ser más activas en la educación y vida escolar de sus hijos- están más satisfechas que los hombres".

¿Cómo se expresan los antecedentes anteriores en la realidad de cada una de las escuelas? Esto permitiría salir de las explicaciones genéricas, tan comunes en nuestras comunidades.

A modo de síntesis, los antecedentes y comentarios anteriores podrían formar parte del itinerario de discusión de un problema tan grave como la repitencia, por su impacto en la moral de las comunidades educativas, en la estabilidad del alumno respecto de su identidad y la red social de la que forma parte, y en la dinámica familiar.

Es urgente reflexionar sobre esta estrategia instalada desde antiguo, y muy asociada al carácter autoritario que han tenido los sistemas educativos en determinadas etapas de su desarrollo, no necesariamente razonada científicamente, y completamente válida en la actualidad.