"La distancia destruyó a la pareja ", Eunice Castro, separada y con alma de geisha

El camino de la vida la sorprende una y otra vez, proponiéndole desafíos audaces, pruebas sentimentales y confirmaciones de su madurez como mujer. Es innegable que Eunice Castro (36) disfruta de la intensidad cuando describe, casi sonrojándose, la prueba que le propuso el director teatral José María Muscari: subir al escenario para interpretar una escena lésbica junto a Claudia Albertario, en la obra "Shangay", en la que la sensual uruguaya comparte elenco además con Nicolás Pauls y Chunchuna Villafañe, en el Chacarerean Teatre, de Palermo.

En el medio de la historia, Eunice hace un topless y besa apasionadamente a Albertario, lo cual le imprime un toque hot al espectáculo.

"Hacer ‘Shangay’ es una gran apuesta para mí, ya que nunca había realizado ese tipo de teatro, una propuesta más under. Es una obra con el sello Muscari, estoy feliz de hacer algo diferente que me haga crecer en la parte actoral. Muscari es un director vanguardista y súper transgresor, y cuando me propuso esa escena, al principio me dio un poco de miedo— explica Eunice Castro a CARAS, antes de referirse a cómo se preparó para semejante desafío—. Soñaba con trabajar con Murcari, y se me cumplió. Lo conocí haciendo la obra ‘Pirañas’, junto a Gerardo Romano.

Como actriz nunca había dado un beso, hasta que este verano, en ‘Pirañas’, lo hice por primera vez. Esa experiencia previa me sirvió para protagonizar esta de ‘Shangay’. Aunque ahora lo fuerte es que debo besar a una mujer. Igual, el resultado final de lo que se ve en escena es muy cuidado, delicado, estoy muy conforme porque es más lo que se sugiere que lo que sucede realmente. A mí no me gusta traspasar en el escenario lo que soy yo como persona. En la vida privada nunca tuve una fantasía con una mujer.

Es algo válido, no lo juzgo, pero en lo personal nunca me pasó de desearlo", confiesa quien además es conductora en el Canal 12 de Uruguay desde hace seis años y se prepara para co-conducir junto a "Waldo" Navia el programa "Décadas", un ciclo dirigido a la familia que se emitirá los días domingos.

Eunice Castro empezó siendo bailarina clásica, después incursionó en el modelaje, donde no dejó de desfilar hasta los 18 años por diferentes países. Ahora, la conductora y actriz, afirma que concentra toda su energía en el trabajo, ya que su vida sentimental atraviesa por un período muy triste. "Poner toda la libido en lo laboral a lo mejor es una forma de escaparme, de no hacer contacto con una realidad sentimental que defino como difícil, porque hace tres semanas que me separé de Martín (Colantonio, de 37 años), con quien salí durante un año y medio.

Había apostado todo a esa relación.

Era un vínculo muy sólido, pero la distancia destruyó a la pareja", dice.
—¿Por qué se separó? —En esta etapa de mi vida necesito un hombre que esté muy cerca mío, Martín es de Mar del Plata y está muy instalado allá. Yo estaba en Montevideo, y se complicaba. El hecho de que yo ahora me vine a Buenos Aires, por la obra de teatro, no pudo revertir la decisión de separarnos.

No sé si alguna vez habrá entre nosotros una reconciliación, pero sentí que era el momento de tomar la decisión de separarme. A nuestra edad no sirve un noviazgo de niños, y más cuando una quiere formar una familia.

—¿Le gustaría tener hijos? —Sí, ser mamá es una asignatura pendiente. Siempre pienso en tener hijos que puedan contar con un padre al lado, pero si la vida no me lo da de esa manera, seré madre sola. Me imagino siendo una mamá hincha y sargentona, pero muy cariñosa (Risas).

—¿La sorprendió enterarse de que su ex marido, Jorge Rama, terminó estafando a Susana Giménez? —Me llamó la atención cuando se supo lo que le hizo Jorge a Susana.

Pero en todos estos años sucedieron cosas que también me dolieron mucho, como perder mi apartamento de Montevideo, nunca pensé que él me lo iba a embargar. Era el apartamento que teníamos desde que éramos novios, cuando me separé luché para poder comprar mi parte, F. de bartolo/perfil Continúa

pero no lo logré porque está embargado.
Yo había puesto plata, era una propiedad de los dos. Lo que le hizo a Susana con los cheques, me sorprendió...

Nunca imaginé que Rama llegaría a tanto. Jamás hablé mal de Jorge ni lo voy a hacer ahora, tampoco. Pero hay actitudes de él que no se corresponden con mis valores como ser humano.
—¿Se percibe como una mujer sexy? —Más que sexy, soy una mujer sensual. Seduzco más con el misterio.

Depende del hombre y del momento, pero cuando tengo química, me gusta ser una geisha en la intimidad.

De mi cuerpo, los mayores elogios se lo llevan mis ojos, mi espalda y mis piernas. Tengo un cuerpo grande, fuerte, sé que muchos varones se inhiben cuando están cerca mío. Pero ese efecto lo contrarresto con mi manera de ser, cuando me conocen se animan más.
—¿Sigue con ganas de hacerse las lolas? —Cuando empecé a desfilar, tenía muchas ganas de operarme.

Pero soy re miedosa, nunca me animé, por eso jamás me hice una cirugía.
Con los años empecé a asumir mi cuerpo, con lolas más grandes me sentiría otra persona. Me llamó la atención también que a todas mis parejas les hayan encantado mis lolas como las tengo, no querían que me operara. ¿Podés creerlo? —¿Se siente frustrada en el amor? —No.

Sigo esperando a mi Príncipe Azul, porque no dejo de creer en el amor. Pero estar muy enamorada nos hace más vulnerables, y a veces es peligroso. Este año, mis padres cumplieron cincuenta años de casados, y los tengo como ideal de matrimonio. Me encantaría algo así para mí. Pero, por ahora, no es posible.

El hecho de que Martín, su ex novio viva en Mar del Plata y ella, un poco en Montevideo y otro, en Buenos Aires, desgastó la relación en la que ella había depositado sus ilusiones. Hoy concentra la libido en su carrera.

"Necesito un hombre que esté muy cerca mío. A esta edad, no quiero un noviazgo de niños y más cuando ya quiero formar una familia."