Hacete adicto al heavy-metal
Con este hombre ocurrió algo rechapa que te va a sorprender.
A Roger Tullgren, de 42 años, de Hässleholm (Suecia), le otorgaron beneficios por discapacidad luego que tres psicólogos certificaran que era un adicto al heavy-metal y que no podía rendir en el trabajo a menos que le permitieran usar remeras negras, pantalones de camuflaje y escuchar su música preferida a todo lo que da.
La edición sueca de The Local primero informó sobre Roger Tullgren en 2007, luego que su adicción al heavy-metal fue reconocida por psicólogos y el servicio de empleos del Estado acordara pagar parte de su salario. Aparentemente, su interés por el heavy-metal comenzó en 1971, cuando su hermano llegó a casa con un álbum de Black Sabbath. Desde entonces, la cosa no paró: Roger se dedicó a dejarse el pelo largo, coleccionar tatuajes y a usar calaveras y huesos en cruz como adornos. Claro, esto no es anormal. Hay mucha gente que lo hace. Pero en el caso de Tullgren el heavy-metal empezó a interferir con todo lo demás.
Debido a que no podía ir a los cientos de recitales de heavy-metal y a cada evento que se hacía durante el año y muchas veces no iba al trabajo, su empleador, cansado de sus andanzas y del viejo rockero hizo que éste se quedara en la calle. Afortunadamente –obviamente para Roger- luego de algunas sesiones con terapistas ocupacionales que certificaron que su adicción al heavy-metal era una discapacidad –hay que tener coraje- Roger Tullgren fue "premiado" con el derecho a un suplemento salarial en el local donde trabaja.