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Guerra de libros en campaña, los apoyos al acuerdo y el factor Schiaretti

El impacto del libro de Cristina. Carrió y radicales respaldan los 10 puntos deconsenso. El gobernador cordobés evalúa su futuro.

Despotismo ilustrado: la campaña ya es una pelea entre escritores

La campaña entra en la región más transparente. La pelea se libra ya en todos los territorios del alma y del cuerpo. Unos disputan en nombre de los libros, otros de las alpargatas. La campaña revive los demonios del despotismo ilustrado, y hay quienes creen que el resultado saldrá del arbitraje entre los 10 puntos de Frigerio y los documentos de Lavagna y Massa. Otros imaginan con optimismo el efecto de las plumas feraces del Instituto Patria sobre la conciencia de los votantes. El libro que firma Cristina - una bomba caza bobos que busca que todos discutan sobre el personaje, sólo porque sacó un libro. Menos creen en la utilidad de la distopía post apocalíptica que se le atribuye a Mempo Giardinelli, un hombre de los géneros de ficción - creador de la marca "Puro cuento" -. Para sentarte hoy en la mesa te piden que hayas escrito algo, si no te dejan afuera del reparto de la baraja.

Tanta pasión por la pluma hace recordar a Platón en La República, cuando advierte sobre las trampas de la fantasía: "si un hombre capacitado por su inteligencia para adoptar cualquier forma e imitar todas las cosas, llegara a nuestra ciudad con intención de exhibirse con sus poemas, caeríamos de rodillas ante él como ante un ser divino, admirable y seductor, pero, indicándole que ni existen entre nosotros hombres como él ni está permitido que existan, lo reexpediríamos con destino a otra ciudad, no sin haber vertido mirra sobre su cabeza y coronada ésta de lana".

Lección de acuerdismo de Pepín y Grabois

La consigna es "dentro de la Feria de Libro todo, fuera de la Feria del Libro nada". Ese espacio fue cita de un esquicio de contrafrente, desatendido por la prensa conformista, entre Juan Grabois - jefe de las organizaciones francisquistas - y Fabián Rodríguez Simón, el más laico y libertino de los hombres del círculo de Macri - antiabortista, patrocina al despenalizador Antonio Escohotado. Presentaron juntos el libro "La clase peligrosa" de Grabois, que levantó críticas en el cristinismo por su reto a quienes, en esa fuerza, imponen privilegios personales a los del conjunto.

Grabois y "Pepin" han sido, desde la oposición y el Gobierno respectivamente, los autores del acuerdo más firme que pudiera imaginarse entre las organizaciones sociales y Cambiemos. Permitió leyes de economía popular con $ 30.000 millones para pagarle un sobresueldo a los pobres, y la expropiación de las tierras ocupadas en villas para dárselas a los excluidos que las ocupan, una revolución que nadie se imaginó emprender, y menos sin violencia. Esa concertación de voluntades ha sido más firme y productiva que otras que se están proponiendo hoy. Deberían confiarles otros acuerdos a estos dos personajes.

Cadena de oración para entornarlo a Lousteau

Bajo el mismo clima de acuerdos, hubo este fin de semana cadena de oración dentro del Gobierno para acompañarlo a Martín Lousteau en la tarde del domingo en la presentación de su libro de campaña. Fue eficaz porque viajó hasta el presidente del partido Alfredo Cornejo, desde Mendoza. Esa señal la completaron la promesa de asistir de Rogelio Frigerio y Horacio Rodríguez Larreta. Un completo, acompañado de estrellas del partido del distrito que lo tiene como abanderado, como Daniel Angelici y críticos de Cambiemos como Federico Storani. La juntada libresca sirvió para un encuentro discreto entre los principals del partido para tomar posición frente a los proyectos acuerdistas.

La clave, rearmar el partido del ballotage de 2015 y 2017

Para el Gobierno lo más importantes es rearmar el Partido del Ballotage, que le permitió ganar en 2015 y 2017. Para hacerlo repite el minué de Gualeguaychú en 2015, que se replicará en la Convención del partido de fines de este mes. En aquel momento el adversario a derrotar era Daniel Scioli. Hoy es Cristina. Volverán a discutir si debe ser una alianza chica - como la que aprobaron en 2015 con Macri - o si hay que abrirla a otras expresiones, como Lavagna y Massa.

Pasada una semana de revoleo de documentos, la síntesis es: 1) gana en el Gobierno el ala acuerdista, que hablar de cerrar con la oposición un pliego de proyectos para atraer al voto moderado; 2) nadie quiere en serio una alianza electoral, empezando porque el peronismo no quiere entrar en ningún negocio de ese tipo; 3) las partes siguen forcejeando. El Gobierno acusa a los alternativos del peronismo de adelantar la jugada, para debilitar a un gobierno que tiene un poder débil: ya cuesta mucho sentar a alguien a hablar algo en serio acerca de un futuro común; 4) también hay codazos entre los peronistas. Lousteau se extrañó por el rechazo de Lavagna a su escrito sobre el llamado a algún acuerdo, hace diez días. Su escudero Emiliano Yacobitty, recibió una disculpa de Lavagna sobre que no había entendido a Lousteau, pero que no dejasen de hablar; 5) Todos los documentos que se conocen - Gobierno, Massa, Lavagna - tienen una música parecida y difieren en los adjetivos.

El acuerdo es sobre lo que no hay que hablar

Estaría como para que alguien redacte un Núcleo de Coincidencias Básicas, como aquel del Pacto de Olivos. Según el consejo de Felipe González, este partero de la historia que aceita las bisagras en cada crisis argentina, las coincidencias tienen que contener los puntos de los que nadie va hablar en la disputa electoral. No se trata de enumerar acuerdos posibles, sino convenir aquello de lo que no se va a hablar. Como el paraguas de soberanía del acuerdo con los ingleses por Malvinas. ¿Cuesta tanto explicar que el acuerdo es sobre lo que no se habla, no sobre lo que hay que hablar? Parece que sí. Keynes hablaba de los "animal spirits" para describir cómo la gente llega a tomar decisiones financieras en tiempos de incertidumbre.

En una dictadura - suele recordar Jesús Rodríguez, hoy el mejor amigo radical de Marcos Peña -, como la de Pinochet en Chile, o en esta China del capitalismo esclavo, la certidumbre la da el manejo del orden público. En una democracia, la certidumbre la provee la capacidad de acuerdo, una forma de construir futuro. Difícil lograr los acuerdos en un país envenenado por los demonios del regeneracionismo -hay que destruir todo para crear el nuevo orden y el hombre nuevo- y la intransigencia, que convierte cualquier escenario de consenso en una conspiración de traidores a la patria.

Carrió y la UCR se apiñan para concertar

Como fueran las cosas, Macri ya logró que los aliados apoyen la movida. Cornejo saludó el llamado de los 10 puntos de Frigerio, pero advierte que la posición del Gobierno es débil, que podría perder las elecciones y que eso: 1) lo fuerza a ser más prolijo, porque no pueden los aliados enterarse de lo que hace leyendo los diarios -no está mal eso de leer diarios, después de todo; 2) el Gobierno tiene que pensar que el acuerdo, si se arriesga todo, puede extenderse a una alianza electoral que se parezca al legendario Tercer Movimiento Histórico que imaginó Alfonsín. Son dos tiempos, el pacto político y, si hace falta, el pacto electoral.

Elisa Carrió también saludó la iniciativa. Mandó a decir que "confiamos en el análisis y en la decisión que tome el presidente Mauricio Macri". En cuanto a lo electoral, "debe ser conversado y acordado en la Mesa Nacional de Cambiemos". Llegó el sábado a Buenos Aires, pero volverá a Córdoba el fin de semana, para esperar los resultados de las elecciones provinciales. Anunció también que el18 de mayo la convención de la Coalición Cívica aprobará la pertenencia a Cambiemos, siendo el primer partido de esa liga que lo hará. Antes que el Pro y la UCR.

Acampes en Los Toldos por los 100 años de Eva

El peronismo cristinista tiene dos compromisos de liga esta semana, más lejos de los libros y más cerca de las alpargatas. Desafió a María Eugenia Vidal a un torneo en Los Toldos sobre quien copaba la plaza en los festejos por los 100 años del nacimiento de Eva Perón, que se recordará mañana. La gobernadora había previsto estar ese día allí para reinaugurar obras de refacción en el museo, que está en la casa natal de la abanderada de los trabajadores. Algo así como lo que hizo Macri en la campaña del 2015 de estar junto a Hugo Moyano en la inauguración del monumento a Perón en el centro porteño.

El peronismo se le adelantó y manda a empezar todo este lunes, con una vigilia en Los Toldos, con procesión, show musical con Teresa Parodi y culminación con Nacha Guevara cantando "No llores por mí Argentina". Insiste el partido en apoderarse de esa canción, la más bella de la ópera Evita, que es un monumento del gorilismo mundial, basado en la detracción de la figura de Eva Perón. Los gorilas dirán que los peronistas no saben inglés. La vigilia concentrará a dirigentes nacionales y de la provincia de Buenos Aires, gobernadores como Gildo Insfrán, Lucía Corpacci, y Rosana Bertone y otros a confirmar. Habrá banda de videos de adhesión de Cristina (si no es que no se aparece por sorpresa) y ocho dirigentes mujeres del resto del país, y de todos los sectores del peronismo.

Incluye uno de Adriana Nazario, viuda de José Manuel de la Sota, toda una señal mirando al domingo cordobés. Los Toldos está en General Viamonte, distrito en manos del intendente Franco Ariel Flexas, quien tenía todo preparado para recibirla el martes a Vidal, que ha mandado a decir hace un rato que no irá, porque tiene un acto con Macri en otro lugar. El peronismo se comió el amague y los dirigentes - José Luis Gioja, Fernando Espinoza, Cristina Álvarez Rodríguez, la sobrina-nieta de Evita que mantiene estos fuegos siempre encendidos, y un malón de intendentes y gobernadores - tendrán que bancarse una vigilia en plena pampa, a la espera de una Vidal que nunca irá, para evitar confrontaciones antipáticas.

El domingo algo puede cambiar: el voto cordobés y el silencio del Gringo

Estos movimientos de tropas y ensayos de lanzamientos, ocurren en una semana crucial: el domingo próximo se elige gobernador de Córdoba y Juan Schiaretti tiene la preferencia en todas las apuestas para alcanzar un tercer mandato. El desmadejamiento de Cambiemos en el último año le pone nervio a ese compromiso, porque ese frente estalló en la pelea Negri-Mestre, y ayuda a que el sello del oficialismo nacional pueda perder, en el distrito donde Macri tiene la mejor imagen.

Pudo evitarse, pero se descuidó el principal objetivo, que era conservar la intendencia de la capital provincial, la segunda ciudad de la Argentina después de la CABA. Córdoba es el espejo de las debilidades estratégicas del oficialismo. Vidal, Larreta y Carrió se abrazaron a Negri, pero admitieron un compromiso con Ramón Mestre, de que ningún miembro del Gabinete viajará a esa provincia a respaldar a nadie. Y menos Macri, a quien el resultado de Córdoba lo benefició en 2015 y en 2017.

Vidal estará este lunes por allá, y durante la semana pasará Gerardo Morales, que además tiene la mejor relación con Schiaretti. No importa, porque todos en el oficialismo y la oposición están esperando a ver qué dice el "Gringo" en la noche del domingo, si gana. Muchos esperan un anuncio de candidatura presidencial. Otros le creen que está enfermo, y que no tiene resto físico para la pelea grande. Tiene todo abierto: 1) Debe decidir si será candidato a presidente; 2) Juan Manuel Urtubey se anota a ser el vice en una fórmula con él; cree que Lavagna tiene que ir a unas PASO contra los otros candidatos de Alternativa Federal; 3) se va a mantener dentro de esa sigla, pese a que Cristina Kirchner lo apoyó bajando una lista propia. Incomprensible ese silencio por parte del peronista con mayor poder en la política argentina. Haga lo que haga, diga lo que diga, pesará en lo que venga.