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Fútbol para todos, menos para la gente

Ni el público, ni el deporte, ni los empresarios, ni los trabajadores. Nadie importa para este Gobierno cuando sobre campaña política se habla.

Algunas cosas que ocurren en este país son increíbles. O no tanto. Hace tiempo que la palabra "sorpresa" la eliminé de mi diccionario, hasta de mi vocabulario. Que el Fútbol para Todos ahora lo dirige Tinelli, que Máximo, que Closs, que Varsky, que el Papa...

Lo cierto es que a nadie del Gobierno le interesa realmente el fútbol, ni siquiera le importa la gente. Pésimo espectáculo, regulares relatos y comentarios, manchados por una indisimulada bajada de línea política, obliga a la gente a poner en mute el televisor y prenderse a la radio.

¿Recomendaciones en el dial? Closs, Vignolo, Latorre... Sí, los mismos a los que quería contratar Tinelli y que la Presidenta les bajó el pulgar. ¿Razones? Difícil de saber. Se habla de cuestiones políticas y económicas. De hecho, al exdelantero de Boca lo habrían bajado porque en su pasado criticó a este Gobierno...

¿Y la democracia? La medida populista de llevarle la N° 5 a cada casa del país dejó de ser barata y cada vez es más costosa. Con transmisiones fallidas, periodismo en contra y sin publicidad privada, se gastan cientos de millones de pesos en emisiones que no son satisfactorias para el público.

Los únicos que encuentran a gusto son Hebe de Bonafini y compañía, que ven en el fútbol "una manera de hacer política" y no dinero a cambio de buen servicio, como sí podría haber hecho Tinelli.

¿Batalla perdida? Lamentablemente parece que sí. Era la última oportunidad de llevar imparcialidad a unas transmisiones donde se perdonan hasta no saber los apellidos de los jugadores, inventar apodos y perderse jugadas, siempre y cuando se hable de lo maravilloso y espectacular que es este gobierno nacional y popular.

Mientras, los que vamos a la cancha pagamos exorbitantes sumas de dinero para ver partidos de cada vez más bajo nivel. Igual, peor los que se quedan en casa sin una radio cerca. Esos sí son verdaderos mártires.